Expediente 2014

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LUIS VELÁZQUEZ

 

Un pueblo en marcha…

 

Secretario de Seguridad Pública, procurador de Justicia:

Híjole, señores, de verdad ha de sentirse muy gacho escuchar el latido social de un pueblo sublevado, harto de la inseguridad pública.

Hasta sus oficinas y/o hasta donde el destino los esté alcanzando han de oír, han de ser informados, de las decenas, cientos, miles de gargantas en Coatzacoalcos y Xalapa, por ejemplo, el domingo 7 de septiembre, exigiendo sus renuncias porque, ni modo, llegaron al principio de Peter y ustedes fueron rebasados.

Peor tantito, por un lado, han sido incapaces de garantizar el Estado de Derecho que es su obligación primaria, y por el otro, ni modo, caray, los carteles y la delincuencia común, los ladrones y raterillos, les han ganado la batalla.

Peor tantito, cuando se ha perdido una vida humana, que fuera secuestrada, desaparecida, mutilada, torturada, decapitada, ejecutada y sepultada en fosa clandestina.

Tantito peor, claro, cuando la víctima es un niño, un menor de edad, un bebé.

Uno se imagina que a un ciudadano común y corriente le ha de angustiar que le griten desde la vía pública, en una marcha, reproches y más reproches porque se ha sido incapaz de cumplir con la tarea.

Claro, también queda claro que a veces en el ejercicio de la función pública, al político le vale y todos los pendientes sociales le valen.

Y le valen más porque a cambio de que el pueblo se subleve, el político ejerce el poder y gobierna con sentido patrimonialista, muchas, muchísimas ocasiones, enriqueciéndose de manera inexplicable en menos de un sexenio.

Pero, bueno, al mismo tiempo se entendería que han de estar blindados a prueba de bomba contra los denuestos sociales. Incluso, hasta costra han de tener.

Y, por tanto, allá que el pueblo grite, levante la voz y hasta envíe correos al presidente de la república solicitando piedad por los 8 millones de habitantes de Veracruz para que aseste un manotazo.

También, claro, uno se imagina que su celular lo han de tener bloqueado, su facebook, su twitter, porque los correos reclamando su incapacidad, mejor dicho, su falta de voluntad política para hacer bien las cosas se han de multiplicar como los peces y los panes, la humedad  y los conejos.

 

ESTANDO BIEN CON DIOS…

Se entiende: si el jefe máximo está a gusto, contento, feliz, con ustedes, a ustedes, por añadidura, les vale que el territorio jarocho se llene de marchas y protestas populares y bambalinas y desplegados en contra del gobierno de Veracruz.

Y es, que bueno, ustedes dos deben el cargo público al gobernador y, por tanto, estando bien con Dios… allá que los ángeles y arcángeles y querubines despotriquen, pataleen, maldigan y rafaguean con tiros y centellas su nombre y prestigio y crédito y trayectoria pública.

Por tanto, queda claro: a ninguno de ustedes interesa ni ocupa ni preocupa ni tiene como eje rector de sus días y noches garantizar la seguridad en la vida y acabar con la impunidad.

Allá, pues, que cada familia, cada pueblo, se las arregle como pueda, si es que, por ejemplo, compra un perrito y pone candados y sensores eléctricos para librarla, y aún así los malandros cometen sus fechorías y/o, en todo caso, se pase uno la vida encerrado en una granja etílica curándose la cirrosis y/o a salto de mata huyendo con el novio y el amante.

Y ni hablar, así todos pueden ser felices.

Ustedes, como secretario de Seguridad Pública y procurador de Justicia, dorando la píldora al jefe máximo.

Los carteles, haciendo y deshaciendo en el llamado “estado ideal para que” los señores de la droga sueñen.

Y el pueblo, en la calle, gritando, echando pestes, pues en todo caso, un sociólogo ha definido la protesta ciudadana como una música de la democracia, es decir, una expresión artística de la inconformidad.

 

SARRO SOCIAL EN LAS NEURONAS…

Secretario, procurador:

Se les felicita por el sarro social que tienen.

Mucho, muchísimo, les habrá costado revestir su corazón, las neuronas, el hígado, el alma (¿creen en el alma y en el espíritu?) de una pústula de tales dimensiones para, digamos, dormir tranquilos, ser felices, abrazar a sus familias y jugar con sus hijos, pues en Coatzacoalcos unos padres ya nunca más abrazarán a su hija Karime Alejandra, como tampoco otros padres que han reportado desaparecidos a sus hijos menores.

Van bien. Sigan así.

Cierto, por un lado, gozan y usufructúan la confianza del jefe máximo y eso basta para que ustedes continúen en la silla.

Pero por el otro lado con sus acciones sólo están desacreditando al gobierno de Veracruz, y aun cuando se entenderían las razones (inexplicables) del jefe máximo para tolerar tantos errores dado el estado de cosas en Veracruz, la realidad es que se ha pasado de misericordia sin asestar un manotazo.

Dicen que el gobernador es un joven político generoso. Pero aún así, por encima de cualquier secretario del gabinete legal y ampliado están los 8 millones de habitantes de Veracruz.

Y contra Veracruz nunca tendremos razón afirmaba Fernando López Arias en 1962 como lema de su campaña electoral.