El próximo Ayuntamiento de Xalapa no será ni de “cuotas”, ni de “cuates”: Alcalde electo, Ricardo Ahued

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Foto: Cynthia Sánchez

“Vamos a poner orden”, “revisar la nómina, de ¿cuántos hay? y ¿cuánto se gasta?”, “el primer día voy a clausurar el túnel del Chapo (sic), que hay en la oficina de presidencia”, es parte del catálogo de promesas de Ricardo Ahued una vez que tome protesta por segunda vez en la presidencia municipal de Xalapa. Ahued asegura que no es tiempo de pensar en el 2024, “sí lo hiciera -ataja- tendría que ir a ver a mi psicólogo”.

Exclusiva.- Una fotografía panorámica del Xalapa del siglo pasado (1904) ocupa la parte alta de la pared de la oficina del alcalde electo, Ricardo Ahued Bardahuill. Es medio día de mitad de semana, el morenista ríe y cuenta anécdotas de esa imagen y de otras pinturas que guarda. Hay también una caricatura enmarcada del político “trepado” en un camello y unas cubetas de “Casa Ahued” de plástico.

Ahued confiesa que va por su séptima taza de café, está tranquilo y esperando a ser llamado para tener su “Constancia de Mayoría”. Ya se la dieron en la madrugada del jueves. En plática con Crónica de Xalapa tiene muy claro que  los próximos seis meses serán claves para diseñar un plan de gobierno que les permita no llegar a improvisar, ni hacer ocurrencias: Un diagnóstico serio sobre obras públicas peticionadas por los ciudadanos en campaña, una política metropolitana para atender a xalapeños y foráneos que trabajan y dependen de la Atenas Veracruzana y un orden al interior del Palacio Municipal donde habrán de revisar si hay excesos en la nómina, y de paso checar si el ejército burocrático no está excedido.

“Será un gobierno que transparente cada peso, el Congreso y la ciudadanía sabrán cuántos empleados tenemos y cuánto estamos gastando. Para eso hay que revisar la nómina: ¿Cuántos hay y cuánto se gasta? El presupuesto de Xalapa no se puede ir en servicios personales habiendo tantas necesidades afuera”.

-Oiga, se volvió moda, que en la función pública, los Secretarios Particulares tenían un particular, los Directores asistentes y el regidor jefe de prensa y así en el escalafón, se le comenta.

.-No, pues eso se acabó. Y si lo quieren tener, que lo tengan, pero que lo paguen de su dinero.

Ahued tomará protesta y tiene clara su primera acción: “Voy a clausurar ese túnel de El Chapo, que conecta de la oficina del alcalde al estacionamiento, sin tener contacto con la gente, ni con los empleados municipales. Hay que ver como tirarlo, pero de mientras el primer día voy a poner un sello de clausurado”.

Ese túnel de tablaroca que aísla a la primera autoridad de Xalapa, fue construido en la administración del priista, David Velasco -contrincante de Ahued- y al cual, los alcaldes siguientes: Elizabeth Morales, Américo Zúñiga e Hipólito Rodríguez no le encontraron objeción alguna.

Después de eso, Ahued tiene más de ocho mil peticiones -cientos de ellas sobre una misma diligencia- para guarniciones, pavimentaciones, red eléctrica, alumbrado, rehabilitación de parques, construcción de nuevos espacios deportivos, contención del delito, seguridad, eficientizar la limpia pública, detonar el empleo, etcétera.

Insiste que para administrar Xalapa se tiene que pensar en políticas metropolitanas que incluyan a Banderilla, Coatepec, Emiliano Zapata y Tlalnehuayocan, pues asegura que hay una codependencia entre los foráneos que trabajan en la capital, pero también la Atenas Veracruzana necesita de ellos.

“El gobierno de Xalapa va a ser de puertas abiertas, sin rencillas, sin rencores, de resultados, uniendo a los xalapeños, a los que votaron y no votaron por nuestro proyecto. De coordinación con los tres órdenes de gobierno”.

“Aquí no es Secretaría del Trabajo”

Cinco veces servidor público, con sus últimos dos cargos envuelto en la polémica -el Senado de la República donde pidió dos veces licencia y la Administración General de Aduanas donde no duró un año-, Ricardo Ahued promete que la administración municipal 2022-2025 no será una “agencia de colocaciones”, ni un gobierno de “cuotas”, ni de “cuates”. A pregunta expresa, señala que no se repetirá el fenómeno de traer Directores de otras entidades o municipios, pues en Xalapa hay profesionistas y empleados con calidad “para exportar” al gobierno estatal y federal.

“Hasta ahora no he tenido insinuación de a quien meter. Quiero que la gente, el partido de Morena, los de la alianza se sientan orgullosos de este gobierno. Me siento con la edad, la madurez y el conocimiento para tomar decisiones que le convengan a Xalapa, creo que me sirvió haber sido alcalde hace muchos años”.

Deja entrever, que no sería descabellado pensar que algunos directores que lo acompañaron en su primera etapa como alcalde, puedan “ser invitados”, y amalgamarse con integrantes de su actual equipo de campaña y otros profesionales de probada calidad.

Con su dedo anular, Ricardo Ahued “golpetea” la mesa de madera, en su lenguaje corporal apela al “orden”. Asegura que esa palabra y la “disciplina” lo han regido en la política, los negocios, en la familia e incluso en su vida personal.

“Vine a servir, no a servirme”

Ahued da un vuelco en su silla giratoria de piel negra, promete enseñarnos algo que a nadie de la prensa le ha enseñado, es un mensaje de su padre, Alberto Ahued escrito en la década de los ochenta, cuando el hoy alcalde electo y sus cinco hermanos ya eran huérfanos de madre.

 “Ricardo: Esta nota que te sirva como un estímulo a tu capacidad comercial y al empuje que has demostrado y tenido desde el momento en que te dejé el negocio sintiéndome orgulloso de haberme dado tu bendita madre un hijo como tú. Ten la seguridad que sería lo mismo que sentiría tu madre que sigue estando con nosotros en el cielo. Tú padre que te bendice y te quiere.  Alberto Ahued”.

Esa misiva paternal, enmarcada en un marco verde, Bardahuill la toma como un compromiso para estar en el servicio para “servir” y “no servirse”, insiste que sus padres le inculcaron a no ser ambicioso, ni obsesionado con el poder.

“Mi familia sabe que el pan que yo llevo a la mesa no es del Senado, ni de la diputación, ni va a ser de la alcaldía; mis hijos y mi esposa saben que vivimos de los que van a comprar a mis negocios. De los propios clientes que al comprarme me han dejado crecer. Fui pobre, yo me desprendí de lo material hace tiempo”.

La carta de Ahued, mucho tiempo estuvo colgada en el primer negocio de la familia: “Artículos Baratos” que se encontraba en la esquina de Juárez y Revolución, de alguna forma, el comercio antecesor de “Casa Ahued”.

“A mi edad ya no puedo patinar”

Una vez que concluyó el periodo electoral 2021, la clase política, el espectro mediático, “Radio Bemba”, la oposición y hasta líderes de colonia empezaron a “futurear” sobre los “candidatos naturales” rumbo al 2024, sobre todo de los liderazgos de Morena entre los que mencionan a Ricardo Ahued, al Secretario de Gobierno, Eric Cisneros, a la Secretaria de Energía, Rocío Nahle y al presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín, el alcalde electo emplaza que no es ni remotamente tiempo de pensar en eso.

“Faltan, sí Dios quiere, seis meses para tomar posesión como alcalde y de ahí, hay un reto grandísimo para salir adelante. Si yo ahorita estuviera pensando en el 2024, tendría que ir a ver a mi psicólogo. El cual no lo uso. Es una locura pensar ahorita en eso, violenta el proceso legítimo, violenta la lógica, violenta a los electores, de ninguna manera se está pensando en eso. Esto es de cuatro años, a mi edad ya no puedo patinar, Veracruz es un paisote, no es un juego pensar en eso”.

¿Seguro?

.-Si yo hubiera pensado en la gubernatura. Me hubiera convenido más quedarme en el Senado, estar más tranquilo tres años más y pedir licencia unos meses antes.

¿A qué aspira entonces?

.-Lo que deseo es verme salir a la calle y que la gente no me insulte y no me reclame, como lo he hecho hasta ahora. Llevo 16 años en la política y todavía puedo salir tranquilo en Xalapa, espero -insiste- poder seguir así.