- Doce para gobernadores
- Cuitláhuac, en Veracruz
1
Andrés Manuel López Obrador, con MORENA, tiene doce candidatos a gobernadores en igual número de entidades federativas del país.
Y de acuerdo con la bolita de cristal sólo podría, digamos, ganar en las urnas con David Monreal Ávila, candidato en Zacatecas, hermano de Ricardo, quien ya fue gobernador, dos veces diputado federal, senador de la república y ahora despacha como jefe de la Delegación Cuauhtémoc en la Ciudad de México.
Y, por tanto, los hermanos tienen un plus político que podría, digamos, empujar a MORENA a la primera gubernatura de la nación, por encima del Movimiento Ciudadano de Dante Delgado Rannauro, quien tiene posibilidad en el Jalisco del priista Aristóteles Sandoval.
Otro candidato de MORENA que pudiera levantar en las urnas es Cuitláhuac García Jiménez, catedrático con permiso y sin goce de sueldo en la facultad de Ingeniería de la Universidad Veracruzana, campus Xalapa, diputado federal con licencia, y que gracias a López Obrador ganó la curul y ahora sueña con repetir el milagro con la mini/gubernatura.
Sin embargo, y aun cuando debido al hartazgo ciudadano en contra de Javier Duarte llevaría a un sufragio en contra del priismo, y MORENA con Cuitláhuac acapararía un número elevado de votación, en ningún momento le daría para ganar la silla embrujada, imperial y faraónica del palacio principal de Xalapa.
Pero, bueno, de aquí para el año 2018 en que López Obrador buscará la candidatura presidencial por tercera ocasión, igual que François Mitterrand en Francia, igual que Luiz Ignacio Lula da Silva en Brasil, Cuitláhuac abriría brecha en favor del tabasqueño, quien por ahora, y de acuerdo con la encuesta del periódico Reforma, lleva la delantera en la encuesta histórica.
2
Los candidatos de AMLO en otras entidades federativas son los siguientes:
Aguascalientes, Nora Ruvalcaba. Chihuahua, Javier Félix Muñoz. Durango, Guillermo Favela. Hidalgo, Salvador Torres Cisneros.
Oaxaca, Salomón Jara Cruz. Puebla, Abraham Quiroz. Quintana Roo, José Luis Pech Várguez.
Sinaloa, Jesús Estrada. Tamaulipas, Héctor Martínez Garza. Y Tlaxcala, Martha Palafox Gutiérrez. (La Jornada México)
Es decir, políticos con arraigo, digamos, en sus pueblos, pero sin ninguna dimensión nacional.
Ya se verá, entonces, si el plus de AMLO alcanza para todos en sus estados, bajo el argumento de que la población nacional está harta del priismo y también del panismo.
3
Si en la derecha y el PRI hay fracturas internas, varias insuperables, que incidirán en los comicios del 5 de junio, peor en la izquierda.
El PRD, un cascarón, con el PAN.
El PT, las ruinas que ves, solito con una candidata militante toda su vida en la derecha.
El Movimiento Ciudadano, en peores condiciones electorales que el AVE.
El PES, rescatado en Veracruz por un ex priista y un ex panista de candidato.
El Frente Cardenista, con el PRI.
Y MORENA, empujando con el huracán del sur del país, Andrés Manuel, soñando con mundos imposibles.
Tal cual, con tantas fracturas de la izquierda, la población electoral también se desencanta, pues hacia el final del día han terminado igual que el PRI y PAN, disputando las parcelas del poder político.
No obstante, AMLO sigue como la gota perforando la roca y al momento ha estado en unos 50 de los 212 municipios de Veracruz inyectando aire a Cuitláhuac García.
4
El PRI va en alianza con el PVEM, el Panal, el Ave y el Frente Cardenista.
Y aun cuando unos y otros tuvieran una anémica infraestructura electoral, de cualquier modo se apoyan entre sí y hasta se prestan a sus expertos en la materia.
El PAN va con el PRD, mudado en un cascarón, pero, bueno, tiene 33 presidentes municipales que bien pudieran, digamos, empujar la carreta.
El resto, PT, PES, MC y MORENA van solos cada uno, y por tanto, en un tiempo de alianzas, se vuelven frágiles, de igual manera como también el único candidato independiente a la mini.
Más aún:
El voto duro del PRI es de 800 mil, y a ojo de buen cubero, serviría para perfilarse desde ahora como el ganador.
Más si se considera que el abstencionismo llegaría a un 45 por ciento, en tanto la población electoral indecisa llega por ahora al 28 por ciento.
MORENA se les verá difícil para su estructura electoral, que entre otras cositas consiste en tener representantes en todas y cada una de las casillas instaladas de norte a sur y de este a oeste.
Por ejemplo, mucho se duda que las tuviera, digamos, en los doce municipios de la montaña negra de Zongolica o los quince municipios de la sierra de Chicontepec y Huayacocotla, donde, y por razón natural, el voto puede ser comprado por las tribus priistas al mejor postor.
5
López Obrador ha dado muchas vueltas al país aglutinando a la población a su alrededor.
En tanto, Cuitláhuac García apenas se estaría organizando, incluso, en la víspera de que el primero de abril, en 48 horas, arranque la jornada electoral según la ley y durante los próximos 45 días.
Se ignora, pues, si tendrá el equipo suficiente para aceitar a MORENA en cada municipio y en cada región desde los candidatos a diputados locales unis hasta los representantes de casilla, tan importantes para la defensa del voto.
Y aún más pasarela mediática pudiera tener, en las ocho regiones indígenas de Veracruz la prensa escrita nunca llega, salvo raras y contadas excepciones y a una que otro cabecera y con bajísima circulación, apenas la simple presencia.
En tanto, las televisoras comerciales y las estaciones de radio fuertes nunca alcanzan con su señal hasta por allá.
Y el tiempo está encima.
Lo importante es que el candidato de MORENA a la mini estaría consciente de que juega igual que Adolfo Ruiz Cortines, es decir, sembrando para el futuro, un futuro llamado Andrés Manuel López Obrador 2018.
Después de la curul federal, Cuitláhuac tendría amarrada la presidencia municipal de Xalapa.