Sería chivo expiatorio del PRI - Rencor de Ricky García Guzmán
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Si en el Veracruz duartista predomina “el desorden administrativo y el caos financiero y la corrupción política”.
Y si el PRI tiene un candidato a mini/gobernador y tendrá 30 nominados a la 64ª. Legislatura.
Y si la tierra jarocha otra vez ha sido ubicada en el ojo del huracán, con Tierra Blanca de Ayotzinapa y los cinco chicos levantados, ni más ni menos, por los elementos policiacos de Arturo Bermúdez.
Más la reportera Anabel Flores Salazar, madre de dos bebés, uno de 15 días, sacada de su casa en la madrugada y asesinada y tirada en la carretera a Tehuacán, Puebla.
Entonces, una estrategia para que el partido tricolor pueda, digamos, quizá, levantar en la expectativa electoral es encarcelar a uno o más políticos.
Y en el carril priista apuestan a que el primer crucificado en la hoguera pública será Mauricio Audirac Murillo, ex secretario de Finanzas y Planeación, ex Contralor y ex titular del ORFIS, Órgano de Simulación Superior.
Por ejemplo, días antes, una vez más el Contralor y cacique huasteco, Ricardo García Guzmán, su enemigo público número uno, le envió un calambre declarando a los medios que lo sometería a un juicio penal teniendo como destino la cárcel.
Antes, mucho antes, apostó su alma al diablo para destituirlo de la SEFIPLAN e imponer a uno de sus alfiles como el sexto titular, Antonio Gómez Pelegrín, quien a su vez nombró a un hijito del cacique huasteco y contralor como director de Inversiones Públicas.
Además, anunció que Audirac quedaba inhabilitado durante diez años para desempeñar un cargo público.
Y todavía anunció una multa millonaria, de más de veinte millones de pesos, que se ignora si la habría pagado, porque nadie ha expedido un boletín.
En contraparte, según versiones, Audirac despacha tan campante en su oficina en Xalapa, asesorando a presidentes municipales para arreglar cuentas revolcadas y turbulentas, como por ejemplo, lo aplicara con Marcelo Montiel Montiel cuando fuera presidente municipal de Coatzacoalcos y con Alberto Silva Ramos en Tuxpan, listo para asumir la secretaría de Desarrollo Social en una carrera olímpica que lo llevó, digamos, a la antesala de la candidatura priista a la mini.
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Audirac es un cuenqueño que se le escapó al diablo de la Cuenca del Papaloapan. Está lleno de gracia, y como dice la canción de la bamba, “de otras cositas”.
Es amigo, por ejemplo, de la cofradía cuenqueña en Xalapa, entre ellos, Juan Carlos Molina Palacios, presidente de la Liga de Comunidades Agrarias y el Carlos Slim Helú del CDE del PRI.
Pero además, de Ramón Ferrari Pardiño, Juan René Chiunti y Gustavo Arróniz Zamudio.
Amigo de la dueña del periódico “La Opinión”, de Poza Rica, amigo de Raúl Gibb Guerrero, QEPD, asesinado el 8 de abril de 2005, y amigo de su esposa, es paisano del góber fogoso, quien lo encumbrara en su sexenio.
Así, peleado a muerte con su ex jefe, René Mariani Ochoa, otro que se le escapó al diablo de Tlapacoyan, Audirac fue titular del ORFIS en el fidelato, y desde entonces, vivía encumbrado en los cuernos de la luna.
De pronto, su Waterloo con García Guzmán, un político lleno de resentimiento y odio en contra de quienes le estorban en el camino y/o contra quienes choca, por ejemplo, a partir del carácter, el temperamento y la forma de ser.
Tal cual, Audirac le da veinte y las malas a Ricky García padre en la chispa, el sentido del humor, la inteligencia y el talento.
Pero, además, y por ejemplo, en su suerte con las mujeres.
Peor tantito si se considera que Audirac, contador igual que García, ha tenido una mejor trayectoria pública.
Uno y otro chocaron. Y García vive para odiarlo todos los días.
Por eso, ahora cuando el Contralor conoce todas y cada una de las declaraciones patrimoniales del gabinete legal y ampliado del duartismo, lanza calambres a sus incómodos e indeseables, y saca provecho como ha sido práctica característica en su vida pública.
García Guzmán tiene con Audirac el mismo odio que con el capitán Alejandro Montano Guzmán, ex diputado federal y ex secretario de Seguridad Pública en el Alemanismo.
Además, acostumbra manipular a la prensa a su antojo, llegando al grado de filtrar documentos oficiales de la misma dependencia donde se encuentre.
Y, por si fuera poco, suele corromper a la prensa… que extiende la mano.
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En aquel tiempo, antes de que la Auditoría Superior de la Federación interpusiera la denuncia penal en la procuraduría General de la República en contra de 19 duartistas acusados de irregularidades en el destino de los fondos federales, de acuerdo con las versiones, García Guzmán filtró información a los medios en contra de Audirac.
Que se había chingado cien millones de pesos. Que no fueron cien, sino solo 50 millones. Que se los habían dado para planchar al Auditor.
Entonces, llegó la renuncia en la SEFIPLAN y el Contralor se le fue a la yugular.
Audirac respondió con una carta publicada en la prensa exigiéndole lavara su nombre, y/o de lo contrario, demostrara sus acusaciones.
Nunca, ni lo uno ni lo otro.
Se ignora si Audirac fue planchado y/o habría negociado algunas cositas, el caso es que ahora de nuevo el cacique huasteco se lanza contra el playboy cuenqueño.
Pero además, queda la duda si el Contralor estaría acatando órdenes de Javier Duarte, JD, para jugar de tal manera y, digamos, relanzar al candidato priista a la mini a partir de que la población electoral viera que el duartismo castiga a los traidores, como él mismo JD suele llamar, digamos, a los policías criminales, entre ellos, algunos acusados de desaparición forzosa.
Y/o en todo caso, si el Contralor estaría jugando en dos carriles, el otro a favor del candidato aliancista del PAN y PRD a la mini, Miguel Ángel Yunes Linares, su amigo familiar entrañable desde cuando uno y el otro noviaban con unas chicas estudiantes de la facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana.
Y más porque cuando Miguel Ángel despachaba en el ISSSTE, empleó a un hijito de García Guzmán en un cargo público, además de que desde el panismo, Yunes Linares siempre les ha tenido abierta la puerta para la candidatura a uno que otro puesto de elección popular por Pánuco y el distrito de Pánuco.