Si un extraterrestre aterrizara en Veracruz y leyera el periódico de inmediato se regresaría asustado del estado de cosas que Javier Duarte, JD, ha instaurado.
Tal cual sería, por ejemplo, si leyera La Jornada México del viernes 4 de marzo, fecha de la fundación del partido político abuelito del PRI.
Entonces, sabría que Morena, a través de su diputada federal, Rocío Nahle, solicitó juicio político a JD en base a los siguientes hechos:
Endeudamiento escandaloso. Mal uso de los fondos públicos tanto estatales como federal.
Daño a la seguridad social. Daño al sistema de salud. Daño a la Universidad Veracruzana.
Un sexenio con el más alto número de asesinatos, desapariciones forzadas y agresiones y crímenes contra periodistas y defensores de los derechos humanos.
Un Veracruz, donde “ya no se puede salir libremente de casa ni convivir de manera tranquilo en los espacios familiares”.
La llamada “Operación licuadora” donde movieron recursos federales a otros programas, a otros regiones y a otros bolsillos.
Pero además, donde “se movió el dinero público a otra cuenta bancaria para tratar de demostrar que el dinero oficial existía, pero una vez que la Auditoría Superior de la Federación dio el visto bueno, esos fondos volvieron a desaparecer”.
Más aún, un Veracruz donde se “vive no solo una crisis de derechos humanos, (sino también) de corrupción económica y de vulneración al Estado de Derecho”.
Y si el extraterrestre fuera agnóstico ante la prensa, porque en su planeta se reproduce el mismo fenómeno de censura y autocensura, entonces, le bastaría leer que Rocío Nahle entregó al pleno de la Cámara de Diputados siete cajas conteniendo documentos oficiales para probar los ilícitos de que acusa a JD, y por tanto, nada de que el Congreso de la Unión se haga tonto con el juicio político.
JUICIO POLÍTICO TAMBIÉN EN VERACRUZ
El ultraterrestre seguiría leyendo y 17 páginas de La Jornada más adelante, en la sección de Estados, hallaría otra nota apocalíptica contra JD.
Ahora, se enteraría que la bancada panista en la LXIII Legislatura, a través del coordinador, diputado Joaquín “El chapito” Guzmán Avilés, interpuso otra solicitud de juicio político y sus razones son, entre otras, las siguientes:
Actos u omisiones que han afectado los intereses públicos fundamentales del pueblo de Veracruz.
Simulación de reintegros por más de 4 mil 700 millones de pesos.
Mala administración de los recursos por más de 35 mil 400 millones de pesos, que le ha documentado la Auditoría Superior de la Federación.
Desproporcionado incremento de la deuda pública estatal.
Opacidad en la recaudación y el manejo de impuestos estatales.
Grave daño al funcionamiento de entes públicos como la Universidad Veracruzana, el Instituto Electoral y el Poder Judicial, con los que el gobierno estatal tiene deudas.
Haber puesto en riesgo el derecho a la educación de miles de jóvenes y la organización del próximo proceso electoral.
Cancelar importar programas del Poder Judicial como la construcción de salas de juicios orales.
Violaciones a los derechos humanos.
Asesinato de periodistas y desapariciones forzadas perpetradas por elementos de seguridad pública.
UN DUENDE A PUNTO DEL INFARTO
Para entonces, quizá algún duende jarocho habría dicho al extraterrestre que al momento, JD solo ha revirado diciendo que tiene “las manos limpias y la frente en alto”.
Pero, además, no obstante la denuncia penal de la Auditoría Superior de la Federación y del CEN del PAN ante la procuraduría General de la República en contra de 19 duartistas.
Más el par de denuncias penales de la rectora de la Universidad Veracruzana, doctora Sara Ladrón de Guevara, por la retención de los 2 mil 70 millones, ninguna ha procedido.
Y por tanto, el compita extraterrestre estaría a punto de infarto mortal, dado el insólito grado de impunidad con que algunos políticos terrícolas son tratados.
PARA LOS AMIGOS… JUSTICIA Y GRACIA
El extraterrestre pediría unos Frutsis y unos Pingüinos para darse un chapuzón mediático en la hemeroteca y registraría la otra cara de la moneda a lo que sucede en Veracruz con Javier Duarte.
Enrique Peña Nieto encarceló a la profe Elba Esther Gordillo porque igual que Luzbel y Adán soñó con ser igual o mejor al presidente de la república.
También descarriló a su amigo, el director general de la Profeco, porque su hijita, Lady Profeco, abusó del poder del padre en un restaurante de la Ciudad de México y como significaba un descrédito al peñismo… pa’fuera del gabinete.
De igual manera destituyó al director de la Conagua, todo por utilizar el helicóptero oficial para un fin de semana con su familia en un lugar de recreo.
Y por encima de la ley desaforó al gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, por la tragedia de Ayotzinapa con los 43 normalistas desaparecidos.
Y desaforó al gobernador de Michoacán, Fausto Trejo, porque su hijito y su secretario General de Gobierno, eran amiguitos de “La tuta”, el jefe capo de la entidad.
Y en contraparte, con todo y el mal fario de JD en contra de Veracruz y que incluye, además, la desaparición de cinco jóvenes en Tierra Blanca cometida por elementos policiacos que los ejecutaron y/o entregaron a los narcos que los asesinaron, el góber jarocho, igual que el dinosaurio de Tito Monterroso, ahí sigue, mirándose sus “manos limpias”.
Entonces, y quizá, y antes de regresar a su planeta, el extraterrestre pediría asilo político al alienígena Jaime Maussan para darse un respiro y recuperar el aliento para visitar los pueblos mágicos.