La política, dicen los teóricos, es negociación. Y con frecuencia se negocia hasta con el diablo. Y han sido, digamos, los últimos casos en Veracruz.
Por ejemplo, la renuncia de Luis Ángel Bravo Contreras a la Fiscalía.
La orden de aprehensión del ex Fiscal en contra de Arturo Bermúdez por tráfico de influencias y de Gabriel Deantes por enriquecimiento ilícito y quienes siguen libres, quizá porque el tiempo de la ley y la justicia es diferente al tiempo de la ansiedad social.
La versión de que Édgar Spinoso Carrera, ex Oficial Mayor de la secretaría de Educación, devolvió dos de los seis aviones y helicópteros que tiene… a cambio de la impunidad.
La curul para Vicente Benítez, ex tesorero de la secretaría de Finanzas y Planeación, “El señor de las maletas voladoras” en aquel viaje aéreo de Xalapa a Toluca (25 millones de pesos) que para la campaña electoral de Enrique Peña Nieto como candidato presidencial, y de lo que mucho sabe.
La curul para Juan Manuel del Castillo, quien como tesorero de la SEFIPLAN pretendía, además, desaparecer las pensiones a cargo del IPE.
La pasmosa tranquilidad con que sigue paseándose el diputado federal, Antonio Tarek Abdalá, otro poderoso, poderosísimo extesorero de la SEFIPLAN, a quien Karime Macías llamaba “mi hermano”.
La rara y extraña algarabía de los diputados Érick Lagos Hernández y Jorge Carvallo Delfín, como si hubieran pactado.
La (presunta) impunidad para Moisés Mansur Cysneiros, el prestanombre número uno y amigazazo de Javier Duarte, quien desde algún escondite ha vuelto a tuitear sus logros sexenales, quizá como parte de una estrategia para recordar al peñismo que sí “ordeñó la vaca” fue en alianza y complicidad con otros.
El caso, no obstante, y según la ley, es un grave pendiente: la devolución del dinero público robado en el ejercicio del poder ni tampoco las infidencias y confidencias en ningún momento implica borrar el delito.
El delito, pues, ha de seguirse por oficio, como dice el clásico, “hasta las últimas consecuencias”.
Y aun cuando Duarte cumple hoy 54 días como el fugitivo más famoso del país en el tiempo político de tantos exgobernadores acusados de latrocinios y trastupijes (Nuevo León, Chihuahua, Quintana Roo, Durango, Zacatecas y Tamaulipas), la Procuraduría General de la República, PGR, y la Interpol, lo continúan rastreando en 190 países.
Pero…, pero resulta que los duartistas están libres…cuando el único destino para quienes “metieron la mano al cajón” es la cárcel.
Y al momento, la están librando.
Claro, por tratarse de delitos federales la PGR es la máxima responsable de la cárcel para todos ellos, en tanto, al Fiscal corresponderá la cárcel por el ilícito con el dinero estatal.
Cuestión, digamos, de esperar.
Paciencia, mucha paciencia que “el camino, decía aquel, se hace al andar”.
Vamos despacio porque vamos aprisa, dice el viejo del pueblo.
NINGÚN GOBERNANTE TIENE FUNCIONES PARA PERDONAR
El góber azul ha recuperado mil 250 millones de pesos del “dinero robado”.
También embargó el rancho “El faunito” de Fortín de las Flores, con todo y los bienes interiores, entre ellos, los cuadros pictóricos de famosos.
Según las versiones, Édgar Spinoso devolvió dos aviones, ajá.
Pero si todos ellos robaron al erario, entonces, el Código Penal de Veracruz contempla tanto la reparación del daño como la cárcel.
Y la cárcel como la sanción más importante y ejemplar, más en el tiempo del Sistema Nacional Anticorrupción en un momento con tantos ex gobernadores bajo sospecha, la mayoría priistas.
Todos, acusados desde enriquecimiento ilícito y peculado hasta delincuencia organizada y lavado de dinero.
Y es que si cometieron el delito, ni modo que nos quedemos en el simple perdón.
Además, un Fiscal, tampoco un Procurador de la Justicia de la nación, menos un gobernador o un presidente, tienen facultades para perdonar en el caso de los políticos pillos y ladrones.
Y más cuando la mitad de la población de Veracruz y la otra mitad han decidido guardar unos centavitos de su aguinaldo para comprar tortas en “La rielera” de Córdoba para Javier Duarte y duartistas en el penal de Pacho Viejo.
SI CAPTURAN A DUARTE…DESEMBUCHARÁ
Tantos días han pasado con Duarte “a salto de mata” que a estas alturas nadie cree que se le esté escapando a la PGR y a la Interpol.
La versión popular es que con todo y que ha vuelto a tuitear estaría preso y el peñismo espera un momento estelar para el anuncio oficial.
Pero en contraparte también hay la versión de que si Los Pinos aprietan las tuercas para su aprehensión, entonces, Duarte cantará todas las complicidades que fue construyendo en el sexenio con los Peñistas, bajo un principio universal de la naturaleza humana de que si lo chingan… arrastra a los demás.
Con todo, y mientras la PGR se ocupa pues su recompensa de 15 millones de pesos por datos que lleven a su captura está fallando, también hay delitos locales con el erario que fueron cometidos y merecen la cárcel.
Y más, porque el ciudadano, el contribuyente, la población electoral que votará en las 6 elecciones en puerta quiere ver a todos ellos tras las rejas.
Y si a las doce del día el pueblo dice que es de noche las farolas han de prenderse porque la fuerza social es avasallante.
Además, sin el pueblo ninguna elección se gana.