Leonardo Prieto Ensamble presentó en Xalapa el disco “Sembrando”; desde Holanda pero, con México en su interior

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Este jueves 13 de octubre, Leonardo Prieto Ensamble presentó su primer disco titulado “Sembrando”, en compañía de amigos provenientes de Países Bajos, España, Austria y Alemania, uniéndose para crear un ensamble extraordinario que cautivó la noche y a todos los presentes en Cauz, el reconocido foro cultural en la capital del estado.

Mientras se conectan con las miradas, sus manos danzan sobre cada instrumento y la melodía hace explotar el ambiente; inician su concierto parte del tour por México que tiene como objetivo, dar a conocer este material grabado y hecho con pasión de estos grandes artistas.

El arte plasmado en la portada del disco y en las postales que incluye, fueron hechas por una pintora italiana que, admite Leonardo, admira desde hace mucho.

Cuando Fuensanta Méndez, en la voz, suelta el sonido, ellos combinan melodía en armonía singular. Méndez equilibra a todos, guiando con su voz y las maravillosas notas que suben y bajan, que quitan y dan, haciendo que un aura la rodee y haga centrar la atención en ese hipnótico momento.

Cómo si un bosque llamara desde el corazón, todos coordinan el alma y marchan al compás de la música, mientras el piano desde la derecha aclama presencia, el saxofón avisa el momento de entrar, la batería explota de emoción, el violín “llora” con belleza singular, la percusión replica el sonido y la voz hace eco por todo el lugar.

“Aúlla en medio del bosque de madera con música desde el interior. Ellos atentos a su llamado, mueven su cuerpo al ritmo con enorme emoción”

El concierto fue como un poema entre cuatro paredes que se inclinan ante el corazón del escenario, porque el ensamble logró hacer del jazz, de la fusión, de la riqueza musical y cultural de México y Cuba, además del talento de cada músico, un abrazo en todos los sentidos.

Ellos tocan una danza que se podría definir con la frase «ellas bailando sobre la tarima», a la par de la alegría y la «zapateada», ya que Leonardo Prieto ha asegurado que lleva a México dentro de él, que extrañaba la calidez del país que lo vio nacer, mientras estaba fuera de aquí en el frio de Holanda, y ahora ha dejado que su corazón lo guíe y pueda mostrar que su preparación y experiencia musical lo posiciona como una nueva alternativa para disfrutar del jazz y la tradición.

En algún momento de la noche, ellos «descontrolan» el ambiente y arman el fandango, cuando el mismo Leonardo se sube a la tarima y deja fluir el cuerpo enviando la energía a sus pies que zapatean como si hace años no lo hiciera, como si de ello dependiera el momento. Al zapateado, al jazz, al ritmo y al compás.

Prieto agradece al público la asistencia, y sobretodo da gracias por el hecho que estén ahí para escuchar, porque de eso se trata: ser parte de la magia pero escuchar, sentir y vibrar con ellos.

Una de las cosas más sorprendentes de este magnífico ensamble, es la complicidad, la conexión que denotan unos con otros, porque no hay miradas, no hay contacto, no hay ruido en la conexión de los instrumentos, de las almas, los “llantos” que hipnotizan al público y eso, los hace reventar el momento con pasión.

Aunque el jazz es considerado “música calmante o sosa”, es porque no han dejado que este género los deleite por completo, y es que entre estos momentos que parecen ser “calmos”, siempre hay un sonido que irrumpe para crear algo más.

“Alguien llama a esas almas que ansían la dirección porque ahora no son dos, no son tres, son ese ensamble que inicia la hoguera”; esa imagen es la que logran con cada tema que nos regalaron la noche de este jueves.
“Suben y bajan, van y vienen, suenan y hacen silencio tan solo al tacto. Cada cuerda baila y goza, cada superficie evoca un grito, y los aros retumban al compás para rematar con el aliento que adquiere una misteriosa forma al volar por el escenario; y la jarana conquista todo porque ahora es parte y el esmalte que le da aún más color”

Cuando termina el concierto, Prieto menciona que tocarán una canción más pero, no es de él; es de una cantante que él admira y que desea pueda compartir con el público.

Es así que por última vez, Fuensanta Méndez abre su corazón sobre el escenario en aquella noche para mostrar una canción propia, que admite, hace tiempo no tocaba. Y ahora es cuando ella canta “Pájaros azules”, el título de esta melodía que suena por Cauz para cerrar un impresionante concierto que rompe con lo rutinario y regala una nueva propuesta totalmente fresca a la escena del jazz.

Leonardo Prieto Ensamble aún tiene más presentaciones en México como parte del ya mencionado tour para dar a  conocer “Sembrando” su primer material grabado y que seguramente seguirá cosechando frutos en otras ciudades como en Irapuato y la Ciudad de México.

Para escuchar su álbum completo puedes encontrarlo en Spotify como Leonardo Prieto, en sus redes sociales: Facebook, Instagram, en su página web.

También puedes seguir en sus redes para seguir a todos los músicos que componen el maravilloso ensamble que se une para crear emoción y pasión con su música: Fuensanta Méndez, Pablo Rodríguez, Loek van der Berg, Johannes Fend, Daan Arets y Philip Kukulies.