*El Consejo del Centro Histórico de Coatepec dice que les falta voluntad para atender diversos requerimientos sociales que agobian a la ciudad *Se necesitan proyectos con imaginación, expone
Gregorio Jácome Rodríguez, presidente del Consejo del Centro Histórico de Coatepec, afirmó que lo que necesita el “Pueblo Mágico” son proyectos con imaginación que propongan una ciudad más humana, que tenga como eje principal a las personas de a pie y no a los autos.
El también integrante de la Asociación de Arquitectos de Coatepec se pronunció a favor de realizar un Reglamento de Tránsito que estimule la creación de más áreas de estacionamientos, regule el cobro de las tarifas en horas fraccionadas, considere más personal de transito y que disponga de personal para guiar al turismo.
Jácome Rodríguez pidió al regidor sexto, Martín López Mávil, presidente de la comisión de Tránsito y Vialidad así como al Enlace de Vialidad, Jesús Sánchez Limón, regular un horario de descarga para los camiones repartidores de productos a los comercios, los camiones de basura, transportistas de materiales pétreos, urbanos y de transporte foráneo.
También destacó la necesidad de implementar “islas” en la ciudad para ascenso y descenso de usuarios de taxis, regular la entrada y salida de las escuelas que se ubican en el Centro Histórico y concretar el proyecto de central de autobuses foráneos para que no pasen por el primer cuadro de la ciudad, entre otras sugerencias para mejorar la movilidad urbana.
Estimó conveniente promover el reglamento de Imagen Urbana, Comercio y Turismo además de la actualización del de Construcciones para evitar que el “Pueblo Mágico” de Coatepec se convierta “en tierra de nadie” donde los comerciantes semi-fijos invadan las banquetas o se coloquen anuncios de plástico no permitidos.
El presidente del Consejo del Centro Histórico de Coatepec alertó sobre la invasión del ambulantaje en el parque Hidalgo y la reaparación en calles de la cabecera municipal de Coatepec de “carretilleros” y camionetas que venden diversos productos a la población cuando ya los habían desterrado.