El año entrante revolución silenciosa en la Universidad Veracruzana, UV. Será a partir del mes de febrero, digamos. Entonces, iniciará el proceso sucesorio de la rectora, Sara Ladrón. Y aun cuando ella podrá reelegirse, este año terminará con el peor escenario: una rectora, una UV, tendida al piso del gobernador en turno.
Y en nombre de la libertad y de la autonomía, la soberanía de la UV ante el poder público significa el más alto valor y atributo académico, pues resulta inaceptable que la máxima casa de estudios se entregue al Príncipe…que ya de por sí el sometimiento de los intelectuales y ni se diga de los poderes Legislativo y Judicial, y parte de los poderes eclesiásticos y mediáticos.
Y más cuando el mensaje ha sido claro, como se deriva de la cárcel para la dirigente de la Alianza Revolucionaria Constitucional, Topacio Citlali Hernández Ramírez, y cinco dirigentes más, todos ellos los primeros presos políticos de la Yunicidad.
Y aun cuando todos son priistas, resulta impresionante y ominoso el silencio del presidente del CDE del PRI, el yunista Felipe Amadeo Flores Espinoza, más ocupado y preocupado con los experimentos genéticos en su rancho “La chicharra” en Cotaxtla.
Así, el garrote y la macana constituyen el nuevo lenguaje político en Veracruz y que se agrega a la imagen universal de una parte sustancial de los diputados locales contando la billetiza para los reporteros.
Y a “la tomadura de pelo” a las ONG, colectivos y Solecitos, padres de los familiares de los desaparecidos con la medallita “Adolfo Ruiz Cortines”.
Y a la renuncia negociada de Luis Ángel Bravo Contreras a la Fiscalía por nueve años nombrado por el Congreso como premio a la medida para Jorge Winckler.
Cierto, la rectora fue rechazada y timada por Javier Duarte, el fugitivo de la PGR desde hace 69 días, y se tiró a los brazos del góber azul.
Pero al mismo tiempo, resulta incomprensible, indigna, la entrega inusual, digamos, quizá convencida por su esposo, amigo del Yunes azul desde el chirinismo, acaso desde antes, y por la ex secretaria de Administración, Clementina Guerrero.
El resultado en la vida académica de la UV fue catastrófico: la rectora perdió la credibilidad y la confianza.
Y los maestros se sintieron defraudados.
“LA VÍBORA CHILLANDO”
Tres años y meses después, en la UV bandazos en el proyecto académico, sin ton ni son, caminando al día, sin un objetivo, más que ocurrencias.
Y lo peor, si ante Duarte la respuesta a la deuda que llegara a 2,500 millones de pesos fueron las marchas, los desplegados, el cabildeo en el Senado y la ANUIES y la denuncia implacable, ahora, 24 días después ni una palabra sobre la Yunicidad que tampoco ha cubierto un abonito de la deuda.
Y si en tiempo y forma la secretaría de Finanzas y Planeación entregó el subsidio fue para pagar los salarios y los aguinaldos, pues de lo contrario, Xalapa y varias ciudades de Veracruz se hubieran encendido con la protesta académica.
Así, resulta indicativo el silencio de la rectora y lo que reitera el vasallaje al Príncipe.
Y más, en un tiempo social en que todo mundo espera que nunca, jamás, la UV se entregue a los brazos políticos de nadie.
Por eso, la rectora se reinventa o de lo contrario, hacia el mes de septiembre cambiará de oficina, una, en la Yunicidad, porque el año terminará con la efervescencia magisterial para competir ante la Junta de Gobierno por la sucesión.
HACERSE TEMER ANTES QUE HACERSE RESPETAR
En la UV hay un maestro con una honestidad moral y ética a prueba de bomba, con una calidad académica probada y comprobada, con el reconocimiento de los suyos y de los externos y con un proyecto académico que empuja.
Es el doctor Jorge Manzo Denes, director del Centro de Investigaciones Cerebrales, quien ningún lazo ni nexo ni vaso comunicante tiene ni desea con el poder público, pues su formación cívica, en su lógica universitaria solo cuenta la excelencia en el saber, el conocer y el hacer.
Unos profes lo están mirando con madera para la rectoría, aun cuando él mismo se resiste y que por fortuna sigue sopesando.
Ya se verá.
Y se verá porque si la Yunicidad respeta la vida interna de la UV, entonces, la comunidad académica se expresará a plenitud.
De lo contrario, ningún caso tendría, por ejemplo, hacer enojar al Príncipe, cuya mano dura es capaz de todo para conservar el autoritarismo, consciente y seguro como afirmaba Fouché que el político se hará temer antes que hacerse respetar.
POSDATA: Muchas felicidades al lector. Pero muchísimas gracias por su compañía en el año por terminar. Y aun cuando algún día la tecnología logrará que un escribidor y el lector se conozcan, aquí vivimos agradecidos.