En México el 76 por ciento de las uniones infantiles se presentan en niñas y adolescentes. Los territorios con mayor incidencia son: Estado de México, Chiapas, Veracruz, Guerrero, Oaxaca y Nuevo León.
Los casos de matrimonio infantil continúan registrándose en distintos estados de la República Mexicana, como Veracruz, situación que han dado a conocer investigadores y defensoras de los derechos de las mujeres.
La Red Nacional de Refugios (RNR) indica que solo en el año 2020, 313 mil niñas y niños fueron víctimas del matrimonio infantil, considerado un delito.
Las organizaciones feministas exigen políticas públicas y estrategias en los tres niveles de gobierno para erradicar estos hechos.
Ese mismo año, 19 mil 417 mujeres de 12 a 17 años de edad estaban casadas o vivían en unión libre en el estado de Veracruz, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El 25 de abril de 2023, el gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la reforma al Código Penal Federal, misma que castiga hasta con 22 años de prisión, la cohabitación forzada de menores de edad.
La RNR revela que tres de cada cuatro niñas son víctimas de uniones forzadas en México.
“El matrimonio de niñas constituye una transgresión a sus derechos humanos, son prácticas inadmisibles que afectan gravemente su vida, salud, educación e integridad, incremetando los niveles de violencia contra ellas”, señalan las activistas.
En México el 76 por ciento de las uniones infantiles se presentan en niñas y adolescentes. Los territorios con mayor incidencia son: Estado de México, Chiapas, Veracruz, Guerrero, Oaxaca y Nuevo León.
“Aunque no existe un registro oficial, se estima que 313 mil niñas, niños y adolescentes son víctimas de matrimonio infantil”, insistió la Red Nacional de Refugios.
DICTAMEN EN EL SENADO
En octubre pasado, el Pleno del Senado aprobó con 76 votos reformar la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, a fin de que las autoridades de los tres ámbitos de gobierno, adopten medidas integrales que protejan a la niñez contra las prácticas nocivas que representa el matrimonio infantil.
Con ello, el dictamen a la minuta que envió la Cámara de Diputados, busca plasmar que las autoridades federales, de los estados, municipios y de las demarcaciones de la Ciudad de México adopten medidas integrales para la protección de niñas, niños y adolescentes contra las prácticas nocivas de cesión a título oneroso o gratuito, con fines de unión formal e informal o consuetudinaria.
Dichas medidas, precisa el documento, deberán garantizar acciones afirmativas respecto de las niñas, niños y adolescentes que formen parte de comunidades indígenas, afromexicanas, con discapacidad, en situación de migración o desplazamiento o en exclusión social.
Las implicaciones del matrimonio infantil, explicaron las y los legisladores, representan una práctica que altera el desarrollo integral de las y los menores como: su derecho a la salud, principalmente a la salud reproductiva, embarazos, maternidad y paternidad prematura.
Además de su derecho a la educación, por el abandono escolar, rezago educativo y en muchas de las veces, sobre todo en el caso de las niñas, se les inserta de forma prematura en un rol doméstico, lo cual implica explotación física y una condición violatoria de la igualdad de género.
En el dictamen, las y los senadores subrayaron que en México hay aproximadamente 39.2 millones de niñas, niños y adolescentes, y es uno de los 10 países a nivel mundial con mayor número de matrimonios infantiles.
Por tal motivo, se puntualiza que es fundamental legislar en esta materia, ya que al momento de que dicha práctica tiene consecuencias y violaciones hacia la integridad y derechos de los niños, niñas y adolescentes.
EMBARAZOS EN NIÑAS
La tasa promedio de nacimientos en madres de 15 a 19 años, en el periodo de 2017 a 2021, fue de 35.3 por cada mil adolescentes.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que, en cuanto a la condición de unión en madres de 15 a 19 años en 2021, 70.8 por ciento estaba en una relación de pareja: 51.7 puntos porcentuales por encima de las madres adolescentes solteras
(19.1 %).
En junio de 2019 entró en vigor la reforma al artículo 148 del Código Civil Federal. En este caso se estableció que, para contraer matrimonio, es necesario haber cumplido 18 años.
En este contexto, del grupo de madres menores de 15 años, 54.9 por ciento estaba en pareja, sea en matrimonio o unión libre.
De acuerdo con la Estadística de Nacimientos Registrados en la República Mexicana, el año en el que se registró la tasa más alta fue 2017, con un valor de 44.3.
En los años subsecuentes, disminuyeron los nacimientos en madres menores de 20 años: 2021 fue el de menor tasa, con 26.3 nacimientos por cada mil.
Lo anterior resultó de 147 mil 279 nacimientos en jóvenes de 15 a 19 años. De 2019 a 2021, la tasa de nacimientos en niñas menores de 15 años permaneció en 0.2 por cada mil. Para ese último año, la tasa equivalió a 3 mil 019 nacimientos.
Al observar la condición de actividad económica, 74.9 por ciento de las madres adolescentes no trabajó, mientras que 20.5 por ciento sí lo hizo. Este comportamiento es similar en las madres menores de 15 años: 74.4 por ciento no trabajó y 19.7 por ciento sí.
NORMAS SOCIALES
El término matrimonio infantil se utiliza para describir una unión legal, informal o consuetudinaria entre dos personas en la que al menos una de ellas es menor de 18 años.
El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF) señala que esta práctica es reflejo de las normas sociales y culturales existentes y una de las formas más generalizadas de abuso sexual, explo- tación y violencia, principalmente, contra las niñas.
En México ha disminuido ligeramente el matrimonio infantil en las generaciones recientes: mientras un 25.7 por ciento de las mujeres nacidas entre 1959 y 1963 se casaron o unieron antes de los 18 años, la proporción es de 21.3 por ciento entre las mujeres nacidas entre 1989 y 1993.
De acuerdo con cifras oficiales, el matrimonio infantil es más frecuente en las zonas rurales: 30.9 por ciento de las mujeres de 15 a 54 años residentes en áreas rurales se casaron o unieron antes de cumplir los 18, a diferencia del 18.9 por ciento de las mujeres que viven en zonas urbanas.
La situación se agrava entre las mujeres hablantes de lenguas indígenas, en donde un 34.8 por ciento de ellas se casó o unió antes de los 18 años.
La práctica del matrimonio infantil persiste en las generaciones jóvenes: 9.0 por ciento de las mujeres residentes en áreas rurales de entre 15 y 24 años se unieron aun siendo niñas, proporción del 7.2 por ciento en áreas urbanas.
Esta práctica tiene consecuencias negativas en el desarrollo físico y emocional de las niñas; es causa de abandono escolar, y un factor que limita sus oportunidades de desarrollo y autonomía.