- Héctor rojo ha de marcar su raya
- Duarte, factor negativo para el PRI
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Con un capital político fuera de serie, el senador Pepe Yunes Zorrilla vuelve a desmarcarse de Javier Duarte, JD, y acercarse, por tanto, más, mucho más, a Héctor Yunes Landa, por quien declinara para la candidatura priista a mini/gobernador.
Incluso, del góber tuitero vislumbró que el mismo PRI dejará que la solicitud de juicio político interpuesta en el Congreso de la Unión por las bancadas del PAN, PRD y Morena, y sigan su curso, sin obstruir la aplicación de la justicia para nada.
Ni en contra ni a favor.
Simple y llanamente, esperar los tiempos para el dictamen correspondiente.
Ha de llegarse, dijo, a las últimas consecuencias para deslindar responsabilidades.
Y el partido tricolor de Manlio Fabio Beltrones, presidentes del CEN, “ni protegerá ni obstruirá nada”.
En todo caso, allá JD y sus diputados federales que cabildeen para ver si logran el milagro de desactivar la solicitud del juicio político, cuando todo indica que el mismo trámite en la LXIII Legislatura está condenado al fracaso, dada la mayoría priista.
Pero más aún, a partir de que uno que otro diputado del Partido Acción Nacional suele tener precio como ha quedado demostrado en el pasado inmediato.
Claro, la negociación en el altiplano será el juego estelar.
Es decir, los grandes intereses cupulares.
Y por tanto, el mismo JD habrá de tocar puertas, porque si como dice Pepe Yunes, el PRI “ni protegerá ni obstruirá”, entonces, si procede, procede.
“Que se investigue todo lo que tenga que investigarse” insistió el senador en Xalapa el sábado 19 cuando algunos priistas se registraron como precandidatos a una curul local.
La moneda legislativa está en el aire.
Por ahora, un compás de espera pues hemos entrado a la Semana Mayor, y aun cuando hoy miércoles el Congreso jarocho dictaminará si aplica la solicitud de juicio político a JD planteado por la bancada azul, lo importante son las grandes ligas en la Ciudad de México.
Grave, no obstante, para el destino social de Veracruz que Javier Duarte se haya conflictuado con el par de senadores priistas.
Y grave porque así cada uno busca derrotar y debilitar al otro.
Claro, Héctor Yunes solicitó una licencia para dejar la curul senatorial mientras contiende por la mini y la suplente, Érika Ayala, ha tomado posesión, pero como es una desconocida, Pepe Yunes, cortés y amable, la anduvo presentando en la Cámara, y de aquí a que agarre respeto y fuerza parlamentaria terminará el sexenio.
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Firme, bravo y bragado Pepe Yunes ante JD, también habló de la relación de Héctor Yunes con JD.
Héctor, dijo, se acredita ante la militancia priista y ante la población electoral… por la distancia (política, ética y social) que mantiene con Javier Duarte.
De entrada, porque en ningún momento representa la continuidad en el estilo personal de ejercer el poder y gobernar y el Maximato fidelista y la Decena Trágica, por todos conocidas.
Tal cual, y luego de tanta operación siniestra para descarrilar al par de senadores rojos camino a la candidatura a la mini, ni modo que ahora Héctor pacte con JD.
Y aun cuando en el evento público en el WTC en que fuera declarado candidato oficial del tricolor, Héctor fuera cortés con el góber tiutero, habría de aplicarse el adagio popular de que “lo cortés no quita lo valiente”.
Cierto, cierto, cierto, pero “la mujer del César ha de serlo, pero también parecerlo”.
Y con todo y lo que diga Pepe Yunes de la distancia entre Héctor y JD, el candidato rojo ha de demostrarlo con hechos.
Incluso, hasta con una denuncia penal en contra de los duartistas “pillos y ladrones” a los que el par de senadores se han referido.
Es más, y dada la coyuntura social que se vive, un Veracruz lleno de turbulencia en la vida cotidiana con el fuego cruzado, los secuestros, las desapariciones y las ejecuciones, bien podría Yunes Landa abanderar el despido del secretario de Seguridad Pública de igual manera como Salomé le pidió la cabeza de Juan Bautista a Herodes a cambio de un acostón.
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Pepe Yunes dice que la jornada electoral por la mini terminará en una elección competida, aun cuando las encuestas serias dan una ventaja considerable a Héctor Yunes.
Ok.
Quizá, pero por ahora en la percepción ciudadana, en el imaginario colectivo, en el sentir popular domina la sensación de que Héctor se ha tirado al piso de JD.
Y JD anda como torero en tarde de luces.
Y si Héctor, como dice Pepe Yunes, se mantiene puntero en la encuesta, entonces, y en una primera etapa, la encuesta misma ha de cacarearse, porque el Yunes azul ha promovido otras encuestas donde va adelante, y por añadidura, el ánimo priista queda minado como afirma el politólogo Carlos Ronzón Verónica.
Una contraofensiva más es que el Yunes rojo se deslinde de JD, y más, si de por sí mismo tiene una propuesta valiosa para Veracruz.
En todo caso, así podría ser, pero lo malo es que falta mucho para que la población electoral lo registre, y por tanto, Héctor conecta con la raza y levanta expectativas, y si hay esperanza fundada en el búnker hectorizado, entonces, tal cual ha de transmitirse a los ciudadanos y los contribuyentes.
Juan Bueno Torio, Cuitláhuac García, Armando Méndez de la Luz y Alba Leonila Méndez pondrán sabor al caldo, pero ninguno hervirá lo suficiente para ganar las urnas.
La pelea electoral será ente el Yunes rojo y el Yunes azul, aun cuando el segundo ya gobernó Veracruz en el Chirinismo, encarcelando a líderes sociales, exiliando a reporteros y ejerciendo el poder con sentido patrimonialista, como lo ha denunciado el mismo Yunes Landa.
Pero Héctor necesita transmitir su química en cada elector.
Además, Pepe Yunes está convencido de la buena vibra de Héctor, pero falta inyectar tal karma a la población.
Y más porque ahora muchos están seguros del triunfo del candidato priista, pero a cambio de una compra millonaria de votos y, bueno, cuando hay lana resulta fácil comprar hasta las muñequitas de Amsterdam.