Los minutos, las horas y los días pasan y el reportero de “La Unión” y activista social, Moisés Sánchez Cerezo continua sin aparecer. A contrarreloj, el Secretario de Seguridad Pública (SSP), Arturo Bermúdez y el Procurador General de Justicia del Estado (PGJE), Luis Ángel Bravo continúan extendiendo el “cerco” de búsqueda y estrechando el “cinturón” donde probablemente los captores tengan –ojala- aun con vida a Sánchez Cerezo.
Mientras tanto, el escándalo a nivel local, estatal, nacional y en unos días más, internacional, sigue preocupando y enciendo los focos de alerta en el Palacio de Gobierno, donde despacha Javier Duarte.
Quien observa incrédulo, como desde las redes sociales, a través de la protesta y del alzado de voz de periodistas reconocidos a nivel nacional, le exigen, sin tregua y sin dar cuartel, localice y rescate con vida al periodista medillense.
Apenas el sábado, el político priista creyó que con demeritar la labor de Moisés Sánchez a “un conductor de taxi” y a “un activista vecinal”, se quitaría el estigma de tener al 4 reportero desaparecido en lo que va de su sexenio.
Sin embargo, reporteros de la nota roja y de información general que radican en la conurbación Veracruz-Boca del Río pusieron el grito en el cielo y a punta de “periódicazos” de “La Unión” demostraron que el radicado en Medellín, era mucho más periodista que toda la bola de “textoservidores” y “plumíferos” que la elite de poder, tiene a su servicio en los principales medios estatales.
Aun más, sus colegas demostraron que Moisés Sánchez era una fuente constante y segura, para abastecer fotografías, datos y notas informativas de la ola de robos y la inseguridad en Medellín, también de ejecutados y de balaceras, además de reportar también, fallas en la obra pública y las malas administraciones municipales, tanto del priista Marcos Isleño, como del panista, Omar Cruz Reyes.
La bola de nieve y el conflicto social y mediático para la actual administración sigue creciendo. Ayer, periodistas de Veracruz, Boca del Río, Xalapa, Acayucan y Coatzacoalcos encabezaron manifestaciones simultaneas en las plazas públicas de la entidad para exigir la aparición con vida del reportero de “La Unión”.
A Medellín se desplazaron periodistas de Veracruz y Boca del Río para protestar en la cara del alcalde Omar Cruz Reyes, de quien la familia de Moisés Sánchez señala como el autor de advertencias intimidatorias por el trabajo periodístico que realizaba y por su activismo social.
Su familia incluso consigna que tres días antes del “levantón” a Moisés Sánchez, éste habría sido advertido por empleados municipales que el alcalde le quería “pegar un susto”.
Antes de ser secuestrado, Sánchez Cerezo alcanzó a gritar, mientras era sujetado por sus captores: “A mi familia no le hagan daño”.
En Xalapa, camarógrafos, fotoperiodistas, editores, jefes de información y reportero realizaron se manifestaron en la oficina del Palacio de Gobierno, donde despacha el gobernador priista, Javier Duarte. Ahí, una treintena de comunicadores exigieron a la Procuraduría General de Justicia, Secretaria de Seguridad Pública y al propio Duarte que intensifique la búsqueda y localización de Moisés Sánchez.
Con pancartas y cartulinas de “Moisés Sánchez si es periodista”, “somos prensa, no disparen”, “Duarte encuentra a Moisés antes de que venga Peña Nieto”, “no se mata la verdad, matando periodistas”, los comunicadores xalapeños salieron a protestar en medio de una constante lluvia.
En medio de las cartulinas, algunas sobresalían como recordatorios: “Justicia para Gregorio “Goyo” Jiménez, Regina Martínez y Víctor Báez”, todos ellos, periodistas asesinados vilmente y cuyo delito continúa impune en el Estado, además con investigaciones viciadas y entrampadas desde el aparato gubernamental.
Además de Moisés Sánchez, en la entidad se encuentran “desaparecidos”, el reportero del Diario de Cardel, Sergio Landa, uno del Diario de Acayucan, Gabriel Fonseca y el reportero de Noticias de Jaltipan, Evaristo Ortega, sin que al día de hoy se tenga una pista de su paradero. Aunado a la fatídica cifra de diez reporteros asesinados en lo que va del sexenio actual.
El próximo miércoles 7 de enero, el presidente, Peña Nieto visita la entidad para acudir a la celebración de la Ley Agraria, acto protocolario a realizarse en Boca del Río, reporteros de diversos municipios ya advirtieron que continuaran las protestas en diferentes ciudades, en caso de que las autoridades de seguridad pública y procuración de justicia no den con el paradero de Sánchez Cerezo.
La movilización reporteril no fue un acto de provocación al inquilino de palacio, solo fue una muestra del músculo mediático, para demostrar que “aquí estamos”. Con miedo, con solidaridad, con hostigamiento laboral algunos, con inquietud y zozobra otros, pero con la consigna clara de que en Veracruz ya no habrá ningún periodista desaparecido, sin que el propio gremio levante la voz.
CONTRACRÓNICA
El PRI entró en un acto desesperado de manoseo político en Xalapa, en la capital del estado y si eso paso en el distrito donde despacha el primer priista de la entidad y donde se encuentra el organigrama priista estatal, uno no quiere pensar que pasara en las demás demarcaciones electorales.
Hace una semana la candidata natural para el distrito Urbano de la capital era la ex regidora quinta del Ayuntamiento, Corintia Cruz Oregón, se publicó la convocatoria y por arte de magia a Cruz se le cayó la nominación. En año nuevo la candidatura fue “regalada” para el actual diputado local, David Velasco Chedraui, sin embargo, algo paso, algo se negocio, una encuesta no cuajo, hubo mano negra, pero este lunes, ayer, la aspiración natural a buscar una curul en San Lázaro recayó en manos de la aun presidenta estatal del PRI, Elizabeth Morales García, quien ayer mismo presentó su renuncia como líder del PRI. Sí, su propio partido político la envió a perder, ya el tiempo lo dirá.
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