La peor noticia del sorteo de los octavos de final de la Champions para los equipos españoles le cayó al Atlético. El patinazo en la última jornada de la fase de grupos contra el Brujas tuvo su consecuencia. El inesperado empate le condenó al segundo puesto y la bola le emparejó con la Juventus de Cristiano Ronaldo. Más amable resultó la mañana para el Madrid y el Barça. Los blancos se enfrentarán al Ajax y los azulgrana, al Lyon.
Si el equipo de Simeone quiere seguir aspirando a la final en su estadio, deberá saltar el muro turinés, dominador absoluto en Italia, con ocho puntos de ventaja sobre el segundo clasificado (el Nápoles) tras ceder apenas un empate en el primer tercio de la Serie A. Descontado su monopolio doméstico (ha ganado las siete últimas ligas), su fijación es la Champions, un torneo que solo ha levantado dos veces y en el que ha perdido las últimas cinco finales disputadas. Para invertir esa tendencia fichó el pasado verano a Cristiano Ronaldo. El encuentro de vuelta se jugará en Turín.