“Veracruz no necesita principados o gente que reciba herencia o que le regalen algo. A mí no me han regalado nada, me ha costado mucho trabajo y sé que en base a eso voy a dar buenos resultados aquí en el puerto”.
Así intentó penetrar el descobijado de funcionarios públicos priistas, Fidel Kuri Grajales, a su pobre audiencia partidistas que enumeraba a varios líderes seccionales, pero pocos militantes de peso como en otras ocasiones en un inicio de campaña del candidato a alcalde del municipio más importante del Estado.
El presidente de los Tiburones Rojos, y el cual busca utilizar de manera mediática al equipo, al menos en su primera semana de campaña, aseguró que no nació en “cuna de oro”, y todo lo que tiene lo ha ganado con esfuerzo, de la misma manera que pretende ganar la presidencia municipal de Veracruz.
Solo el acusado por funcionaros públicos priistas y también por líderes seccionales, como un presidente municipal del PRI “perdedor”, Raúl Diaz Diez, fue quien estuvo a su lado, quizá porque es también el aspirante a sindico único en su planilla.
Sin desaprovechar el foro dentro de las instalaciones del PRI municipal ubicado en la calle Nezahualcóyotl, aseveró que durante el mes de campaña será atacado y mucho, no solo en medios locales, sino también en nacionales, y utilizarán su faceta como empresario para denostarlo.
Sin olvidar su imagen conocida como el presidente del club de futbol del Estado, dejó algunas frases futboleras en el camino, como “quiero un Veracruz de primera”, donde enfatizó que buscará poner el mismo énfasis en el Centro Histórico, como en las colonias; así como “dejaré la piel en la terreno de juego”, aludiendo a que no se dejará vencer tan fácilmente en campaña por la maquinaria rival.