La victoria de México sobre Alemania en el día de ayer alteró los cálculos iniciales sobre qué selecciones del grupo F se clasificarán para los octavos de final. Suecia y Corea del Sur se medían en el Estadio de Nizhni Novgrod en un duelo en el que ganar parecía ser la única opción para tener opciones de pasar a la siguiente ronda. Los suecos volvían a disputar un partido en un Mundial desde 2006 y los coreanos comenzaban su novena participación. Dos selecciones de perfil bajo que sueñan con colarse en octavos, aunque la victoria de México en el debut no les deja mucho margen de maniobra.
Fue Corea del Sur la encargada de poner el balón en juego y la que pareció salir con más ganas de llevarse el partido. Los asiáticos se apoyaron continuamente en Son Heung-min, quien tras una gran temporada en el Tottenham llega a Rusia siendo la referencia de su selección. Sin embargo, pese a los intentos de llevar la iniciativa del partido, Corea del Sur acabó los primeros cuarenta y cinco minutos sin ningún tiro a puerta. Suecia, por su parte, fue ganando peso con el paso de los minutos y acumuló dos grandes oportunidades en las botas de Berg. Hyun-Woo Cho, guardamete coreano, se lució con una impecable parada en el área pequeña cuando la afición amarilla ya estaba cantando el gol. Las dificultades en defensa de los asiáticos fueron reluciendo y la baja sueca de última hora de Lindelöf también hizo mella en los europeos.
Al descanso se llegó con 0-0 en el marcador y con dos equipos que parecían incapaces de abrir la lata; Suecia por falta de acierto y Corea del Sur por ausencia de oportunidades. En la reanudación el partido continuó con la tónica de la primera mitad, en un encuentro donde las faltas y los córners fueron los protagonistas. Hasta 42 infracciones llegó a señalar el árbitro del partido, el salvadoreño Joel Aguilar. Una de ellas fue la que terminó siendo decisiva y acabó decidiendo el encuentro.
Corría el minuto 62 cuando Claesson fue derribado en el área por Kim Min-Woo. El colegiado no señaló nada y Corea del Sur se apresuró a armar una contra que nunca llegaría a terminar. En mitad de la estampida asiática hacia la portería rival, el VAR entró en acción. Una toma, dos tomas; nada claro. Una tercera imagen en la que se veía cómo el defensa no tocó el balón terminó de decantar la decisión. Penalti a favor de Suecia. El central Granqvist cogió el balón y fue el encargado de tirar la pena máxima. Un disparto raso y a la izquierda del portero convirtió el primer y único gol del partido. Suecia, una selección ordenada pero con poco fútbol, se encontró con un tanto que de no ser por el VAR parecía nunca habría llegado.
Corea del Sur trató de reponerse en la media hora que quedaba. Son Heung-min siguió intentándolo por banda, pero los centros laterales y los balones al área no surtieron efecto. A falta de 20 minutos saltó al terreno de juego Lee Seung-woo, quien estuviera llamado a ser la estrella coreana y que llegó a jugar incluso en la cantera del Barcelona. Con su entrada al verde Corea del Sur recuperó el control del partido y tuvo unas cuantas ocasiones para igualar el marcador. El tiempo fue consumiéndose y las últimas acciones solo sirvieron para poner nerviosa a Suecia. Cuando sonó el silbato tras los noventa minutos, los europeos se aseguraron pelear por estar en octavos, teniendo que hacer frente todavía a los dos rivales más fuertes del grupo F: México y Alemania.
Tomado de ABC