El suelo erosionado hace que los fuertes rayos del sol brillen sobre la árida tierra. No hay sombra por la falta de árboles y un muro de contención, de unos tres metros de alto y 100 de largo, divide al fraccionamiento Las Fuentes del Bosque Don Roberto, ubicado en la zona sur de la capital del estado.
Es un terreno de cinco hectáreas que fue devastado por la construcción de viviendas en la unidad habitacional, cuyo acceso principal se encuentra sobre el bulevar Rafael Guízar y Valencia, mejor conocido como Arco Sur.
Las veredas se observan a orilla del bulevar Fuente de Tláloc, que conduce a los condominios de Las Fuentes, donde, en temporada de lluvias, son constantes los derrumbes y encharcamientos que obstaculizan la vialidad.
Las vacas degustan la poca vegetación que se conserva en la zona, misma que ha sido golpeada por el crecimiento desmedido de la mancha urbana y la invasión de áreas verdes.
Las empresas planeaban construir también sobre dicho espacio del Bosque de Don Roberto, que es una propiedad privada y que ha sido defendida por grupos ambientalistas dedicados a la conservación.
Armando Uresty Ramírez, vicepresidente de la Cooperativa del Bosque Don Roberto, camina sobre un pequeño cerro que conduce a la zona afectada. Esquiva algunas ramas con espinas y se escabulle entre angostos caminos.
Muestra el espacio que fue donado por la cooperativa mencionada, donde quedará un memorial en honor a personas desaparecidas o asesinadas en el estado de Veracruz.
En el lugar serán sembrados árboles con la fotografía de cada una de las víctimas, como parte de una lucha social y la exigencia de justicia en cada uno de los casos.
REFORESTACIÓN TOTAL
Se busca reforestar el área de cinco hectáreas que fue devastada, mediante permisos ilegales otorgados a constructoras en administraciones municipales pasadas.
“Deforestaron la zona intentando construir, si te das cuenta estaba muy oculta a la ciudad porque así actúan estas personas, mientras haya gente que compre estas casas eso va a seguir y va a seguir”, expresa.
Los encargados de la Cooperativa del Bosque de Don Roberto se sumaron a la iniciativa “Toda vida vale”, impulsada por la activista Alma Cecilia Carmona Ortega, quien ya ha encabezado la siembra de más de 50 árboles en honor a personas desaparecidas, en diversos puntos de Xalapa.
El pasado 28 de marzo fueron sembrados 24 árboles en el bosque mencionado con las fotografías de quienes fueron víctimas de crímenes de odio por homofobia o transfobia.
Después de ello, se trabaja en la adecuación de un memorial, que sea considerado un lugar establecido, dedicado a la mencionada actividad, con dicho simbolismo.
“Dimos el espacio para que se haga esta actividad que nos gustaría elevar a calidad de memorial donde ya haya un lugar dedicado para esta actividad y darle la infraestructura que se requiera para que esto sea un lugar muy agradable y de respeto sobre todo por el simbolismo tan fuerte que es. La idea es que cada árbol representa a un desaparecido”, comenta Uresty Ramírez.
ADOPTA UN ÁRBOL
Mientras señala hacia donde concluye el área afectada, recuerda que la gente podrá sembrar y adoptar un árbol en memoria de los desaparecidos, garantizando el desarrollo y preservación de la planta.
“La filosofía hermética hablaba de la capacidad de transformar la energía negativa en positiva, creo que esta es una acción con esa perspectiva, porque tuvo que haber un desaparecido para que hoy esta iniciativa dé más valor a la vida”, refiere.
La ingeniera forestal Alma Edith López Hernández, presidenta de la asociación civil Gestión Integral para el Desarrollo y la Conservación Ambiental (Gidca), platica sobre los beneficios de la plantación de árboles en la zona.
Se calcula la siembra de 850 árboles en cada una de las cinco hectáreas, un total de 4 mil 250 plantaciones que darán vida al espacio natural.
En esa superficie habrá distintas especies de árboles, como liquidámbar, encino y otras endémicas del bosque mesófilo de montaña, que abunda en la región de la capital del estado.
Los trabajos se llevan a cabo en coordinación con la Cooperativa del Bosque Don Roberto y la organización Regalemos un Paraíso.
“La cooperativa Bosque Don Roberto aporta el espacio, que es un suelo muy degradado, fue devastado por las construcciones y lo vamos a ir restaurando con estas reforestaciones”, enfatiza López Hernández.
López Hernández garantiza que los árboles ya sembrados recibirán el mantenimiento necesario para garantizar su conservación, pues serán rociados con agua de manera frecuente.
ZONA ECOTURÍSTICA
El biólogo Rafael Hernández Araujo, presidente de la asociación civil Regalemos un Paraíso, considera importante la integración social y la participación ciudadana en la mencionada conservación.
“Regalemos un Paraísose suma a esta iniciativa, de entrada nos invitaron para contribuir en la selección de especies a plantar y también para integrar a la sociedad. Lamentablemente, en los temas de conservación a veces son los problemas que hay, las personas se ven ajenas a los entornos, como lo vemos, en este lado están las casas, las divisiones y vemos las vegetaciones ajenas a nosotros”.
A su juicio, también podría establecerse una zona ecoturística, donde se promueva la cultura de la paz, a través del memorial en un sitio natural.
“El sitio en general, el bosque tiene tanto terreno que se presta para el senderismo, la observación de aves, para muchas actividades, que son importantes no sólo para el desarrollo del ecosistema sino de la identidad de las sociedades que lo rodean”.
De acuerdo con Hernández Araujo, con dichas actividades se pretende detener la depredación de las especies de flora y fauna, sobre todo en la zona sur de la ciudad.
“Porque la vida silvestre que vemos deambular en las calles, literalmente está viviendo como refugiados dentro de su mismo ecosistema”, indica.
Cabe recordar que en el estado de Veracruz hay más de siete mil fichas de desaparecidos, acumuladas en el periodo 2001-2021.
Activistas han realizado el monitoreo en el registro público de personas desaparecidas, así como en la información que proporcionan las comisiones de búsqueda.
Aunque los datos varían en distintas dependencias, Veracruz ocupa uno de los primeros lugares a nivel nacional con más fosas clandestinas identificadas e intervenidas.