Refugio de Doña Ade, cocina económica de tradición en Xalapa, en espera de estudiantes

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Las ventas de Doña Ade bajaron hasta un 75 por ciento: “es demasiado, yo vivo de los estudiantes y ya no regresaron”, expresó con tristeza. 

*De los créditos que ofreció el gobierno del Estado a empresarios y microempresarios, no pudo ingresar a alguno por desconocimiento del mismo. 

Carlos Hernández, Xalapa.- El Refugio de Doña Ade, es un restaurante de comida rápida situado en el corazón de Xalapa y sus cercanías con el Paseo Los Lagos; desde hace 27 años se ha vuelto una tradición en la comunidad estudiantil. 

Doña Ade ha sido un ícono entre los estudiantes por su comida económica, esto para apoyar el bolsillo de los universitarios, que en su mayoría, provienen de ciudades o pueblos lejanos de la entidad, incluso de otros Estados. 

Sin embargo, la emergencia sanitaria por COVID-19 mermó la actividad comercial y económica, no solo en el Refugio de Doña Ade, decenas de comercios locales tuvieron que cerrar sus negocios debido a la baja productividad, otros se siguen manteniendo al día y otros tantos dueños se tomaron un receso para evitar endeudarse o irse a la quiebra. 

En el caso de Doña Ade, sus ventas bajaron hasta un 75 por ciento, “es demasiado, yo vivo de los estudiantes y ya no regresaron”, expresa con tristeza. 

Aseveró que la problemática se incrementa cuando se tiene que pagar renta y no hay ventas, “la pandemia nos afectó a todos”. 

Indicó que desde marzo, al inicio de la emergencia sanitaria por coronavirus en Xalapa, mantuvo a su personal con los mismos sueldos, “si se los bajo, ya no vienen a trabajar, pero donde quiera les están dando la mitad de sus sueldos (…) Ahorita ganancias no hay, sale uno tablas, solo para gas, para pagarles a ellos, voy al día”. 

Recordó que su negocio inició hace 27 años en la calle Leona Vicario, donde vendía antojitos, pero los estudiantes de la Facultad de artes, teatro y música de la Universidad Veracruzana le pedían comida corrida. 

“Les daba el menú a ocho pesos, en aquel entonces, lo que hacía de comer para mis hijas se los daba de comida, el consomé, arroz y guisado”, recordó con entusiasmo. 

Posteriormente, narró, cambió su lugar de venta a la calle Bocanegra, donde se mantuvo durante 15 años. Luego regresó a Leona Vicario, en un local de dos pisos. 

“Luego me pasé a la calle del Dique, ahí estuve 7 años. Aquí llevo dos meses, en la calle Belisario Domínguez, pero afectó a todos, a veces no salen -los gastos- tienes que medirte y ver qué preparar de menú, es duro estar viviendo de esta manera”. 

Mencionó que los precios de la canasta básica e insumos aumentaron ligeramente de precio “algunos sí, pero tienes que ver principalmente que tengas gas, luego no te completas, no me da pena decirlo porque creo que muchos estamos así, voy buscando el equilibrio”. 

Con más de 27 años de experiencia en el ramo, precisó que su prioridad siempre han sido sus trabajadores, que salgan con su sueldo, aunque ella no genere ganancia. 

“Pienso mantenerme, no me voy a rendir, pero no sé todavía qué tiempo nos falte para que regresen los estudiantes, es de lo que vivo desde hace muchos años”. 

Lamentó que la mayoría de estudiantes universitarios en Xalapa son foráneos, por lo que regresaron a sus lugares de origen. “No iban a pagar renta sin vivir aquí, la mayoría se fue”. 

Explicó que de los créditos que ofreció el gobierno del Estado a empresarios y microempresarios, no pudo ingresar a alguno por desconocimiento del mismo. 

“No sé cómo se accede para pedir -el crédito- tampoco es que hayan pasado para invitarme o me explicaran”. 

Para que su cocina pudiera mantenerse operando, se adaptó a las medidas sanitarias que exigen rigurosamente las autoridades de Salud y el ayuntamiento capitalino. 

A la entrada del negocio hay un tapete sanitizante, alcohol en gel, las mesas están separadas y el personal trabaja con cubrebocas. 

Quienes acuden a comer pueden degustar de mole, panza de res, pozole, crema, consomé, sopa de tortilla y de pasta, además de cinco guisados, como croquetas de plátano, atún, enchiladas, chilaquiles, enmoladas, “vamos de poco en poco para mantenernos vigentes”, aseveró. 

Advirtió que los alimentos que preparan apenas son una cuarta parte de los que elaboraban antes de la pandemia, “lo preparamos cuidadosamente para que no se quede”. 

De acuerdo con estimaciones de las cámaras empresariales se prevé el cierre definitivo de hasta 900 empresas en Xalapa, debido a la crisis económica que trajo consigo la emergencia sanitaria por COVID-19. 

Alejandro de la Madrid Trueba, presidente de la CANACINTRA Xalapa, destacó que ante un rebrote de coronavirus, donde las medidas sanitarias incluyan el cierre de comercios, sería la “estocada final” para los empresarios, ya que de suspender las actividades comerciales no podrían pagar las obligaciones laborales de fin de año. 

El informe de la Secretaría de Salud de Veracruz precisó que al corte del viernes a las 19:00 horas, en la entidad hay 38 mil 224 pacientes acumulados de COVID-19 y 5 mil 188 personas fallecidas por coronavirus. 

Xalapa se mantiene en el segundo lugar estatal con mayor número de enfermos acumulados por SARS-Cov2, con un total de 2, 484 y 380 muertos, además de 681 casos sospechosos que iniciaron síntomas en los 14 días posteriores, mismos que son considerados un foco de infección.