La Iglesia Católica edifica su fe en la debilidad, infirió el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, en la homilía dominical.
En su mensaje dirigido a los feligreses reunidos en la Catedral Metropolitana, como aquellos que lo escucharon a través de transmisiones de radio, Reyes Larios les pidió ser débiles para complacer a Dios.
«Ofrecer nuestra vida por él (Dios) con la fuerza del Espiritu Santo, porque ninguno de nosotros puede con sus propias fuerzas, siempre somos débiles pero Dios se complace en edificar su iglesia en la debilidad».
El prelado comparó a personajes de la historia católica con las decisiones actuales de los feligreses. Recalcó que deben ofrecer su vida con debilidades a Dios.
«Pedro es un modelo bellísimo para nosotros. Que todos somos pecadores, somos débiles, somos limitados, que la regamos muchas veces y es un modelo porque es capáz de arrepentirse, porque ama con todo su corazón a Jesús y porque después de que recibe el Espírutu Santo es capáz de entregar su vida por Jesús».
La debilidad es evidente por los pecados que comenten los católicos y comentan en su confesión.
La revelación de pecados en un confesionario queda compensada con oraciones que el prelado designa.
A las pocas horas, el católico ya incurrió en otras, cayendo en debilidades.
«Prometemos muchas cosas y no cumplimos. ¿Cuántas veces después de confesarnos? Ahora si ya me voy a portar bien, ya no la voy a regar, pasa un poquito de tiempo y volvemos a meter la pata en lo mismo. Si confiamos en el poder de Dios si podemos superar eso, pero si confiamos en nuestras propias fuerzas, vamos a caer», culminó.