Cientos de personas viajan de todo el mundo para verla. No importa que eso les obligue a realizar largas colas. La mayoría de visitantes del Louvre de París están dispuestas a ello. Hablamos de la Gioconda, también conocida como Mona Lisa, una de las obras más famosas de Leonardo Da Vinci.
Si generalmente para poder disfrutarla el visitante tiene que lidiar con otros cientos que luchan por sacarle una foto, este verano esta situación ha ido a más. La obra permaneció durante tres meses en la Galería Médicis y, pese a que se encontraba estaba en un espacio amplio, la masificación ha estado presente todo este tiempo.
El motivo de dicho traslado estaba justificado. Durante este tiempo se han realizado unas reformas cuyo objetivo era facilitar la circulación de curiosos, además de rehabilitar el conjunto de la habitación. Además, se ha tratado de mejorar la visibilidad del cuadro gracias a la instalación de un vidrio antirreflectante,
Ahora, la Mona Lisa vuelve a su emplazamiento habitual, la sala de los Estados, que lleva quince años acogiendo a los más de cien millones de personas que quieren observar el famoso retrato durante unos segundos.
El artista, representante por excelencia del Renacimiento italiano, será objeto de una retrospectiva en este museo del 24 de octubre al 24 de febrero de 2020, con motivo del 500 aniversario de su muerte.
TOMADO DE LA VANGUARDIA.