Por Héctor González
Creado en 1953 por Mathias Goeritz, el Museo Experimental El Eco, replantea su vocación para constituirse como una institución pionera en el cruce de arte, diseño y arquitectura. “Desde su creación se concibió como una escultura habitable que pudiera ser recinto de diversas expresiones artísticas”, explica su director Pablo Landa Ruiloba, en entrevista.
Para el curador y antropólogo, llegó el momento de convertir a El Eco en un referente en México y América Latina al activar conversaciones críticas sobre el pasado y el presente de las disciplinas que le atañen. “Queremos subrayar nuestra vocación y esto implica seguir con nuestras líneas de trabajo y desarrollar exposiciones de arquitectura y diseño en las salas”.
“Recientemente el diseño mexicano ha tenido una proyección internacional notable y nuestra intención es tener un espacio que encauce y proyecte, el trabajo tan interesante que se hace en México”, agrega.
Landa Ruiloba adelanta que entre sus nuevos retos se encuentran construir una programación más arriesgada y que responda a circunstancias sociales, medioambientales y tecnológicas, además de que sustente una postura crítica sobre el papel de las instituciones culturales.
Lo que viene
De cara al segundo semestre del año, informa que vendrán exhibiciones en torno a líneas de investigación como arquitectura y diseño contemporáneo en América Latina, espacio y arte público, archivos y memoria documental, performance e instalaciones de sitio específico, procesos y pedagogías del arte, migración y transformaciones urbanas.
También, destaca la creación del Fondo Documental El Eco, que recogerá la historia del museo desde su creación hasta el presente con materiales relativos al proyecto de Mathias Goeritz, los distintos usos de sus espacios, su recuperación por la UNAM y su historia como institución cultural desde su reapertura en 2005.
En el orden académico, se relanzará de la Cátedra Extraordinaria Mathias Goeritz de Arte y Arquitectura y se reforzará la difusión de la colección del museo, así como el reforzamiento de alianzas con espacios como el Museo Universitario Arte Contemporáneo.
Incorporarán también actividades pedagógicas y académicas enfocadas a la creación de nuevos públicos, como el taller familiar “Domingos de creación” o el taller de mediación y educación visual para docentes de nivel medio superior de la UNAM.
Ubicado a pie de calle, en Sullivan 43, en la Colonia San Rafael, el Museo Experimental El Eco recibe a aproximadamente 50 visitantes diarios, cifra que reconoce Pablo Landa esperan incrementar en lo que resta del año.