Expediente 2014

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LUIS VELÁZQUEZ 

 

El show del Túnel Sumergido

 

Según la Cuenta Pública 2012 del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, en el fideicomiso del Túnel Sumergido en Coatzacoalcos, hubo un daño patrimonial por 225 millones 717 mil pesos 543 pesos con cuatro centavos.

Por eso, en su oportunidad el secretario de Infraestructura y Obra Pública, Gerardo Buganza Salmerón, se «cortó las venas» diciendo en la LXIII Legislatura que procedería de acuerdo con la ley.

Dejó así claro que llamaría a cuentas a sus antecesores Raúl Zarrabal junior (premiado con la diputación local), Francisco Valencia (premiado con la Comisión Estatal del Agua), Guillermo Herrera (premiado con la SECOM, luego con la jefatura de la Oficina Técnica del gobernador y después con la subsecretaría de Turismo, de la que ha sido renunciado) y Marcos Theurel Cotero, el penúltimo titular de la dependencia en el fidelazgo.

Pues bien, su primer paso fue quitar, según ha anunciado, la obra del Túnel Sumergido a la constructora en turno para otorgársela a otra.

Pero al mismo tiempo, las semanas han transcurrido sin que al momento haya procedido en contra de sus antecesores, como el mismo, en un arranque de fe y protagonismo mesiánico, lo anunciara.

Es más, en aquellos días, el director de Comunicación Social, Alberto Silva Ramos, filtró que en la Procuraduría de Justicia ya estaba interpuesta la denuncia penal por el ORFIS y, al momento, nada de nada.

Bueno, en todo caso, una tomadura de pelo de «El cisne».

Nadie dudaría, claro, de que en un momento habría sido la posibilidad de proceder contra Theurel Cotero y días después hubo marcha atrás.

El caso es que el Túnel Sumergido continúa zambulléndose en el océano de los elefantes blancos en que suelen convertirse muchas obras públicas en el país y, por añadidura, en Veracruz, como por ejemplo, la autopista de Tuxpan a la ciudad de México lanzada desde el sexenio de Miguel de la Madrid.

Ahora está ocurriendo el mismo hecho con la autopista de Tuxpan a Tampico, de la que ahora se afirma será terminada hasta el año 2018, dos años después de que Javier Duarte, quien pusiera la primera piedra en diciembre 2014, haya dejado la gubernatura.

 

ESCÁNDALOS MEDIÁTICOS QUE A NADA LLEVARON

El caso del Túnel Sumergido parece llevar el mismo camino que otros hechos del sexenio próspero, pues nunca será innecesario evocarlos para entender y comprender el estilo personal de gobernar y ejercer el poder.

Por ejemplo, en el primer año del duartismo fue anunciado, incluso en el noticiero estelar de Televisa con Joaquín López-Dóriga, que unas constructoras habían estafado al erario público con más de mil millones de pesos, pero jamás interpusieron una demanda penal.

Entonces, quedó claro que el góber fogoso y gozoso habría cabildeado para dar marcha atrás, aun cuando, nadie dudaría que Javier Duarte quiso así, con todo y el pago a Televisa, enviar un súper calambre a su padre putativo, Fidel Herrera, a quien debe por todos los costados la gubernatura.

Después, en el mismo año, anunciaron otro fraude también de mil millones de pesos cometido por unos cien exalcaldes, y luego del reality show ocurrió que sólo detuvieron a unos cuantos expresidentes municipales, todos charalitos, y de quienes jamás volvió a conocerse si quedaron encarcelados cumpliendo una condena.

En tanto, uno que otro exedil de municipio importante en la lista negra fue avisado a tiempo para huir incluso de Veracruz al extranjero.

Por un lado, entonces, el show de que el sexenio próspero actuaría en contra de la deshonestidad en el manejo del gasto público; por el otro, y luego del escándalo mediático, la marcha atrás.

Por eso, cuando Alberto Silva aseguraba que en unas horas, días, sería detenido y encarcelado el exalcalde de Coatzacoalcos, Marcos Theurel Cotero, por el daño patrimonial con el Túnel Sumergido cuando fuera secretario de Comunicaciones con Fidel Herrera, se trataba de una tomadura de pelo.

Ni hablar, Silva Ramos quiso pasarse de vivo y «el tiro le salió por la culata».

 

PURAS CACAYACAS DE BUGANZA

Hay, en la lógica del ORFIS, un daño patrimonial millonario en el Túnel Sumergido.

Y, bueno, todo indica que ahí quedaría el show, porque el documento de referencia está firmado el 9 de julio, 2014, es decir, hace un mes y una semana, y aun cuando pudiera deberse al tortuguismo burocrático, ni pa’atrás ni pa’delante.

Buganza Salmerón, tan protagónico como es, quizá uno de las mejores egotecas del gabinete legal y ampliado del duartismo, el político que, como Gustavo Sousa venció a la muerte al superar el cáncer, se ha vuelto puras cacayacas.

Estaría acaso en reñida competencia con el procurador de Justicia, quien en materia de rollos canta bien las rancheras, por encima incluso del jefe máximo de las fidelíneas.

Entonces, ningún caso tendría el ORFIS con emitir tales dictámenes documentando el daño patrimonial si los ilícitos y trastupijes son archivados en medio del reality show.

Claro, se entiende, el político que haya cometido el daño patrimonial habría compartido el diezmo, el doble diezmo, con el jefe superior, y así, nadie puede encarcelar a uno mientras los otros son encubiertos.