Víctimas del 25 de septiembre

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DesaparecidosUno de los peores días para Coatzacoalcos, cerca de 25 personas fueron privadas de la libertad en distintos puntos de la ciudad, y desde entonces no se sabe nada de ellos.

El 25 de septiembre de 2015 amaneció nublado en Coatzacoalcos. Durante la madrugada había llovido intensamente. Era un día triste y violento. Camionetas blancas y rojas recorrían colonias populares levantando personas. Detrás de esas unidades, patrullas de la Fuerza Civil.

El 25 de septiembre del 2015 fue uno de los peores días para Coatzacoalcos. Cerca de 25 personas fueron privadas de la libertad en distintos puntos de la ciudad, y desde entonces no se sabe nada de ellos.

Fue un día con muchas lágrimas, mucha tristeza y mucha soledad. Docenas de padres lloraron ese día porque se llevaron a sus hijos.

Casi todos nos conocimos en el MP, dijo Virginia Peña, madre de Rosendo Vázquez Peña, quien fue privado de la libertad en su trabajo.

Junto a Rosendo Vázquez Peña, sujetos vestidos de civil, pero que caminaban, hablaban, se paraban y actuaban como elementos policiacos, se llevaron a tres personas más.

Y así, en determinados puntos, esos comandos endemoniados pasaron horas recorriendo Coatzacoalcos, sobre todo los sectores populares, en busca de jóvenes de quienes no se sabe nada desde entonces.

BUSQUEDA IMPARABLE

Ese día el MP no se daba abasto -relata una hija de Virginia Peña- eran muchas las personas intentando poner la denuncia por su familiar desaparecido. Para eso, nos mandaban antes a recorrer hospitales, clínicas y cárceles para constatar que nuestro familiar no estaba ahí. Regresábamos al MP y seguía el mismo número de personas intentando denunciar. Era imposible atender a tantos.

Lo que no sabían esas madres, es que desde Xalapa se había dado la orden de montar un operativo, Blindaje Coatzacoalcos, y a la cabeza iba el jefe de la Fuerza Civil, Roberto González Meza, ahora preso y que enfrenta señalamientos de desaparición forzada de personas.

Meses antes de ese 25 de septiembre, Coatzacoalcos tuvo casos similares el 11 y 12 de mayo del mismo año. Otro importante grupo de personas desapareció sin que se tenga pista de su paradero. En esa ocasión los elementos de la Fuerza Civil no mostraron recato en dejarse ver arriba de sus patrullas escoltando a los civiles que sustraían a sus seres amados.

EL TERROR SE APODERÓ DE LAS FAMILIAS

Virginia Peña se sumó al colectivo Madres en Búsqueda de Coatzacoalcos por la desaparición de su muchacho, quien contaba con 21 años al momento de la sustracción violenta en un taller de motos, donde laboraba, y del cual también sacaron a su jefe y a otras dos personas.

Virginia Peña cuenta que en ese entonces, nadie quería caminar a poner las denuncias. Menos dar la cara para las investigaciones, el terror se apoderó de las familias afectadas y en algunos casos, hasta se marcharon de la ciudad.

Ella, que enfrenta diversos problemas de salud, ha tenido que aprender a salir adelante, a superar sus miedos y buscar fuerza de su interior para seguir, lo que ha motivado a otras madres, pues al paso de los meses, y ante la incompetencia de las autoridades, el grupo se ha fortalecido.

MADRES EN BÚSQUEDA

Lo que comenzó en un MP, en un día violento y lluvioso en Coatzacoalcos, ahora es un movimiento sólido de madres recorriendo penales, predios donde hay fosas clandestinas, y otros lugares del estado para dar con sus seres amados.

Virginia Peña recuerda que su hijo aspiraba a poner su propio taller de motocicletas. «Ya su patrón, don Odilón, le decía que se independizara, que ya sabía lo necesario para montar su propio negocio, y mi hijo quería eso».

Las madres reconocen que sus hijos pudieron haber caído en manos de policías actuando como delincuentes, lo que no entienden, es para qué se los llevaron si no fueron presentados ante un juez para juzgarlos, si tenían cuentas pendientes.

Desde que se lanzó ese operativo en Coatzacoalcos se instauró la desaparición forzada como un mecanismo para implantar el terror, y sólo para ello, pues los niveles de violencia y los indicadores de homicidios dolosos, siguen a la alza.

En 2015 Coatzacoalcos reportó menos de 30 homicidios dolosos, pero en 2017, Coatzacoalcos cerró el año con 102 asesinatos, según reportes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, lo que echa por tierra la efectividad de esas acciones.

Gimnasios, talleres, tortillerías, paradas de camiones, escuelas, la vía pública, fueron testigos de esa operación de la que se desconocen sus resultados al momento.

«Yo lo he comentado con otras compañeras, ese día fue muy triste para Coatzacoalcos, muchos padres derramaron lágrimas. Se le debería poner el nombre de la fecha a una calle» para que nunca se olvide y no vuelva a pasar.