Un equipo especial de la fiscalía busca restos humanos en fosa clandestina de la Cuenca del Papaloapan, familiares con desaparecidos abarrotan el SEMEFO de Cosamaloapan en busca de noticias
POR IGNACIO CARVAJAL
Apoyados con perros rastreadores, y maquinaria pesada, personal de la Procuraduría General de la República (PGR) busca restos humanos en un pueblo conocido como Tilapan. Los pobladores dicen que las autoridades llegaron desde el lunes y todos repiten que en ese tiempo han exhumado un montón de cadáveres. Los más reservados hablan de unas 17 víctimas, otros de más de 40.
Fuentes cercanas a la PGR aseguran que en el sitio sí han encontrado víctimas, y que fueron asesinadas por secuestradores. Negociaciones que salieron mal o simplemente ajustes de cuentas.
“Una persona que pasó por allí cuando la máquina estaba rascando, dice que contó alrededor de 20 fositas, y en cada una de ellas había al menos dos víctimas”, dice un curioso que mira de lejos los trabajos en el cañal.
El lugar está custodiado por elementos de la Secretaría de Marina Armada de México y por el Ejército Mexicano. Los elementos de la PGR en ese lugar confirmaron a Liberal del Sur que están en suelo veracruzano buscando fosas clandestinas dejadas por bandas de secuestradores.
“Estamos encontrando cosas, y lo que hemos hecho, le daremos parte al Ministerio Público del fuero común, nosotros solo estamos dando seguimiento a una pesquisa ordenada desde la ciudad de México”, dijo este diario uno de los encargados, quien no quiso abundar en detalles.
La zona en donde se encuentra la fosa, se ubica a unos 500 metros de la autopista Sayula–Cosamaloapan, en medio de una zona de cañales. El entierro se ubica a unos metros de una pequeña carretera interestatal que conduce a Loma Bonita y a Tres Valles, municipio en el que exhumaron 31 cadáveres en junio pasado.
En este punto también se encuentra relativamente cerca la localidad de Paraíso Novillero, en la que aparecieron ocho cadáveres en un entierro clandestino en julio de 2014.
También es Cosamaloapan, por ejemplo, foco rojo en materia de desapariciones, según la organización Colectivo por la Paz. En su última comparecencia, el titular de la fiscalía Veracruzana, Luis Ángel Bravo Contreras, reconoció 131 secuestros en los primeros 10 meses del 2014, de los cuales 14 víctimas murieron.
Los dos hechos, se recuerda, fueron ocultados por el gobierno de Veracruz, y solo se supo de ellos mediante la presión de los familiares de personas con desaparecidos que estaban a la espera de poder echar una mirada entre esos muertos para descartar que estuvieran allí sus víctimas.
“En el tiempo que llevan esas personas trabajando en Tilapan, han venido unas 30 ó 40 familias, sino es que más, a preguntar por los cadáveres que han sacado allá, pero acá no me han traído nada”, dijo el encargado del forense en Coasamaloapan, el lugar más cercano para depositar cadáveres.
“Si no llevan nada para acá, todo lo echan en unas camionetas, después de envasarlo en unas bolsas, y lo trasladan quién sabe a donde”, dice un cortador de caña de azúcar mientras espera la nueva jornada.
La versión del cortador es respaldada por otras personas de la zona que han estado al pendiente del caso. En los medios de comunicación de Cosamaloapan no sale nada, sin embargo, en donde quiera que se pare uno, se escucha la versión de “radio bemba”.
En este nuevo cementerio no hay ni rastro de personal de la fiscalía veracruzana, como lo han hecho en otros hallazgos. Solo se ve a elementos de la Marina cuidando a los enviados de la PGR con sus perros. Uno de los cuadrúpedos anda en medio del cañal rasqueteando la tierra, olisquea y su encargado, con chaleco de la PGR, lo sigue. El animal se nota inquieto en todo momento. Persive cerca el aroma a carne muerta.