Discapacidad visual, autismo, sindrome de down, discapacidad intelectual, discapacidad motriz, son algunas discapacidades que presentan artistas que trabajan en el taller con gran destreza en la creación del vitralarte y vitromosaico. Se han formado desde hace más de 20 años.
Hugo René Romero Morales, con discapacidad de amputación en pie derecho, es quien dirige este taller desde hace algunos años. Actualmente el taller cuenta con seis integrantes: Carlos, Nereo, Javier, Porfirio y Jordan.
El taller ubicado en calles céntricas de la capital del estado, a solo unos metros del parque Benito Juárez, se mantiene de las ventas de los productos que realizan, en la parte frontal del taller se encuentra una tienda abierta al público en general en donde puede encontrarse todo tipo de espejos, cuadros de vitralarte, decoración para interiores y lo que más solicita la gente letras o iniciales en cristal.
Hugo Romero considera que todos tienen las mismas capacidades y que para decidir quien realiza cualquier trabajo, se somete a decisión de cada artista. Está orgulloso de su equipo de quien considera se superan a sí mismos día a día.
En un ambiente laboral relajado y extremadamente limpio y ordenado llama la atención como puede mantenerse el ambiente sin los peligros que puede representar el corte de vidrio y es que dice que después de tantos años de trabajar juntos se han convertido en familia, y han aprendido a mantener el orden y la responsabilidad. Son muy creativos y también aplicados, a veces llega la hora que tenemos que cerrar y nadie quiere irse antes de acabar.
Para Hugo las calles ya están saturadas de personas que estiran la mano pidiendo monedas, considera que las personas con discapacidad deberían tener más opciones de aprender algún oficio en el cual desarrrollarse y también como sociedad apoyar en consumir lo que estos realizan.
“Si quieres apoyar a alguien con discapacidad inclúyelo en tu agenda laboral, dale la oportunidad, es gente que se prepara mucho y que no tiene las mismas oportunidades a veces porque nadie abre esa posibilidad, incluso deberíamos ver ya en todas las tiendas y comercios perosnas con discapacidad colaborando”, expresó.
Sin embargo, aunque reconoce que existen discos de no estacionarse por ser lugar para discapacitados, abunda en el tema del tamaño de las banquetas y lo ocupadas que se encuentran por vendedores ocasionales, vecinos que amplían sus casas, jardineras e incluso deformaciones estructurales que, complejizan el libre transito.
Recuerda que hace ya algunos meses un compañero del taller llegó con sangre en la frente, la lesión se debió a trabajos que realizan personal sin previo cuidado.
“Como sociedad tenemos que ser más solidarios y más comprometidos”, concluyó.
La invitación para adquirir productos realizados por miembros de este taller es en la calle Úrsulo Galván de esta capital, y también si algún adulto con discapacidad quiere aprender las distintas técnicas de trabajo de vidrio las puertas estan abiertas.