Estudiar, un lujo de pocos: padres de familia

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Para padres de familia el regreso a clases significará un enorme sacrificio económico y un esfuerzo que cada año debe existir para que sus hijos puedan obtener una buena educación.

 

Es un lujo, ya no va cualquiera a la escuela, no se puede.

Carmen

MADRE DE FAMILIA

 

POR ROSA VÁZQUEZ/EXCLUSIVA

 

Carmen tiene tres hijas en edad escolar, dos de ellas en la preparatoria y una en la primaria. Por cada una gasta cada año más de mil pesos sólo en útiles escolares, y alrededor de 800 pesos en inscripción de las dos mayores, eso sin contar los uniformes, porque no son de nuevo ingreso y tendrán que usar el mismo los tres años que duren en el bachillerato.

Aún no compra nada nuevo, está esperando la lista de útiles que los maestros le darán a cada una para el regreso a clases, pero ya se está preparando para el derroche de dinero que tendrá que dar en la inversión de una educación para sus hijas.

«Es un lujo, ya no va cualquiera a la escuela, no se puede. Hay que pagar la inscripción, el material, los útiles, luego que ya no le sirve la mochila a una o se les rompieron los zapatos y también hay que estar gastando».

Para poder costear los gastos de ingreso a clases, la familia de Carmen recusa mochila, zapatos y uniformes hasta donde se pueda, los últimos dos años han realizado tandas para poder tener el dinero suficiente en al compra de útiles de las tres niñas.

Irma Valencia tiene dos hijos, una en una guardería y un niño en al secundaria. Tan sólo para la niña, que aun va en área maternal, la lista de útiles que le fue entregada desde el inicio de las vacaciones, asciende a los 400 pesos.

Además se pagan mil pesos de inscripción que incluye la mensualidad de la guardería y la cooperación para la limpieza.

Para el caso de su hijo que pasó a tercero de secundaria, el costo de inscripción fue de 830 pesos, que aunque se supone es una cooperación voluntaria, siempre termina siendo obligatorio.

Compró una mochila nueva que afortunadamente su hijo pidió barata, de 300 pesos, pues hay hasta de dos mil pesos. Compró zapatos de vestir nuevos porque había usado dos años seguidos los anteriores y ya estaban hasta remendados con pegamento.

«Fueron mil 400 en los de vestir y 600 los tenis que al verdad me salieron baratos porque estaban en oferta. Lo peor vienen con los útiles porque en la secundaria te piden de marca las cosas y si no te mandan a traer».