*Alcaldía se le hace poco
*Trastupijes en la SEDESOL
1
Después de la Virgencita de Guadalupe, Frida Kahlo y Susana Zavaleta, Anilú Ingram en el Golfo de México.
Antes, mucho antes, soñaba con la presidencia municipal de Veracruz. Ahora, sueña con la Senaduría de la república.
Y luego, con la gubernatura.
Después de sobrevivir al duartismo, rescatada por Miguel Angel Osorio Chong, secretario de Gobernación, el palacio jarocho le queda chiquitito.
Tal cual, Mao (así le llama al presidenciable titular de la Segob) en Los Pinos y ella en la curul camino a la silla embrujada del palacio de Xalapa.
Pero…, pero en el camino se ha atravesado el ex subsecretario de Gobernación y secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda, quien fuera, por cierto, secretario General de Gobierno de Enrique Peña Nieto en el estado de México.
Y Luis Enrique Miranda ha disparado el primer misil.
En los estados de Veracruz, Tabasco, Coahuila y de México, se han dado y concitado denuncias en contra de las delegaciones federales de la Sedesol porque unos funcionarios públicos, habilitados como promotores, se hicieron pasar como beneficiarios del programa Pensión para Adultos Mayores.
Entre todos desviaron 19 millones de pesos.
Jóvenes, incluso, alteraron su nombre y edad y se habilitaron como ancianos y cobraron el apoyo de la Sedesol.
6 denuncias en Edomex. Tres en Veracruz. Una en Tabasco. Y otra en Coahuila.
Lo delitos son usurpación de funciones y desvío de recursos públicos.
Y aun cuando los señores ya fueron cesados “mientras se efectúa la investigación”, la guillotina vino desde las oficinas centrales en la Ciudad de México, en ningún momento desde las delegaciones.
Si fueron en el tiempo de Anilú Ingram y omitió el hecho, malo.
Si fueron antes, digamos, en el tiempo de Marcelo Montiel Montiel, su antecesor, y/o en el tiempo de Ranulfo Márquez Hernández, peor tantito, pues de acuerdo con la Ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos, la Ingram está obligada a interponer la denuncia.
Y si el titular se abstiene de la denuncia, entonces, en automático se vuelve cómplice y sujeta a un proceso penal.
Y si “se la pasaron de humo”, entonces, caray, mala onda, mal karma, mala vibra.
Solo “Mao” la salvaría, digamos.
Y si, bueno, quisieran descarrilar a Mao a través de Anilú, entonces, ha sonado la hora de prender una veladorcita a Frida Khalo.
2
Cierto, se vive y padece el tiempo de la corrupción política.
México, en los primeros lugares de la deshonestidad mundial.
8 ex gobernadores están en la mira de la Procuraduría General de la República. Veracruz, Nuevo León, Tamaulipas (con dos), Sonora, Chihuahua, Quintana Roo y Zacatecas.
Y lo peor, acusados de lavado de dinero, delincuencia organizada, enriquecimiento ilícito y peculado.
Y aun cuando los delitos son de lesa humanidad porque se trata del erario, en el caso de la Sedesol con la gran estafa a la pensión de los adultos mayores equivale a robar a un muerto.
Según el abogado general de la Sedesol, David Garay (Reforma, 10 de diciembre, 2016), “la ordeña” fue en el tiempo de Rosario Robles Berlanga (Ranulfo Márquez Hernández), José Antonio Meade (Marcelo Montiel Montiel) y Luis Enrique Miranda (Anilú Ingram, la protegida de Mao).
La denuncia penal camina en la Procuraduría General de la República, PGR.
“De ser hallados responsables, podrán ser inhabilitados para ejercer cargos en la administración pública federal, además de otras sanciones económicas y penales”. (Diana Baptista, Reforma)
Los promotores serán sancionados. Pero ¿y los delegados?
A menos, claro, que también los hayan estafado.
Pero, caray, resulta extraño y raro que les hayan “tomado el pelo”.
3
Nadie pensaría que la delegada de Mao está involucrada.
Su ambición política está por encima, digamos, de cualquier tentación económica.
Ella busca el poder por el poder mismo. El poder político como una droga. Peor que la marihuana o la cocaína. Peor, incluso, que el sexo. Peor que cualquier tipo de adicción.
Pero la naturaleza humana es canija y la gente alrededor puede descarrilar, incluso, actuando en las sombras.
Bastaría recordar el argumento de Flavino Ríos, el góber interino, respecto a Duarte. “Era mi amigo, pero me engañó”.
Y/o de Antonio Gómez Pelegrín, ex de Sefiplan: “Yo le decía que estaba mal desviar el erario, pero no me hacía caso”.
Y/o de Tomás Ruiz, ex de Sefiplan y de la SIOP: “Cuando me di cuenta que no me hacía caso… renuncié”.
Por lo pronto, Luis Enrique Miranda ha precisado que ya tomaron las medidas para evitar otro trastupije en el programa Pensión para Adultos Mayores del año 2017.
Okey.
Pero…, pero con todo, nadie cree que los promotores que “ordeñaron la vaca” se quedaron con todos los litros de leche, pues habrían “salpicado” en una espiral hacia arriba.
Solo así podría explicarse que durante las secretarías de Rosario Robles, Meade y Miranda, el fraude a las pensiones de los adultos mayores sin seguridad social se consumara.