Si la prostitución es el oficio más antiguo del mundo, el periodismo es el más denigrado… en Veracruz.
La mayoría de actores políticos miran, sobre todo a los reporteros que por incómodos se han vuelto indeseables, como los peores enemigos del mundo.
En las últimas horas, por ejemplo y luego del secuestro y asesinato de la colega Anabel Flores Salazar, en Ciudad Mendoza, una madrugada a las 2 de la mañana, Javier Duarte, JD, Jefe Máximo de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y del partido político en el poder, y de las finanzas y los cuerpos policiacos, y de la administración de justicia, trepó en su Twitter (al que tanto ama) lo siguiente:
“Anabel Flores bajo el seudónimo de Mariana Contreras publicó lo siguiente luego de la detención del Chichi”:
“Este es el cachorro Omar Escalona hijo del director de la policía de Cd. Mendoza este es el sucesor del Chichi es el nuevo jefe de los Zetas en la región no tengan miedo de denunciar a las autoridades su ubicación”.
Desde luego resulta inverosímil que el góber egresado, dice, de la Complutense como doctor en Economía, se ocupe de tales menesteres como un teórico de la comunicación que incurre en el espionaje a través del aparato gubernamental.
Pero que al mismo tiempo él mismo se encargue, digamos, y por lo pronto, de seguir denigrando más a la colega, que ya está muerta, pues hasta el (presunto) seudónimo de la reportera plagiada y asesinada publicita, luego, y además, de que el Fiscal, Luis Ángel Bravo Contreras, la denostara asegurando que estaba ligada a un jefe narco apodado “El pantera”.
JD trata así, digamos, de lavar la imagen de su gabinete policiaco y de administración de la justicia, tan evidenciado desde el primer año del viaje sexenal, a tal grado que desde entonces se ubica al duartismo como haber creado en Veracruz “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”, encima de los estado árabes, incluso, arriba de la barbarie conocida como el Estado Islámico, donde a los reporteros, también a otros ciudadanos, los decapitan ante una cámara televisiva para treparse a Youtube.
EL PEOR DESCRÉDITO VIENE DE DUARTE
Quizá JD incurre en tales acciones para salvarse a sí mismo. Acaso como una desesperación ante tantos hechos avasallantes. Quizá ha confundido su chamba como gobernador con la de un policía encargado del espionaje. Acaso esté en abierta competencia con “El chuletas”, a quien el mundo considera el Niño Pípila de las redes sociales.
Pero si su tarea es fortalecer el Estado de Derecho…
Y empujar la carreta del Estado de Bienestar…
Y proteger las garantías constitucionales…
Y cabildear recursos federales para la obra pública tan necesaria, entonces, el texto cibernético en su Facebook en contra de una mujer, pero además, de una mujer asesinada, manifiesta su estado neurológico y siquiátrico.
Mira el árbol y pierde el bosque.
Incluso, se denigra a sí mismo… por lo siguiente, entre otras cositas:
La mayor parte de los políticos han caminado en el duartismo denigrando a los medios incómodos.
El secretario de Seguridad Pública, por ejemplo, nos ha llamado “¡Pinches medios!”.
Y, de paso, amenazado con la cárcel a quienes como Félix Márquez toman fotografías perturbadoras como fue su caso con las guardias comunitarias de los Llanos de Sotavento y que lo llevara al exilio.
El diputado federal en funciones, el panista Rafael Acosta Croda, sobrino del ex gobernador Agustín Acosta Lagunes, declaró para el mundo que los reporteros “son unos muertos de hambre”.
La Comisión Estatal de Atención a Periodistas, con un presupuesto de 21 millones de pesos anuales, es una instancia burocrática para tirar incienso a los duartistas.
En la mayor parte de las ocasiones han ligado a los reporteros asesinados con los malosos, cuyo cierre estelar estuvo hace unas horas cuando Javier Duarte aseguró (sin aportar pruebas, basándose solo en su palabra desprestigiada) que de los 17 reporteros ejecutados, 16 han sido por los carteles, salvo el caso de Regina Martínez, corresponsal de Proceso.
Y, lo peor, en tales circunstancias hay magnates periodísticos que ante “el dueño de los fierros” prefieren quedarse callados, incluso, y en unos casos, hasta lavándose las manos.
La cizaña oficial ha fracturado a los medios. Unos, están con el Príncipe, y otros, los menos, cuentan los hechos tal cual, lo que incomoda a las buenas conciencias y a la elite gobernante.
La concepción política generalizada de que con un billete la prensa es cooptada, pues todos tienen precio.
La delincuencia común, ladrones y rateros, asaltando los domicilios particulares de algunos trabajadores de la información.
El miedo al miedo, como decía León Felipe, sembrando el caos, pues una parte considerable de colegas están llegando a la conclusión de dejar el oficio.
EL GÓBER DE LAS BAJEZAS Y ABUSOS
Se dirá que con su penúltimo tuit sobre Anabel Flores Salazar, Javier Duarte entra a la historia, pues los conquistadores españoles, por ejemplo, llegaron a las playas de Chalchihuecan camino a Tenochtitlán con la cruz empuñada en una mano, pero con la espada en la otra.
Así, por un lado el gobernante oferta “el pan y el circo”, pero si es rechazado, entonces, están el garrote y la macana, además, de la calumnia cibernética.
Pero más aún, la bajeza y la ruindad, como el caso del Fiscal de ligar a Anabel con unos malosos en base a la prueba científica de unas publicaciones periodísticas y las redes sociales como lo revelara a la periodista Denisse Maerker.
El golpe mortal lo asestó JD con su tuit, descubriendo además que el seudónimo de la colega asesinada era Mariana Contreras, según dice.
JD, en las grandes ligas de la guerra sucia, cuando en México, igual que en la dictadura militar de América Latina, tiraban vivos a los críticos y disidentes y amarrados a una piedra gigantesca desde un avión a la mitad del océano.
En el Antiguo Testamento, en el libro bíblico “Ester”, cuenta la historia en tiempo del rey Asuero, quien gobernaba desde la India a Etiopía, de una sublevación popular en contra de “la peste de gobernadores indignos que cometen toda clase de bajezas y abusos”.