Luis Velázquez
04 de diciembre de 2018
Después del primero de julio, fecha de las cinco elecciones, sobrevino el destripadero de los partidos políticos.
El PRI, por ejemplo, quedó demasiado jodido para estarlo fregando más.
Ha de recordarse que perdió la presidencia de la república, siete gubernaturas, la mayoría en el Congreso federal y en el Congreso de Veracruz, y en donde perdiera todas las diputaciones locales y federales y las senadurías.
El PAN, con una elección de presidente del CDE todavía en el debate por las impugnaciones de Joaquín Guzmán Avilés a su adversario y enemigo, Pepe Mancha.
El PRD, hecho añicos y polvo, en el peor descrédito partidista, moral y ético de su vida.
Incluso, MORENA, como Movimiento de Regeneración Nacional, quedó desvalijado en su estructura pues la mayoría de las elites políticas y militantes fueron incorporadas a cargos públicos y han de empezar de cero de cara a la elección de diputados locales y federales y presidentes municipales en el año 2021.
Es más, el coordinador estatal en Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, ya renunció a la dirigencia para ocupar la súper secretaría de delegado federal único, y el mando nacional nombrará a un delegado para ocuparse de fortalecer a MORENA, y más ahora con la creación del Instituto de Formación Política, como refiere el diputado local, Amado Cruz Malpica.
En contraparte, el aleteo de varios políticos para crear y recrear su partido político.
Uno. El priista diputado federal, Héctor Yunes Landa, convertir a su Alianza Generacional en partido político, y quien por cierto intentó trepar al templete con AMLO el domingo 3 de diciembre en Xalapa y fue bloqueado.
Dos. El priista Felipe Amadeo Flores Espinoza anunciando que ahora irán en serio para mudar a Vía Veracruzana en partido político.
Tres. El expriista Gonzalo Morgado Huesca anunciando la creación de su partido político que se llamará Podemos.
Y cuatro. El experredista, el doctor Elías Miguel Moreno Brizuela, cacareando su Frente Nacional Unidos Podemos con su coordinador estatal en Veracruz, Enrique Romero Aquino, ex diputado local y ex líder del PRD.
Solo falta que el priista Jorge Uscanga Escobar resucite a su organización política para cobijar a los tricolores desencantados del derrumbe del partido rojo.
MORENA, EDIFICIO EN CONSTRUCCIÓN
MORENA, dice Amado Cruz Malpica, es un edificio en construcción. Es una gran maquinaria electoral. Pero ahora con Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García Jiménez de gobernador, las puertas se abrieron para los mejores cuadros y el Movimiento quedó desmantalado.
Además, encima estará en dos años una nueva elección en puerta y han de prepararse nuevos cuadros.
Incluso, el gran momento para anunciar la creación del Instituto de Formación Política que además de preparar a los cuadros los desarrolle y ejercite.
Por ejemplo, para rebasar el método de “La tómbola”, método bárbaro para la democracia participativa, pero al mismo tiempo, pacificador.
Por eso, la vigencia de la Comisión de Honestidad y Justicia, a cargo del filósofo Héctor Díaz Polanco, para orientar y reorientar el destino inmediato y desarrollo de MORENA.
Mientras tanto, en las semanas que vienen, la dirigencia nacional nombrará a un delegado de MORENA en Veracruz ahora cuando el coordinador general, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, renuncie al cargo para asumir la súper delegación federal.
PODEMOS DE GONZALO MORGADO
El PRI, haciendo agua. Claro, Jorge Uscanga Escobar, ex de todo menos de gobernador, dice que en política nunca hay hombre muerto como tampoco partido político muerto.
Pero mientras el tricolor parece un partido vegetativo, un priista, Gonzalo Morgado Huesca, renunció a los 45 años de militancia para formar un nuevo partido, Podemos se llamará.
El día 10 de diciembre, Podemos será presentado en sociedad, por lo pronto, con unos cien políticos de todos los partidos que se han aglutinado alrededor de Morgado, a quien la mayoría de sus condiscípulos (Dante Delgado, Fidel Herrera, Miguel Ángel Yunes Linares, Flavino Ríos Alvarado, Felipe Amadeo Flores Espinoza, Edel Álvarez Peña y Jorge Uscanga Escobar) rebasaron por completo, en algunos casos, hasta como gobernadores.
Sin embargo, cuando Morgado había anunciado Podemos, la liebre le brincó por el lado de los experredistas Elías Miguel Moreno y Enrique Romero con su Frente Nacional Unidos Podemos.
Es más, hay una competencia abierta entre Morgado con Podemos, Héctor Yunes con Alianza Generacional y Flores Espinoza con los Viagras para convertirse en tres nuevos partidos políticos en un Veracruz donde otros más (el AVE, PANAL y PES, entre otros) perdieron su registro.
12 AÑOS MORENA EN PALACIO
Por delante está y va MORENA.
En cuatro años, luego de obtener el registro federal, entró al palacio federal y ganó cinco gubernaturas, a saber, Chiapas, Tabasco, Veracruz, Morelos y la Ciudad de México.
Treinta millones de mexicanos votaron por Andrés Manuel López Obrador y por vez primera en Veracruz se instaló un movimiento de izquierda en el palacio principal de gobierno en Xalapa.
Según el politólogo Carlos Ronzón Verónica, MORENA se quedará en palacio nacional y en el palacio local, mínimo, unos doce años, aun cuando Acción Nacional, en segundo lugar posicionado en el país y Veracruz, constituye el enemigo y adversario a seguir venciendo.
Entre tanto, demasiada chamba para el OPLE con cuatro organizaciones políticas deseosas de mudar en partidos para mejorar sus prerrogativas y engrandecer (aplausos, aplausos) la calidad de vida de los 6 millones de habitantes de Veracruz en la miseria, la pobreza y la jodidez.