Soñaba con ser médico

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La menor de edad que hace una semana fue asesinada y calcinada en Nanchital, era una apasionada de la vida que deseaba estudiar Medicina; en Veracruz, ella es el feminicidio 85 y sigue impune

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Las autoridades recogieron sus restos y los llevaron al SEMEFO, minutos después se comprobó que era la menor de edad extraviada.

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Afuera de su casa, en una colonia popular de Nanchital.

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Era responsable y entusiasta de la vida.
POR Martín Cruz
Liberal del Sur
Muchos de los mensajes que Gloria Vianey posteó en su cuenta de Facebook eran el marcado reflejo de una jovencita llena de alegrías, sueños y aspiraciones. Ocho días han transcurrido que esa menor de edad fue encontrada muerta, calcinada, en un predio baldío de Nanchital, y hasta el momento no hay un solo culpable detenido.
Una semana que para la señora Gloria Ventura, su madre, ha sido como una pesadilla de la cual ya quisiera despertar y volver a estrechar en los brazos, besar y recostar en sus piernas a su pequeña Naney, como le llamaban. Pero la tragedia se ciñó sobre la familia Velázquez Ventura, y ese despertar a partir de aquel irónico Día de Muertos más triste para quienes tuvieron la dicha de compartir momentos imborrables con la víctima de la violencia que impera en Veracruz.
“Era una joven alegre, una joven como cualquier otra de su edad, Tenía sueños, aspiraciones, metas por cumplir” refiere su madre.
Gloria Vianey Santiago Ventura, de 15 años, se convirtió en la número 85 de una larga lista de feminicidios en el estado de Veracruz, según la ONG Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidios. Pese a la existencia de una ley que garantiza el acceso a una vida libre de violencia para la veracruzana, la chica nanchiteca supo lo que es esa letra muerta.
Ella era fruto del segundo matrimonio de la señora Gloria Ventura Valencia. La jovencita vio por primera vez la luz, un 25 de agosto de 1998.
Quería ser médico Cirujano, cuentan sus familiares y amigos. Quería salvar vidas y ayudar a quien lo necesitara. Para ello se preparaba con ahínco. Actualmente estudiaba el primer semestre de preparatoria en el Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz Plantel 34, además cursaba Inglés y Computación los fines de semana, con la ilusión de algún día ser propietaria de un negocio de rentas de computadoras y ayudar a sus padres.
Era una joven tranquila, reservada en algunas cosas. Era una chica de su hogar, salía poco; uno de sus mayores pasatiempos eran las redes sociales, tomarse fotos, subirlas y comentarlas.
Sus compañeros y amigos la definen como tranquila, responsable y estudiosa. Siempre supo ser una gran compañera. Ponía todo lo que estuviera de su parte para cumplir con las tareas encomendadas por los maestros. Sus hermanos, Estefanía y Abelardo Vásquez Ventura, la querían mucho, decían que era la mejor hermana del mundo.
No tengo más palabras: “Sólo quiero que se le haga justicia y aparezcan los culpables que privaron a mi bebé de su existencia, ella que tenía todo un futuro por delante”, dijo la madre.
Pero hasta ahora, el subprocurador de la zona, Ricardo Carrillo Almeida, no ha dado ni un resultado sobre este caso. Los días han pasado sin que este funcionario ponga a trabajar a los MP a su cargo y al personal Ministerial. Se suma a la larga lista de crímenes sin resolver en Coatzacoalcos.
“Me bajaron tan rápido de mi nube”, fue uno de los comentarios que a mediados de octubre la jovencita hizo en su cuenta de Facebook.
La última vez que Gloria Ventura escuchó con vida a la jovencita, fue el 1 de noviembre. Por la tarde de ese día, la joven salió de casa ubicada en la colonia «Tanque Doce», acompañada de su hermana Estefanía. Ambas se dirigieron al Mirador, un lugar silencioso ubicado en la colonia Campo Nuevo. Ahí, Gloria Vianey se reuniría con su pareja sentimental, Rafael Sosa, para dialogar por un asunto delicado. Tenía varios meses de embarazo y no sabía qué hacer.
La jovencita tenía tres meses de gestación, y le informaría al novio que su familia la apoyaría si él no estaba dispuesto a ofrecerle un futuro a su hijo. Entonces, su hermana Estefanía, quien era la única enterada, se marchó al verla acompañada por su pareja confiada de que retornaría sana y salva a su hogar.
Pero después de las diez de la noche las cosas tomaron otro rumbo. La desesperación comenzó a apoderarse de los familiares de Gloria Vianey, al no saber de su paradero. Por lo que de forma insistente, marcaron y enviaron mensajes a su teléfono celular, llamadas y mensajes que jamás respondió.
La buscaron llamando a familiares y amigos, y nadie daba razón de su paradero. La búsqueda se prolongó a la mañana siguiente, la búsqueda fue incesante hasta que decidieron recurrir al novio, quien hasta ese momento había sido el último en verla.
Alrededor de las 10:00 horas del 2 de noviembre, comenzó a circular la fatal noticia de que una joven había sido ultimada en el interior de un lote baldío. Conforme iban pasando las horas, mayor era la angustia de los padres de Gloria Vianey al no saber de su paradero. Hasta ese momento ella no les había marcado ni respondido los mensajes, el panorama era desalentador.
Las señas particulares de Gloria Vianey que sus padres ofrecieron a las autoridades la mañana de ese día domingo, coincidieron con los rasgos de la jovencita que con saña enfermiza había sido asesinada en el terreno de la antigua terminal de petroleros.
Los familiares de Vianey, arribaron al lugar con la esperanza de que se tratara de una equivocación o una caprichosa coincidencia, pero en la medida que pasaban las horas, todo apuntaba que la joven a la que habían privado de su existencia en ese sitio se trataba de Gloria Vianey. Minutos después, la trágica confrontación con la realidad llegó. Sus padres identificaron el cadáver de la menor. Un duro golpe para la familia, que consternó a la zona sur.
La muerte de la joven, ha sido una terrible prueba que poco a poco la familia irá superando. A raíz de ello, la señora Gloria Ventura, comenta que su esposa ha resentido mucho la ausencia de su hija y se mantiene constantemente atendido en el hospital de Pemex, debido a que en los últimos días su salud se ha ido complicando al no asimilar y hallar el consuelo por esta terrible pérdida.
La casa se siente tan vacía sin Vianey, algunas de sus pertenencias están como en vida le gustaría que estuvieran. Sin embargo, en busca de consuelo y resignación, pide ya no hablar sobre este tema tan doloroso. Y que las autoridades muevan cielo mar y tierra para esclarecer este crimen que no debe quedar impune.
A una semana del cruento asesinato de la joven, las autoridades competentes continúan con las líneas de investigación. Se ha llamado a declarar a más de diez personas sobre estos hechos que indignan a toda la sociedad.