DAVID ARCOS
La apenas veracruzana
Cada vez más sectores se suman a la lucha por la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, pero… ¿Por qué las escuelas particulares de “prestigio” en Xalapa han eludido el problema?
Tal vez pudiesen pensar que el presunto asesinato de siete jóvenes y el secuestro de 43 normalistas de Ayotzinapa por parte de policías municipales en Iguala, Guerrero, no les perjudica, porque viven en una zona de confort.
Lo cierto es que la matanza de universitarios se está volviendo una costumbre para los tres niveles de gobierno y nadie está exento de dicha situación.
El caso de Tlatelolco en 1968, la masacre del municipio de Tlatlaya -ocurrida en junio pasado- y el caso Ayotzinapa, el más reciente, han sido los ejemplos más severos de la represión gubernamental que impera en México.
Mientras en el Estado de México más institutos y universidades, tanto públicas como privadas, se han sumado a la lucha y han participado en marchas; brigadas, foros y tendederos informativos; manifestaciones en plazas públicas, y en otras acciones, en la Apenas Veracruzana todo es diferente.
Con el mensaje “Justicia para Ayotzinapa”, el Instituto Tecnológico Nacional de México (ITAM) realizó una velada el pasado 14 de octubre en el obelisco de la universidad y ha efectuado otras acciones en apoyo al movimiento.
Estudiantes de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México y del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente se unieron al paro nacional, han exigido libertad y justicia, y también han realizado actividades internas en apoyo a los normalistas agredidos.
En la Apenas Veracruzana, la Universidad Anáhuac de Xalapa (UAX), la Universidad de Xalapa (UX), la Universidad Euro Hispanoamericana y la Universidad de América Latina (UDAL) –de las más conocidas en la población-, por mencionar algunas, se han quedado cortas.
Pese a que el lema de la UAX es “Vence el mal con el bien” y a que ha participado en campañas sociales, los hechos ocurridos en contra de los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” no han sido suficientes para que se una al movimiento social.
Para más estudiantes del Colegio Preparatorio de Xalapa y de la escuela de bachilleres “Artículo 3° Constitucional” se dotaron de pancartas donde se leía: “unidos por Ayotzinapa” y “México está herido pero no muerto”, e iniciaron paros laborales en sus respectivos planteles.
A los jóvenes no les importó la intimidación y la represión por parte de sus autoridades y mostraron su repudio en contra de la violencia que está ejerciendo el gobierno en contra de estudiantes.
La Universidad de Xalapa (UX) es otra institución que ha fomentado campañas sociales en beneficio de los sectores vulnerables y para mejorar la calidad de vida de las personas.
Su lema es “Saber para trascender”. Fomentar el profesionalismo y garantizar la formación de calidad de los estudiantes, algunos de sus objetivos; sin embargo, para cumplir las metas se requiere de estabilidad económica, política y social en el país.
Situación que se ha visto mermada en los últimos años y ha despertado el enojo de diversos sectores de la población que exigen mejores condiciones de vida.
El sector estudiantil ha sido uno de los más valientes a lo largo de la historia y, actualmente, éste pareciese estar dividido en dos bloques: escuelas particulares y escuelas públicas.
Alumnos de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rebsamen”, de diversas facultades de la Universidad Veracruzana (UV) y del Instituto Tecnológico Superior de Xalapa (ITSX) han realizado paros laborales o han participado en marchas y otras acciones.
Cuando las instituciones de educación superior particulares o privadas, donde se pagan colegiaturas que van desde los mil 500 a los nueve mil pesos mensuales, no han fijado ni un pronunciamiento respecto a la desaparición de normalistas guerrerenses.
La población, no sólo xalapeña sino también mexicana, requiere unificarse para frenar los abusos y las masacres ejercidas por el poder gubernamental del país.
Las escuelas privadas mencionadas son de gran importancia para la capital del estado y, por ello, lo más esperado es que se sumen al movimiento normalista.
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