La casa de los abuelos ya no es segura

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Foto: Gina Collins

Desde pequeños, quienes tuvimos la fortuna de crecer con nuestros abuelos, sabíamos que el segundo lugar más seguro después de tu casa era la casa de los abuelos.

Era divertido durante los primero 10 años de vida, recorrer cada rincón, tener tu propio escondite; y al lado de tus primos y hermanos convertir los sillones en una casa, la cama del abuelo en un barco y las verduras de plástico del comedor en balas.

Durante la segunda década de tu vida, los abuelos suelen ser el juez que siempre estará de tu lado; mientras en tu casa te conviertes en un chic@ rebelde, en casa de los abuelos te dejas consentir por los manjares que te cocina la abuela y el dinero que te regala el abuelo cuando te vas.

Es cuando avanzas en las siguientes décadas de tu vida, cuando te das cuenta que los abuelos se volvieron viejos, que caminan lento, que se vuelven más necios; es el momento, cuando aprecias que ellos necesitan más de ti y que tú de ellos, pero también es donde cada historia que te cuentan cobra vida en sus corazones y en el tuyo.

La casa de los abuelos ya no es un lugar seguro porque ha sido saqueada por ladrones.

Durante el 2019, en la ciudad de Xalapa, se registraron 225 robos a casa habitación, según datos del Informe de Incidencia Delictiva del Fuero Común Municipal del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública de la Secretaría de Gobernación.

Si bien esta cifra, durante el 2019 disminuyó un 15.7 por ciento, en comparación con el año 2018, donde se registraron 267 robos a casas, la realidad es que el problema existe y ataca a los sectores de la sociedad más frágiles.

Los abuelos, son una pareja de más de 80 años que se dedican a ver crecer a sus nietos; el abuelo es jubilado y ambos suelen estar en casa toda la semana, pero es el día domingo cuando deciden olvidarse de la rutina y acudir a los partidos de fútbol de los nietos más pequeños y a comer a la casa de algunas de las hijas.

Foto: Gina CollinsSu casa está ubicada en la avenida Miguel Alemán de esta ciudad capital; frente a ella acaban de aperturar el Hotel Klimt, la zona está rodeada de negocios, una gasolinera en la esquina, una llantera, una ferretería, hay tiendas, tortillerías, una escuela privada, consultorios médicos, clínicas de salud, farmacias e incluso, están construyendo dos nuevas plazas de locales; sin embargo, los asaltos y robos se registran frecuentemente en la zona.

Fue el domingo, cuando al parecer tres personas efectuaron el robo, de acuerdo a las indagaciones policiales, dos personas se encargaron de romper los cerrojos de la reja y puerta principal para entrar y robar rápidamente los artículos de valor que pudieran encontrar.

Según la policía, una tercera persona se quedó afuera, con una camioneta abierta, en este caso color blanca y de modelo reciente, para introducir los artículos y cuidar que no llegue nadie.

En pocos minutos, los ladrones desvalijaron la casa de artículos grandes como televisiones, computadoras y otros electrodoméstico que llamaron su atención, aunque lo importante fue la búsqueda por el “tesoro”; ubicaron el cuarto principal y lo pusieron de cabeza intentando encontrar dinero escondido, joyas y otros artículos de mayor valor.

En cuestión de casi media hora, salieron de la casa y tomaron su rumbo a un sitio donde las autoridades jamás los van a encontrar o al menos eso parece, ya que la mayoría de estos delitos no son resueltos y las bandas delincuenciales no han sido desarticuladas.

Hace menos de seis meses, a tres casas, otra pareja de abuelos de más de 75 años, sufrió el mismo incidente; todos los domingos, salen por alrededor de 2 horas a comer fuera de casa, fue el tiempo suficiente para que la banda de delincuentes, entraran al hogar y lo vaciaran.

Esa vez, consientes de que habría más tiempo para efectuar el robo, se llevaron más artículos, y al igual que en el primer caso, revisaron cada rincón de las habitaciones en busca de dinero y joyas, que fueron encontradas en los rincones que los abuelos encuentra para alojar sus pertenencias.

Desde esa ocasión, presuntamente patrullas de la policía municipal estarían más atentas de la zona; al interponer la denuncia correspondiente dieron aviso de que dos personas de la tercera edad habían sido saqueadas y por ello, el comandante estaría “atento” del teléfono para protegerlos y cuidar la zona.

Pero bastó que pasará un poco de tiempo para que el grupo de malhechores hicieran lo mismo en otra de las casas; pero la zona ya no es segura cada día se registran otros robos y asaltos, pues tan solo el día lunes, después del segundo robo, el X24 ubicado a media cuadra fue asaltado a la 1 pm.

Si bien es cierto, que los robos a casa habitación se registran en toda la ciudad, la realidad es que parece que algunas de las bandas utilizan su intelecto para atacar a grupos más vulnerables.

Son los abuelos quienes usan métodos poco seguros para ocultar dinero dentro de sus casas, son los abuelos quienes aún cargan y poseen objetos de oro y reliquias antiguas de gran valor, son los abuelos los que viven solos, tienen menos fuerza y confían más en que nadie les hará daño; y este, es el sector vigilado y atacado.

La realidad es que en la ciudad la casa de los abuelos, de la tía, del hermano, de la madrina, de los papás y la tuya ya no son seguras.