Penguin Random House afianza su liderazgo en literatura juvenil con la compra de dos sellos de RBA

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Consolidar su liderazgo en el sector del libro juvenil y acortar distancias tanto en el infantil como en el mercado adulto en catalán, siempre con relación al Grupo Planeta, primer grupo editorial español. Y todo con el objetivo último de crecer y arañar cuota de mercado ante su gran rival, así en España como en América Latina. Esa es la trastienda del anuncio que Penguin Random House Grupo Editorial (PRHGE), segundo gran conglomerado editorial, ha realizado este jueves de su adquisición de los sellos Molino, Serres y La Magrana, hasta ahora en manos de RBA, en una operación de la que no han trascendido las cifras.

Para el lector, pero también para la industria, se trata de que Harry Potter, el protagonista de la serie de J.K. Rowling que publica Salamandra (selló que PRHGE compró en 2019 y que le llevó a liderar la franja juvenil) compartirá techo con la otra gran saga de ese segmento: Los juegos del hambre, de Suzanne Collins, cuya última entrega apareció en junio de 2020. La serie ha sido llevada al cine, traducida a más de 54 idiomas y publicada en 52 países. Pero la adquisición también convertirá a Potter en hermano del nada despreciable éxito de la trilogía Divergente, de Veronica Roth. O los no menos best-sellers Diario de Greg, de Jeff Kinney, o las series ya casi clásicas de la autora Enyd Blyton y de Elige tu propia aventura.

Desde la estrategia empresarial, la adquisición de Molino (fundada en 1933 y adquirida por RBA en 2004) y Serres (creada en 1995 por Poppy Grijalbo y su padre, el reputado editor Juan Grijalbo, orientada al público infantil, que vendieron en 2005) permitirá a PRHGE afianzar ese liderazgo en el ámbito juvenil, del que ostenta casi una cuarta parte del mercado. En el área de infantil, el dominio seguirá siendo para Planeta, pero hará que PRHGE recorte la ya escasa distancia entre ellos. Entre ambos segmentos, RBA representa un 4% de la facturación total.

Mercado en catalán

En esa misma clave de pugna entre los dos grandes grupos ha de leerse la adquisición de La Magrana, histórico sello catalán de 1975, que RBA incorporó a su catálogo en 2003, pero que en los últimos años estaba prácticamente inerte, a pesar de contar con las traducciones de autores como Philip Roth y Roald Dahl o haber descubierto voces autóctonas hoy indiscutibles como Marta Rojals.

Con esa adquisición, que se une a la recuperación del sello Rosa dels Vents (2002) y a la compra de La Campana (2019), PRHGE aspira a recortar la notable diferencia de cuota de mercado que ahí sí le lleva Planeta a través del Grup 62, que edita uno de cada tres libros que se venden en catalán. Fuentes del sector cifran en un 16% la facturación de la filial de la alemana Bertelsmann en un mercado en el que esa lengua es muy importante en el ámbito infantil-juvenil (casi siete de cada 10 libros de ese segmento se compran en catalán) y en el que la crisis puede facilitar más movimientos de fusiones, como la que este jueves mismo ha anunciado Grup Enciclopèdia, que ha adquirido el sello literario Viena, reconocido por su oferta de grandes clásicos modernos.

La compra también se puede traducir en megacifras: el liderazgo del mercado en lengua española seguirá en manos del Grupo Planeta, que según fuentes del sector rondaría hoy el 24% de cuota, pero permitirá a PRHGE acortar esa distancia desde su actual casi 21%. Un segundo aspecto pasa también por ver este último movimiento como que el segundo grupo editorial español compra tres sellos del hasta ahora sexto sello del ranking, laminando una cada vez más escuálida clase media editorial y ampliando así la brecha entre los grandes grupos y las pequeñas editoriales. RBA aprovechará para potenciar, amén de su línea de quiosco, uno de sus últimos buques insignia editoriales, la Serie Negra de novela policiaca, que desde ahora contará “con la incorporación paulatina de autores españoles”, según ha afirmado el grupo en un comunicado. También mantendrá las emblemáticas National Geographic, Integral y Gredos, si bien este sello filológico de clásicos de las letras españolas mantiene desde hace años una actividad mínima.

Desde 2015, cuando adquirió la mayoría de las editoriales comerciales del grupo Santillana (Alfaguara y Taurus), PRHGE ha llevado una activa política de compras, en realidad no muy alejada en pequeña escala a la de su sello madre, la estadounidense Penguin Random House, líder en su país. Sus adquisiciones son frecuentes en todo el mundo, incluso en el ámbito doméstico, como la que protagonizó el pasado noviembre al quedarse con Simon & Schuster, el tercer sello, por 1.800 millones de euros.

Tomado de El País