Rufina limpia casas para tener dinero y buscar a su hijo

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B232BF5E-3314-4CC9-94C7-E2629FC44D97Ha participado en caravanas de búsqueda que se han realizado en otros estados como Guerrero, pese a su problema de artritis en las rodillas.

 

Rufina Abaroa Rodríguez labora como ama de casa para juntar unos pesos y poder salir de la ciudad en busca de su hijo Alfredo Hernández Abaroa, un trasladista de 42 años, desaparecido desde el 26 de agosto de 2016.

Hasta el momento no hay avances en las investigaciones por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE).

Ella ha participado en caravanas de búsqueda que se han realizado en otros estados como Guerrero y Michoacán, pese a su problema de artritis en las rodillas.

Ha ingresado a la sierra, a la morgue del Servicio Médico Forense (Semefo) y a las cárceles.

Viaja con recursos propios, pero su cuerpo luce cansado.

Reprueba que la Fiscalía General de la República (FGR) se niegue a atraer la investigación por la desaparición de su hijo, pese a que la última vez que su supo de él fue en carretera.

En aquel entonces, el trasladista de vehículos pidió un “aventón” después de hacer su trabajo en Tierra Blanca.

Se sabe que envió un mensaje de WhatsApp, revelando que se encontraba en carretera, a la altura de la zona conocida como “Brinco la Esperanza”, en los límites de Veracruz con el estado de Puebla.

“Pero mi hija, cuando hizo la denuncia, el
Fiscal le dijo que era conveniente que mejor se dijera que era en Veracruz (donde había desaparecido), en un café donde estuvo horas antes que se llama Blum, en la calle Sayula de Alemán”.

La mujer tiene 66 años, pero no pierde la esperanza de encontrar a su hijo.

La señora pide a las autoridades federales que intervengan para encontrar a su hijo, quien radicaba en la Ciudad de México, viaja por todo el país y desapareció en Veracruz, en los límites con el estado de Puebla.