Poder Judicial de Veracruz preocupado porque jueces federales liberan delincuentes

0
174

La Presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Lisbeth Aurelia Jimenez Aguirre lanzó un “extrañamiento” a los jueces federales que están otorgando una lluvia de amparos en contra de resoluciones locales, en materia de prisión preventiva oficiosa.
A través de un comunicado jurídico, Jiménez Aguirre expuso que aunque las resoluciones jurídicas federales deben acatarse, las últimas resoluciones han sido polémicas y bajo la elaboración de formatos genéricos y no de estudio del caso en concreto.

La Magistrada Presidenta además aseveró que homicidas, pederastas y secuestradores están logrando salir de prisión gracias a suspensiones provisionales otorgadas por jueces federales. Expuso que las autoridades jurisdiccionales federales otorgan los cambios de medidas cautelares a través de “machotes” en los que ni siquiera se menciona la gravedad de los delitos y con ello logran que los responsables obtengan su libertad.: «Son casos de secuestro, homicidio, pederastia. Son de los que más o menos nos han llegado”, dijo.

“Lo que me resulta verdaderamente alarmante es que, desde el trámite del incidente de suspensión provisional se están resolviendo, prácticamente de fondo, los asuntos. Para ser más clara, todos aquellos que nos dedicamos al derecho y en específico a la rama penal, sabemos que las medidas cautelares nunca pueden ser un adelanto del fondo. En esa misma lógica, el incidente de suspensión, por regla general, no puede resolver el fondo del amparo porque si no lo dejaría sin materia”.
La titular del Poder Judicial en Veracruz recriminó que en los últimos años se ha desarrollado la teoría de la apariencia del buen derecho.
“Y éste se debe analizar caso por caso, es decir, cada controversia tiene sus características y su forma de resolverse. No existen pues, fórmulas que se apliquen de manera exacta o inequívoca a todos los asuntos, sino que los juzgadores debemos analizar las pruebas con las que contamos bajo la perspectiva de la independencia judicial. Circunstancia que, a mi parecer, no se cumple a cabalidad con esta tendencia o determinación de los Juzgadores Federales de conceder la suspensión en todos los casos, sin preocuparse por estudiar más a detalle en qué casos puede aplicar la prisión preventiva”.
La magistrada veracruzana exhibió que hoy su homóloga federal está concediendo la protección del amparo de manera anticipada, en el incidente y no en el fondo.
“Para mayor claridad de lo que expongo, que les parece si imaginamos un caso hipotético, qué pasaría si en un asunto determinado, a un imputado por el delito de Secuestro, a quien se le había impuesto la medida cautelar de prisión preventiva, el Juzgador Federal le concede de manera anticipada la suspensión provisional para el efecto de que ya no se aplique dicha medida. Lo cual tendría como consecuencia, que esa persona sea liberada de manera inmediata por ese delito, es decir saldría de prisión”.
Y más adelante, al resolver el juicio principal del mismo Amparo, el propio Juez Federal (o en revisión los Magistrados del Tribunal Colegiado de Circuito) determina no concedérselo.
“Estaríamos sin duda, ante una incongruencia de las resoluciones federales, pues en la realidad, estas se contrapondrían al otorgar una libertad anticipada y luego revocarla. Sin tomar en cuenta la implicación social de dichas determinaciones. Ya que pasan por alto, todo lo que se necesitaría hacer para lograr la reaprehensión de dicha persona o peor aún, estarían facilitando que se sustraigan de la acción de la justicia y poniendo en peligro a las víctimas”.
En otras palabras, de facto, la autoridad federal está inaplicando la prisión preventiva, pero no solo la oficiosa, sino también la justificada; en delitos como privación de la libertad, homicidio, pederastia; yendo más allá de la propia jurisprudencia interamericana. Resolviendo de formato, sin analizar caso por caso.
“Considero que nuestro mandamiento constitucional, también nos exige que la justicia se aplique con perspectiva social y no utilizando formulismos, que no solo dejan en estado de indefensión a las víctimas, a los testigos y al propio proceso, sino también a la sociedad”.