- Hora de ajustar cuentas
- Lista negra en su vida
PASAMANOS: “Si en política no hay hombre sin hombre” como decía Juan Maldonado Pereda, QEPD, entonces, la filosofía se cumple al pie de la letra con el góber azul de Veracruz.
Por ejemplo:
El profesor Guillermo Zúñiga Martínez, QEPD, llevó a Miguel Ángel Yunes Linares con don Rafael Hernández Ochoa y lo introdujo en su ánimo y le abrió la puerta como agente del Ministerio Público en Coatepec, tiempo aquel cuando le apodaban “El coronel Kloster”.
Meses después, don Pepe Yunes Suárez, padre del senador Pepe Yunes Zorrilla, platicó con su amigo, el gobernador, y le habló maravillas del Yunes azul, de tal forma que en el viaje sexenal lo promovió a 5 cargos públicos más, a saber, jefe jurídico de su oficina, subdirector de Patrimonio, procurador Fiscal, diputado local y líder de la CNOP.
Hacia el término del sexenio, Hernández Ochoa recomendó a Yunes con Humberto Lugo Gil, quien era diputado federal y líder en el Congreso de la Unión, aun cuando también se afirma que el otro padrino y cabildero ante el hidalguense fue Gustavo Carvajal Moreno, ex presidente del CEN del PRI y secretario de la Reforma Agraria con su amigo, el filósofo José López Portillo.
Semanas más tarde, Yunes aparecía como Oficial Mayor en el Congreso y después sería promovido a la dirección de Aeropuertos y Servicios Auxiliares con Lugo Gil al frente.
A su lado estarían, entre otros, Carlos Padilla Becerra y José Luis Lobato Campos, qepd.
Muchos años después reaparecería con Diódoro Carrasco, entonces secretario de Gobernación como su asesor político.
Según las versiones, Fidel Herrera Beltrán lo acercó con Patricio Chirinos Calero, con tan buen karma que lo nombró alto funcionario en la secretaría del Medio Ambiente, Carlos Salinas presidente de la república.
Hernández Ochoa, su factótum, lo acercaría con la profe Elba Esther Gordillo, tiempo legislativo en donde estrechara relaciones con Miguel Ángel Osorio Chong, Roberto Campa Cifrián, Rafael Moreno Valle y Tomás Ruiz González, que gravitaban alrededor de la cacica magisterial del SNTE, mudada ahora en la primera presa política de Enrique Peña Nieto, y olvidada por todos ellos.
BALAUSTRADAS: Antes, claro, se le había pegado a Roberto Madrazo Pintado, quien lo nombró su director jurídico en el CEN del PRI y luego lo bendijo como diputado federal.
Pero en la disputa por la lealtad se inclinó por Elba Esther y dejó a Madrazo Pintado “colgado de la brocha”.
En el año 2000, la ruptura de Elba Esther con el PRI fue definitiva y cultivó y cultivó bien la relación política con Vicente Fox Quesada desde un grupo de reflexión política encabezado, entre otros, por el intelectual Jorge Germán Castañeda Gutman.
Fox entra a Los Pinos y Elba Esther muestra el puño, pues la mayor parte de sus pupilos (Yunes, Tomás Ruiz y Campa Cifrián) desempeñan cargos públicos en el primer sexenio federal panista.
A partir de ahí la carrera política del góber azul es meteórica. Con Fox y Felipe Calderón, y con quienes ocupa los más altos cargos federales.
Incluso, en dos ocasiones amarró la candidatura panista a gobernador.
En el año 2010, cuando Gerardo Buganza Salmerón, toda su vida en el PAN, se emberrinchó con “el dedazo” de Felipe Calderón por Yunes y renunció al partido.
Este año, cuando el presidente del CEN, Ricardo Anaya, se la jugó con todo por Yunes y de nuevo lo ungió candidato y Juan Bueno Torio, panista toda la vida, también dimitió, emberrinchado clamando y reclamando vida democrática.
ESCALERAS: El góber azul arrastra deudas políticas y sociales pendientes que algún día, pronto, en breve, cobrará.
Por ejemplo, con quienes llama traidores como son Enrique Ampudia, Jorge Santos Azamar, Juan Herrera Marín, Pedro Yunes Choperena y Luis Sardiña.
También, Carlos Brito Gómez, el subsecretario de Gobierno con Rafael Hernández Ochoa, quien nunca quiso ayudar a un sobrino de Yunes involucrado en Huatusco en el crimen de una persona, Francisco Portilla Bonilla procurador de Justicia, y quien también se la debe.
Todavía más, en el caso de Brito, pues y por lo pronto rastrea su compañía constructora a cuyo cargo está su prestanombre Ulises Rodríguez, además de 50 taxis.
Los empresarios periodísticos Oscar Rodríguez, de AZ, y Luis Rodríguez Zavala, de Centinela.
El ajuste de cuentas con su ex primo, el senador Héctor Yunes Landa.
Y ni se diga sus enemigos públicos, Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte.
El Yunes azul ya le puso “el cascabel al gato” el 5 de junio y salió victorioso. Y en un hombre de su temperamento, la felicidad absoluta se logra cuando la venganza se come “como un plato frío”.
Y más ahora cuando desde la gubernatura sigue jugando en las grandes ligas nacionales.