El viejo, tradición que persiste entre los xalapeños

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FOTO: ARCHIVO
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La tradición del viejo persiste entre los xalapeños. Disfrazados de adultos mayores bailan y cantan de puerta en puerta para pedir una limosna. En algunos lugares, elaboran un muñeco con ropa, cartón, periódico, aserrín y otros materiales, y lo incineran.

Lo anterior, con el propósito de “quemar malas vibras”, deshacerse de problemas e iniciar un año positivo.

En los mercados y en otros puntos de la ciudad se comercializan piñatas de papel y cartón que representan a dicho personaje. Hay quienes prefieren comprarlos ya armados.

Cerca de Plaza Crystal, Lidia Valdés González, continúa elaborando y comercializando los muñecos. Considera que es una tradición que perdurará en la población. Hace un año mencionaba que las ventas no eran muy buenas, situación que ha mejorado actualmente.

“Lo que significa es que quemas todo lo malo que te pasó en el año y tienes que ponerle ropa de cualquier miembro de la familia, de preferencia de todos para que al final del año se queme todo lo malo de cada una de las personas, para iniciar el año con una mejor actitud, eso es lo más importante”  comenta la empleada de Lidia, Atlanta Reyes Hernández.

Los muñecos para la tradición se elaboran con camisas y pantalones de diversos estilos. Para la cara se utiliza cartón, papel, pintura y algodón. En ocasiones son quemados en colonias de la periferia, como en la colonia Revolución, Rafael Lucio, Veracruz, así como también, en la Reserva Territorial de Xalapa.

“Tratamos de que su cara sea de un viejito, si te das cuenta los detalles son un poco cuidadosos, sus manos bien hechas, les ponemos zapatos. Luego les ponemos sus botellas de licor o un puro que se vean más presentables”, relata.

Estos muñecos tienen un costo que va de los 150 a los 200 pesos, dependiendo del tamaño, toda vez que algunos llegan a medir casi lo mismo que una persona.

En el mercado Jáuregui se han comercializado estos muñecos desde hace 54 años. También venden piñatas con la figura del viejo que pueden ser rellenadas con cohetes.

“Las personas creen que al quemar al viejo se van las malas vibras y le echan cohetes y todo eso, sí los queman. Aquí los vendemos a 90 pesos y lo pequeños a 35 pesos”, recalcaron comerciantes.

Martha González y Martín Espinosa, una pareja con domicilio en la calle Moctezuma de la colonia Centro, año tras año deambulan disfrazados en las calles, donde bailan, cantan y alegran el 31 de diciembre.