La amarga espera en las afueras de un hospital en Xalapa

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Familias pernoctan en el camellón frente al hospital de especialidades médicas Rafael Lucio a la espera de tener noticias de su familiar que se encuentra internado.

Debido a la pandemia no les permiten acceder a descansar en el albergue cercano al hospital, así que las familias han dejado su municipio y en unas pequeñas bolsas han cargado con algunas cobijas y pertenencias. 

Se mantienen atentos a la espera de tener noticias, para comprar medicamentos, “para lo que se requiera aquí estamos”, no nos podemos mover, dicen. 

La familia de Don Paco lleva nueve días pernoctando en el camellón, dos mujeres de edad mayor y él un adulto mayor que acaba de ser timado, le robaron el poco dinero que tenía para acabar el día ya que, justamente hoy viajaría a su municipio cercano a la laguna de Alchichica para: “Traer más dinero, porque no alcanza”. 

Don Paco dice que llego un hombre “bien vestido” diciendo que le quería dar un apoyo porque lo veía ya cansado, le quería dejar un dinero para comprar medicinas, pero, no tenía cambio, le dijo a Don Paco que le diera lo que traía – y que le traía el billete señalando una casa de frente con un portón blanco, Don Paco se lo dio sin dudar los casi 170 pesos que le quedaban, y el hombre se diluyo entre los carros, Don Paco piensa que se subió a un auto. 

“Aquí la gente que pasa solo esta ávida de atacarnos, no le molestamos a nadie, pero no nos quieren, en la noche hurgan en nuestras cosas los que piden monedas, no podemos dormir todos es por turnos sino agarran las cosas que traemos. Compramos unos costales porque llovizna en la noche y con eso nos tapamos, comemos las chatarritas que venden y para lo que nos alcanza galletas, o chicharrones, pero poco para que no den ganas del baño”.

Para Don Paco los policías solo pasan a tomarse su atole en las mañanas y por la tarde no los ven, pide más seguridad que hagan recorridos y se queden por ratos.

Laura viene de la comunidad de “La  Sombra” municipio de Alto lucero, dos horas más de camino, ella y su familia tienen nueve días en la intemperie, su cuñada esta debatiendo entre la vida y la muerte dentro del hospital, no les permiten acceder al jardín del nosocomio por el Covid pero ellos esperan por noticias, no se mueven ni se moverán porque no conocen a nadie en Xalapa, y moverse implica un riesgo y gasto. 

Ya esta cansada y angustiada, ha dormido por ratitos nada en la noche. Varias familias prefieren el anonimato, están cansadas y angustiadas. Tienen hambre e incertidumbre, coinciden en que necesitan más seguridad que les de certeza que no les quitarán lo poco que llevan consigo, ya que si no les permiten con todas las medidas pernoctar en un albergue deberán estar ahí en la calle expuestos a todos los virus y sorteando todos los peligros de la calle y la ciudad. La familia nunca te abandona.