Iván Bravo, sobreviviente a la tortura de la policía de Bermúdez; su amigo no tuvo la misma suerte

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Foto: Carlos Hernández
Foto: Carlos Hernández
Foto: Carlos Hernández

Estaba en el negocio de su madre cuando tres patrullas de la Policía Estatal se pararon frente a él, con pasamontañas que apenas dejaban ver los ojos de los policías, casco y goggles negros, rifles de asalto de aquellos que utilizan mira telescópica para apuntar y cazar a sus presas con precisión, armas cortas colgando de la cintura, chalecos antibalas y un culatazo en la cabeza que lo dejó inconsciente por varias horas.

Al despertar, fue golpeado y torturado sin cesar hasta que respondiera los cuestionamientos sobre su relación con Los Zetas por parte de la Fuerza de Reacción de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, la policía élite que formó Arturo Bermúdez Zurita entre julio de 2011 y agosto de 2016 que estuvo al frente de la dependencia.

Es el caso de Iván Bravo Flores, “El Negro”, como le llaman sus amigos y quien es uno de los sobrevivientes de los policías élite de Bermúdez Zurita, grupo que se dedicó a levantar y desaparecer a todo aquel que tuviera relación con la delincuencia organizada, principalmente con el aterrador cartel de Los Zetas.

Bravo Flores fue entrevistado por agentes de la Fiscalía General de Veracruz a casi cinco años que fuera levantando por un grupo de encapuchados que portaban uniformes, placa, armas y vehículos oficiales.

“El Negro” como le llaman sus conocidos en el barrio, dijo que el 28 de abril de 2013 fue interrogado sobre su presunto vínculo a la delincuencia organizada, que fue golpeado y torturado para que se inculpara.

Para su suerte, un día después fue abandonado, tirado a orilla de la carretera Las Trancas-Coatepec, por donde se encuentran las bodegas de La Bimbo.

No así la suerte de José de Jesús Martínez del Ángel, “El Escorpión”, un joven de 21 años de edad que fue levantado por la Fuerza de Reacción en la Xalapa-Perote, justo en el puente peatonal de El Gallito donde se la pasaba la mayor parte del día.

“Anda en malos pasos”, decía la gente al verlo sentado en las escalinatas del puente y con el celular en la mano.

Es el segundo caso de desaparición forzada registrado por la Fiscalía General de Veracruz, durante la audiencia de vinculación a proceso de 16 ex policías y tres ex jefes policiacos, entre ellos el titular de velar por la seguridad pública de los veracruzanos, Arturo Bermúdez Zurita, dieron cuenta del testimonio de Iván Bravo Flores y un parte informativo que los policías aprehensores dirigieron a Arturo Paredes Guevara, encargado de los grupos Fuerza de Reacción y Fuerza Especial.

Martínez del Ángel fue levantado aproximadamente a las 4 de la tarde del 28 de abril de 2013 por la Fuerza de Reacción al mando del comandante Manuel Alejandro Trujillo Rivera.

Su detención por demás arbitraria, sin haber delito de por medio o señalamiento de cometer un ilícito, “El Escorpión” fue interrogado y golpeado para que entregara su celular, donde -según el parte informativo- encontraron mensajes donde reportaba los movimientos de la policía.

Cuestionado -seguramente- entre golpes y vejaciones, José de Jesús dijo trabajar para Los Zetas, ese cartel poderoso que dejó ríos de sangre en los últimos doce años de administraciones priístas en Veracruz.

“El Escorpión” dijo a los policías -según las investigaciones de la Fiscalía- que no era el único halcón (término ocupado por los carteles delincuenciales para definir a un informante) y que había más personas como él en diferentes puntos de la capital, fue así como “puso el dedo” a Iván Bravo.

Del Ángel fue llevado a la parte baja del Puente de la Central de Abastos, ubicado en la zona Sur de la capital veracruzana, donde fue entregado a la Fuerza Especial de Seguridad Pública.

Ese grupo táctico que en el nombre lleva la penitencia, era conocido como “La Fría”, “Fiel” o “Los Fieles”, un equipo paramilitar dedicado a levantar, torturar, violar y desaparecer personas.

Al joven de 21 años se lo llevaron los policías en las patrullas que viajaban, la 1992 y 1833 de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Veracruz, esta última a cargo de Roberto González Meza, quien en el último año de la administración de Javier Duarte de Ochoa fungió como director de Fuerza Civil.

Desde la entrega al grupo “Fiel”, no existe puesta a disposición o medio legal de su detención, por lo que los datos de prueba aportados por la fiscalía veracruzana a la Jueza Alma Aleida Sosa Jiménez apuntan a que fue desaparecido por los policías, hoy sus familiares continúan con el dolor al desconocer su paradero.