La profecía bíblica del filósofo José López Portillo se ha cumplido en Veracruz. Este país, dijo, corre el riesgo de convertirse en un país de cínicos.
Fue la mañana del lunes 19 en un desayuno de los diputados del PAN, Morena, PRI y PRD con los reporteros de la fuente legislativa.
Sobrecitos con dinerito fácil a la vista de todos”, sin guardar, digamos, el pudor de otros tiempos, con todo y que ninguna razón existe para que un político extienda el billete a un trabajador de la información, pues cada parte tiene su chamba y a cada reportero le cubren el salario en su medio.
En su tiempo, Miguel Alemán Velasco institucionalizó el embute de la siguiente manera: en su oficina de secretario General de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, solía filmar a los reporteros en el momento en que le entregaban el sobre mensual, con firma de un recibo y una copia de la credencial de elector.
Miguel de la Madrid como presidente también institucionalizó el embute y quienes lo recibían debían firmar el recibito mensual.
En las giras presidenciales de la era priista, los jefes de prensa de cada gobernador solían entregar el embute de la siguiente manera:
Unas veces, una edecán sensual y sexual se acercaba al reportero a la hora de teclear en la sala de redacción y con una sonrisita le acomodaba el sobre en la bolsa de la camisa y/o del traje con un saludito del gobernador en turno.
En otras ocasiones, los reporteros y fotógrafos eran citados en la suite de un hotel donde todos formados en fila india iban entrando a un privadito en que el auxiliar administrativo del jefe de prensa les entregaba el billetito inspirador para escribir mejor.
Tiempo de sobra existió en que además del embute, los jefes de prensa acercaban cortesanas para alegrar el día y la noche y el espíritu y satisfacer las tentaciones de la carne.
Incluso, solían cerrar el prostíbulo de moda para que los trabajadores de la información se sintieran emperadores romanos con su harem.
EL PRECIO DEL SILENCIO
Ahora, en Xalapa, con el primer gobernador azul, y con el primer Congreso con mayoría opositora al PRI (17 diputados del PAN, doce de MORENA, nueve del PRI y cinco del PRD), los legisladores acordaron que en tiempo de austeridad sólo ofrecerían un desayunito a los diaristas como dijera Sergio Hernández Hernández por el micrófono según las crónicas de Arantxa Arcos y Noé Zavaleta.
Y luego, la rifa de una computadora portátil.
Y entonces, sobrecitos llenos de billetes en que cada quien desfiló en la pasarela para así, digamos, ¿comprar el silencio, la complicidad?
El colmo: hasta la perredista Jazmín Copete y la panista María Elisa Manterola Sainz y el morenazo Amado Cruz Malpica entraron a la orgía de embutes.
Nunca antes tanto descaro expreso y manifiesto.
Cada quien su vida y cada quien sabe si “le entra”.
Pero, caray, es tanto como si el acto de la vida más íntimo como el sexual se consumara en público que, con todo, la historia conoció en su momento la debilidad corpórea de Bill Clinton con Mónica Lewinsky, además, claro, de las travesuras de Fidel Herrera en los helicópteros oficiales del amor furtivo y rapidín.
Y más que algunos fotógrafos hayan registrado el momento en que los diputados contaban el billete y lo metían en los sobres.
Y más, porque en la acción, digamos, legislativa, participaron legisladoras, según el vocero legislativo, para convivir.
Y más, porque se trata del primer Congreso opositor al priismo en Veracruz.
Y más, cuando el PRI fue lanzado del palacio.
La grandeza moral y ética y política y social de la LXIV Legislatura, la mismita que cacarea el advenimiento de un nuevo día, el día del Veracruz social, el día de la justicia, el día del bienestar común, el día de la dignidad humana.
¡Farsantes que en la tribuna se “cortan las venas” por los pobres y en nombre del mesianismo hasta resucitan a los muertos como la Dunyaska!
EL CONGRESO MOSTRÓ “EL DIENTE”
Por un lado, el Congreso anuncia que licitará los convenios mensuales con la prensa de acuerdo con la ley en que cada parte demostrará su circulación y raiting auditado.
Y por el otro, el reparto del billete en sobres a los reporteros de “la fuente”.
Por un lado, “la cacería de brujas” de “los aviadores” en las secretarías y direcciones del gabinete legal y ampliado durante el duartismo.
Y por el otro, la compra de lealtades reporteriles con un desayunito, la rifa de una computadora portátil y los sobrecitos.
Por un lado, el desparpajo con que cada diputado alardeó de su cooperación (luego “yo les daré el mío” dijo el hijo del cacique magisterial, Juan Nicolás Callejas Roldán).
Y por el otro, ninguna palabra sobre los 19 desaparecidos en la primera quincena de la Yunicidad.
Por un lado, el billete fácil a los medios, y por el otro, en 20 días, ningún diputado ha tenido espacio y tiempo para ocuparse de las 600 mil personas de 14 años de edad en adelante que no saben leer ni escribir, analfabetas totales, sin contar los dos millones 600 mil personas con escuela primaria, secundaria y bachillerato inconcluso.
En nombre de la navidad, el atropello a la dignidad humana.
La moral pública del nuevo gobierno constitucional de Veracruz.
El Poder Legislativo mostrando “el diente”.