Alexandra Sotelo Sánchez, psicóloga de profesión, comentó que una de las consecuencias que podría dejar en el sector Salud la pandemia de COVID-19 es un estrés postraumático, mismo que la Secretaría de Salud no ha analizado y tampoco atiende como medida preventiva.
Esto, apuntó, podría generar que los trabajadores de la Salud, más adelante, cuando todo esto pase, se vea abrumado y por ende no pueda realizar sus labores de manera correcta, pues estará severamente afectado psicológicamente de lo que ahora está viviendo.
“Que vean a alguien estornudar o algo así, que de repente les dé un ataque de ansiedad o cualquier cosa que remita al suceso les pueda estar generando eso, eso no se está previniendo porque vas a tener un montón de personas que no van a rendir bien laboralmente, que van a estar pasando por eso, vas a tener un montón de médicos, camilleros, enfermeras, ansiosos o deprimidos”, puntualizó.
Es por ello que dijo, es necesario que se empiece a trabajar con el personal médico y en la contención futura de esta situación; en ese sentido, expuso que se deben generar estrategias a mediano plazo para evitar un daño mayor.
“Y hay varias estrategias por ejemplo rotar el personal, variarles las labores, hay estrategias para prevenir que el impacto sea tan grande y lo que se puede hacer es pensar en tapar el pozo, es decir ¿Estoy preparado para atender, en rehabilitar emocionalmente a mis empleados?”, subrayó.
La psicóloga dijo que además de la enfermedad como tal, el personal de salud está lidiando con el rechazo social que normalmente no enfrentaban.
“Está siendo un fenómeno muy difícil de asimilar para el sector salud, para los vestidos de blanco (…) la sociedad somos una sociedad que ensalza a las prácticas médicas, entonces de repente ser tu quien está sacando la chamba y que además la sociedad te diga apestado y te empiece a agredir es como un dejar de ser de la noche a la mañana el consentido de mamá”, remató.
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