En Xalapa se camina de lado

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ENTRENANDO PARA LAS OLIMPIADAS Sin ninguna supervisión por parte de las autoridades competentes, en Xalapa cada quien hace su entrada de la altura que se le antoja, o que necesita. 

En nuestra ciudad primero fueron las barrancas, luego las casas, después las calles, más tarde los autos y al final, sólo al final, fueron las cocheras. Por eso en Xalapa por las banquetas se camina de lado.  

 

POR ALEJANDRO HERNÁNDEZ Y HERNÁNDEZ/FOTOS: CAROL SUÁREZ

 

La mala planeación urbana y un pensamiento romántico y bucólico, de que aquí nunca habría automóviles, han hecho que en Xalapa se camine de lado; con una pierna encogida y otra estirada cada paso del xalapeño recuerda que los últimos en llegar a esta ciudad fueron los automóviles, y que cuando hubo que hacerles cocheras también hubo que hacer rampas desniveladísimas que rompieron, no sólo con la hegemonía de la banqueta sino todo sentido común y con cualquier mediana medida de la protección civil internacional.

Generaciones enteras han crecido con raspones disparejos, en una sola cadera, porque primero es la comodidad de un coche subiendo a su morada que el tránsito seguro de un peatón por la banqueta. Y la autoridad competente, en este caso el municipio, cuando pudo hacer algo no lo hizo y dejó que cualquiera, en aras de tener su automóvil bajo resguardo, rompiera las aceras, tuvieran éstas la altura que tuvieran. Por eso en Xalapa cada quien diseña su resbaladilla, perdón, su entrada de cochera de la altura que se le antoje sin importar que rompa con el sutil desnivel, de menos de quince centímetros, que marca el reglamento de Desarrollo Urbano.

Pero bueno, eso hasta se entiende en el centro histórico, o hasta en las colonias aledañas a él que son las más antiguas de la ciudad, sin embargo, que existan rampas enormes en colonias nuevas en donde se supone que ya se tenía la experiencia de tantos xalapeños “caídos en combate”, resulta ya una necedad civil y una apatía total de las autoridades municipales. Ni modo, aquí nos tocó vivir y caminar… de ladito.

Comentarios y sugerencias: motardxal@gmail.com