En la recta final, llama la atención, la forma en que los secretarios de despacho que habrán de bajar la cortina al sexenio próspero en los próximos 23 meses, toman su respectiva protesta de rigor. En la salutación, el acto de culto al ego y la vanidad, para demostrar el respaldo y compromiso en la encomienda, al gobernante saliente, la prensa escrita y digital, quienes escriben y graban notas de radio han sido excluidos del recinto oficial, dando el paso solo a camarógrafos y a fotógrafos, ello, en aras -excusan los asesores de la Coordinación General de Comunicación Social (CGCS)- de “la comodidad”.
Así, ayer tomó protesta la nueva Secretaria de Protección Civil, (PC), la empresaria periodística (Política), Yolanda Gutiérrez Carlín para sustituir a la precandidata a la diputación federal por el distrito de Coatepec, Nohemí Guzmán Lagunés.
La protesta de rigor de Gutiérrez, viene a imitar las anteriores tomas de protesta, de Gabriel Deantes en la Secretaria del Trabajo, la de Juan Manuel del Castillo en la Subsecretaria de Finanzas, la de Ranulfo Márquez en Sedesol y la de Pedro Montalvo en la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV) por mencionar solo algunos, donde en la enorme Sala de Banderas solo tienen cabida, los funcionarios que entran, los que salen, los representantes del gabinete legal y ampliado, los invitados especiales y los buscachambas y los ex funcionarios que hoy se encuentran en la gélida banca del servicio público.
Por el contrario, quienes no tienen cabida, son los reporteros (de prensa, radio, medios digitales y de televisión), a excepción de Radio Televisión de Veracruz (RTV) quienes, por alguna razón, desde hace un semestre, son excluidos de las tomas de protestas de los nuevos secretarios, en aras tal vez, de evitar incomodar al mandatario con preguntas polémicas, de sacar los temas de la agenda política y que desviarían, en franca atención, el mensaje gubernamental a transmitir.
Dichas aristas, serían entendidas, si, el mandatario estatal, Javier Duarte aun mantuviera, lo que en un principio prometió y comprometió, sus ruedas de prensa de los lunes, las cuales fueron canceladas, desde hace varios meses, una vez que los eventos de seguridad, hallazgo de narcofosas, balaceras y desvíos de recursos en la cuenta pública –ya del actual sexenio- se apoderaron de la agenda pública.
Está salutación, quedo solo para quienes sirven y se sirven de los recursos públicos, para quienes mes con mes usufructúan el gasto corriente y se juntan en las reuniones del gabinete para encabezar, una especie, de club de los elogios mutuos, enjuagues políticos para que los son innecesarios, ni el ciudadano común y corriente, mucho menos los medios de comunicación.
CONTRACRÓNICA
Daniel Orozco, reportero de La Red fue amenazado el fin de semana con mensajes obscenos en su teléfono celular, un día después de que cubriera el hallazgo de una fosa en ese puerto, de donde sacaron más de seis cuerpos: ¡Bájale de huevos!”, “Te tenemos ubicado”, “¡Te vamos a romper la madre!” y “¡Por hocicón te vamos a partir la madre!”, fueron los mensajes de voz y de texto que le enviaron desde un número anónimo a su teléfono celular.
Orozco, de apenas 23 años, ya interpuso una denuncia de hechos ante la Subfiscalía General del Estado, aclarando que sospecha de policías estatales que el 4 de febrero pasado intentaron a toda costa obstaculizar el trabajo de reporteros y fotógrafos que cubrieron el hallazgo de una narcofosa cerca de la zona de playas en Coatzacoalcos. Con la amenaza anterior, de la reportera de AVC, Verónica Huerta y cuyo caso ya fue atraído por la PGR, uno se pregunta, cuantos reporteros más, necesitan ser amenazados en la entidad, para que la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) y la Fiscalía General del Estado (FGE) tomen cartas en el asunto.
CONTRACRÓNICA 2
Apenas el fin de semana pasado, los restos del reportero de “La Unión”, Moisés Sánchez Cerezo -el onceavo periodista asesinado en lo que va del sexenio de Javier Duarte-, fueron depositados en el Panteón Particular de la zona oriente del puerto de Veracruz, también el viernes, sus otros compañeros de oficio, medio centenar de taxistas de Medellín de Bravo rindieron homenaje en el sitio de taxis “Moreno”.
“Nunca tuvo miedo, nunca se calló, nunca se silenció. Mi padre me decía que sí teníamos miedo no íbamos a cambiar nada”, expresó, con lágrimas en los ojos, Jorge Sánchez Ordóñez, hijo del reportero medillense secuestrado por un comando el viernes 2 de enero y asesinado el mismo día.
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