FOTOREPORTAJE: IVAN SAH
En esta comunidad, el 60 por ciento de la población come lo que produce, pero este año la canícula afectó las cosechas de maíz, ¿qué vamos a comer?, preguntan mientras su voz hace un eco que se reproduce en el campo.
Cotaxtla, uno de los municipios más importantes en el estado en producción de maíz, durante este año se ha visto afectado por una sequía durante la “canícula”, que dañó gran parte de sus cultivos.
Algunas mujeres de Cotaxtla se encuentran preocupadas pues temen que debido a la sequía, el precio del maíz se incremente; “no va a haber ni para tortillas”, lamentan.
El nombre Cotaxtla proviene del náhuatl “Kuetlachtlitlan”, su traducción más cercana es “Hombre valiente”. Una comunidad de hombres y mujeres que viven del campo hoy se enfrentan a una de las más grandes pérdidas de la siembra de maíz que han sufrido.
Debido a la falta de lluvias, el maíz no creció lo suficiente, las milpas “florearon” sin alcanzar su tamaño ideal, muchas de las pequeñas mazorcas que lograron nacer no podrán ser vendidas debido a su tamaño.
Los maizales pintados de un amarillo reseco, después de unas breves lluvias los últimos días, recuperaron un poco del verde que deberían tener; el agua no llegó a tiempo y la siembra ya está perdida.
Ante la crisis unos productores decidieron dar de comer las matas de maíz a las vacas o borregos; incluso algunos que no tienen animales han “rentado” sus hectáreas en 500 pesos para alimentar ganado.
La falta de cultivo ha orillado a los productores a buscar otras formas de sobrevivencia, jornaleros, albañiles o arrieros son algunos de los trabajos que logran conseguir para llevar el alimento a casa.
Ciertos productores decidieron “doblar” las milpas al verlas perdidas, algunos sembrarán algún otro producto como frijol con la esperanza de que éste sí logre una mayor producción.
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Más del 60 por ciento de la población de Cotaxtla vive en la pobreza según cifras de la misma Secretaría de Finanzas del estado, muchos campesinos siembran maíz sólo para autoconsumo, ahora se preguntan ¿qué comerán?
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¿De dónde vienes compadre?, -pregunta un campesino; el otro le responde: -aquí de ir a llorarle a las milpas un rato, a ver si con las lágrimas crecen.