El primer agravio de González Meza

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DCF8833F-3263-46B0-84F2-4D596B7EDE62Hablan familiares de los primeros desaparecidos de la Fuerza Civil, y son de Coatzacoalcos, exigen que Roberto González Meza les diga en donde están sus seres amados​;​el ex director de la Fuerza Civil era el coordinador del operativo Blindaje Coatzacoalcos cuando se dio la desaparición de cinco hombres jóvenes en colonias de Coatza

 

«Ahora sí nos creen que fue la Fuerza Civil, que fue la policía la que se llevó a nuestros familiares», dice Raquel Hernández May, esposa de José Manuel Cruz Pérez, un taxista de Coatzacoalcos que se encuentra reportado como desaparecido desde mayo de 2015.

José Manuel y otras personas se convirtieron en las primeras víctimas de desaparición forzada a manos de la Fuerza Civil en todo el estado. Él y otro grupo de personas fueron sustraídas de sus casas o detenidas ilegalmente en el marco del operativo Blindaje Coatzacoalcos, entre la madrugada el 11 y el 12 de mayo de 2015.

El operativo fue lanzado a mediados del 2015 por Javier Duarte de Ochoa y Arturo Bermúdez Zurita para luchar contra los secuestros y el incremento de delincuencia en la región; sin embargo, «se trató de una estrategia de terror para someter a la sociedad», reclama Manuel Cruz, padre de José Manuel Cruz Pérez.

En ese entonces -recuerda- no había medios para apoyar a los familiares de desaparecidos. Lo único que se le ocurrió fue tomar cartulinas y hacer impresiones en gran formato del rostro de su hijo para ir a reclamar a la Fiscalía.

La primera protesta la realizó en la Fiscalía de la zona sur, en la colonia Petrolera, horas después del operativo que se llevó a su hijo. Ahí Raquel y Manuel se dieron cuenta que había más víctimas además de José Manuel.

En esa protesta se encontraron familiares de Jhonit Enríquez Orozco, Héctor Manuel Facundo Ramos, Eliaquín Alvarado Villafuerte y Roberto Gallegos Osorio, y ahí comenzó todo. Se vieron agraviados, dolidos e ignorados. Hermanos en dolor, y así se organizaron para salir a protestar juntos, marchando por calles de Coatzacoalcos o tapando avenidas.

En una de las protestas Arturo Bermúdez los mandó golpear y los amenazó:

«La Fuerza Civil no se va ir de Coatzacoalcos sólo porque los familiares de los delincuentes se manifiesten».

Organizados, al poco tiempo dieron fundaron el colectivo Madres en Búsqueda Coatzacoalcos, desde donde apoyan otros casos de desaparecidos por mano de particulares y autoridades. Hoy tutelan más de 30 casos en el sur y exigen que Roberto González Meza, ex director de la Fuerza Civil, responda por sus familiares, pues él fue quien coordinó el operativo Blindaje Coatzacoalcos.

«TE SEGUIMOS BUSCANDO, MANUEL»

Su hija tenía siete meses de nacida cuando José Manuel fue sustraído por la policía. Esa madrugada del 12 de mayo, el taxista de oficio escuchó ruidos en la calle. Al asomarse, notó que sujetos de civil que viajaban en una camioneta blanca golpeaban a su vecino y le insultaban.
Cuando lo vieron, le comenzaron a preguntar su nombre.

Todo era confuso, relata Raquel Hernández May, su esposa; ella al darse cuenta de que corría peligro, tomó a su bebé en brazos y salió huyendo al cerro.

Poco le importó pincharse los pies y las piernas con espinas, dejó atrás el terror de los encapuchados en las patrullas de la Fuerza Civil. Ahí en el monte se quedó un buen rato, hasta que se sintió segura bajó.

A todos les decíamos que había sido la policía, no nos creían, nos insultaban cuando salíamos a marchar, decían que eran delincuentes ajustando a delincuentes. Ahora sí nos creen», relata la joven que ha pasado este tiempo educando a una hija que sólo conoce a su padre por fotos.

«No éramos ricos, él trabajaba de taxista y yo también trabajaba desde madrugada. Trabajaba duro esperando algún día ser dueño de sus propias placas», relató.

ME TUVE QUE HACER FUERTE

Jhonit Enríquez Orozco era un obrero que cayó en manos del comando de la muerte custodiado por la Fuerza Civil que se lo llevó junto a otras personas, a las 4 de la tarde del 11 de mayo, en la colonia Villas del Sur, de Coatza.

Lo busca su hermana, Lenit Enríquez Orozco, vocera del colectivo Madres en Búsqueda Coatzacoalcos. Delgada, de figura fina y un tanto elegante en su andar, Lenit Enríquez carga la pena de la ausencia de su hermano.

El más amado, el más querido y el amigo de Lenit.

«Tenía una gran aspiración cuando le pasó eso, convertirse en un soldador especialista, ya iba a tomar los cursos al DIF en ese entonces», recuerda su hermana.

Sin estudios, el chico prefirió buscar trabajo antes de ir a las aulas. El día que pasaron los hechos, la Fuerza Civil escoltaba a la camioneta blanca en donde se lo llevaron.

Desde entonces Lenit Enríquez ha andado por todo el país con el rostro de su hermano. Ha ido a penales, a terrenos en busca de fosas y a cualquier lugar en donde se presuma haya desaparecidos. La frágil hermana del desaparecido ha tenido que ganar fortaleza para seguir en la lucha.

LOS PERROS ESPERAN

En una casa de la colonia Villas del Sur de Coatza hay una manadita de perros que esperan al amo, el que les daba de comer, les bañaba y jugaba con ellos. Se han ido haciendo viejitos porque ya va para tres años de la desaparición del amo, Héctor Mauel Facundo Ramos.

Ignacia Ramos Fernandez tenía 69 años cuando eso ocurrió y hasta ahora es la mujer de más edad en el colectivo.

Aunque Ignacia Ramos tuvo ocho hijos, no descansará hasta saber el paradero de su Héctor Manuel.

«Yo no me voy a cansar de buscarlo, es mi hijo amado, muy buena persona, que siempre se quitaba la camisa para ayudar a los más necesitados

«Si por su casa pasaban migrantes, incluso, les daba de comer, les daba agua y los refugiaba en su vivienda», recuerda.

La mejor señal de que Facundo era un buen ser humano, era el amor a sus perros. Todos callejeros, animalitos que apapachaba y alimentaba a diario con lo que tuviera a la mano.

Vivía para ellos, y desde entonces se han ido haciendo grandes a la espera de que en algún momento regrese el amo y los siga mimando.

QUE REGRESE ELIAQUÍN

Electricista de profesión, Eliaquín Alvarado Villafuerte esperaba una oportunidad para sumarse a las filas de la Comisión Federal de Electricidad, la cual nunca se presentó, la Fuerza Civil le cortó las alas de tajo.

«Yo quiero que regrese pronto, que cruce la puerta y que me pida de comer, su adobo de gallina, su pozol y sus tortillas hechas a mano», relata su madre, Trinidad Villafuerte.

Eliaquín Alvarado desapareció a los 31 años dejando a tres hijos, uno era recién nacido cuando los hechos.

Trinidad Villafuerte dice que es necesario que las autoridades investiguen los pasos de Roberto González Meza en el sur de Veracruz ante los numerosos casos de personas desaparecidas a manos de la policía.

Los operativos que se realizaron en 2015 por el blindaje Coatzacoalcos, lejos de ser para dar seguridad a los porteños, se lanzaron para generar terror y sicosis, para matar gente y echarle la culpa a la delincuencia.

Actualmente, en material legal, no se ha avanzado mucho en Coatzacoalcos. Solicitaron las cámaras de vigilancia de algunas casetas de peaje, y pasaron años para poder tenerlos, ni si quiera eran del día de los hechos.

Lo más sólido hasta ahora en este caso, es que se jale a cuentas a González Meza y diga en donde están las personas que desaparecía.