Templo I de Tikal

0
408

Este importante monumento de la civilización maya  se encuentra en la región de Petén, Guatemala, dentro del conjunto arqueológico de Tikal, que ocupa una superficie de casi 70 kilómetros cuadrados rodeados por la espesura de la jungla tropical.

En el centro de toda esa superficie aparece una plaza de 85 x 67 metros, y a ambos lados de esa plaza se yerguen dos grandes pirámides, de las cuales, una de ellas es el Templo I o Templo del Gran Jaguar. Una construcción que se estima que se levantó en torno al año 500, durante el periodo clásico de la cultura maya.

El templo en sí es una pirámide escalonada, construida a base de un núcleo de piedras y argamasa, todo ello revestido de piedra labrada unida con mortero.

El santuario es un espacio bastante pequeño, y aun así consta de tres cámaras unidas entre sí. Se trata de un interior cuya cubrición se hizo con una bóveda realizada con la aproximación de hiladas. Se piensa que en el interior del santuario se realizaban sacrificios rituales humanos. Algo bastante sádico, incluso se describe a veces como un sacrificio en el que era importante que la sangre de la víctima descendiera por la escalinata, mientras se le arrancaba el corazón para ofrecérselo a los dioses.

La denominación de Templo del Gran Jaguar, en parte se debe a que en el interior del dintel de acceso al santuario, aparece tallado este animal. Y no es el único resto escultórico hallado en el Templo I de Tikal. También en la cara exterior de la bóveda del templo se han encontrado otras figuras como una serpiente o un personaje sentado. Sin olvidar la crestería de la cubierta que culmina el edificio. Se trata de una crestería almenada en la que se ven complejos motivos, tanto pintados como esculpidos.