San Andrés Tuxtla vio nacer a Stephanie Delgado, sin embargo fue en Hueyapan de Ocampo donde vivió sus primeros 15 años de vida, para posteriormente trasladarse a Xalapa que la cobijó otros 15 años y donde hizo su vínculo más fuerte con la música y en especial con el son jarocho. Es por ello que la misma Stephanie hace mención de esta capital como base para convertirse en cantora de música tradicional que, ha sido su camino hasta hoy y la ha hecho profesionalizarse como músico e interprete en grupos como Ramón Gutiérrez Septeto, Los Macuiles, Vibra Muchá, entre otros.
Mujer que hace canciones, arreglos y música; una artista en esplendor y que pronto presentará su primer material discográfico el cual, verá la luz este 3 de noviembre a las 20 hrs. en el foro cultural Tierra Luna, que tuvo el honor de presenciar su bautizo en la música hace algunos años y que, ahora, será el cierre de una etapa en su carrera de manera culminante.
Con gran carisma, una voz melodiosa y gran sonrisa, Stephanie charló en exclusiva con Crónica de Xalapa para contarnos quién es ella, de dónde viene y cómo es que surge “Migrar”, el título de su primer disco.
La necesidad
Hace 4 años comenzó la necesidad de componer sus propias canciones que, surgen de la música tradicional pero, no son sones como los conocemos, sino que nacen de esa inspiración y se consolidan como la búsqueda de su propio estilo tanto en la música como la poesía.
En primer lugar ganó la beca de Jóvenes Creadores para poder componer todas las canciones que forman parte de su álbum “Migrar”, que fue grabado gracias a que hace un año obtuvo el estímulo del Fomento de Apoyos a la Creación del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC).
“Ha sido un proceso creativo, hermoso y caótico que me ha representado muchísimos retos como interprete pero, también como una mujer que hace canciones y que ha decidido hacerse cargo de la producción, de los arreglos; de su música”, afirma Delgado.
Ella describe su disco como una reunión de muchos de sus ídolos que, en el camino, se fueron convirtiendo en grandes amigos. Durante la charla habló de la gran enseñanza que ha recibido del maestro Ramón Gutiérrez, a quien le agradece haber aconsejado escuchar, por sencillo que pudiera parecer, atesora ese primer paso que él le enseño. Escuchar a profundidad ha sido primordial a la hora de componer, relata.
“Fue la música de Ramón lo que también detonó mí propia necesidad de hacer música diferente; lo que yo quería sacar de mí y que me costaba un poco de trabajo pero, gracias a él mi inspiré y tomé valor para hacerlo”, añade riendo.
En su disco colabora con Ulises Martínez (violín) que ha sido una inspiración dentro de la producción como instrumentista; Jorge Cortés al que agradece ser apoyo y pieza fundamental en la coproducción del disco; Aarón Cruz, que considera uno de los bajistas más importantes en la escena del jazz en México; y a todos sus compañeros que la arroparon en el nacimiento de este álbum: Samuel Aguilera (décima), Francisco Cruz (piano), Miguel Arizmendi (bajo quinto), Juan Cubas Fridman (guitarra eléctrica) y Osvaldo Peñaloza (percusiones), cada uno es reconocido en los circuitos del jazz, la música purépecha, música chilena de la Costa de Guerrero y el son veracruzano.
El nacimiento
En un inicio este disco surgió de su propio movimiento dentro de un territorio, sin embargo, también va de la reflexión que ella hizo sobre aquello que involucra el cambio y moverse de una ciudad a otra, en otras palabras, en este disco se reflexiona sobre la migración que ella hizo en su música, la salida de esa “casa” donde estuvo durante más de diez años, es decir, el son jarocho.
Es por ello que en esta producción musical, Stephanie aborda la migración que ha llevado a cabo dentro de la búsqueda de su propio estilo sin dejar atrás las raíces y herencia que grandes músicos y amigos le han aportado.
“Voy hacía esos nuevos caminos sonoros con mi casa a cuesta, que es la música tradicional, por ello este disco hace referencia a esta reflexión de la vida en general y del mundo. Los animales migran, las aves migran y van dejando sus semillas por otros lados. La vida es movimiento, el mundo es una constante migración para mí y la identidad también se construye a partir de esos movimientos”
Nos deja conocer su pensamiento acerca de la vida y lo que involucra salir de esa casa donde hemos vivido tantos años, que no se limita a ser un lugar físico, pues migrar es construir una identidad con base en las experiencias y vivencias que adquirimos día a día. Como las telas que se construyen con pedazos de otras y forman algo nuevo. Así es como Delgado se arriesga y sale de su casa para crear este disco el cual, no está destinado al son jarocho, decidiendo hacer esta propuesta musical donde nos mostrará hacía donde más se puede trasformar la música que surge de la tradición.
Nos adelanta que todas las canciones que componen el álbum son como historias, para ella es un viaje de todos sus años de vida, donde invitó a las memorias de su infancia, sobre todo, que marcaron su vida y la persona que es hoy en día.
“Migrar es como una fiesta donde hay gente muy distinta, historias muy distintas pero, al final, ese ha sido mi recorrido, mi camino, mi viaje durante todos estos años, dentro de la música y fuera de ella. Por ello el disco es un poco extraño porque tiene como dos identidades sonoras muy diferentes: una parte construida dentro de las cuerdas frotadas y la voz, y por otro lado sonidos más electro acústicos pero todas van narrando mis reflexiones respecto a al andar en el mundo”, dice Stephanie.
El color de su música
Al preguntarle sobre qué color cree que tiene su música, mencionó que no es posible definirla de una sola manera, porque es una gran cantidad de experiencias en su andar y vivir; encasillar su trabajo en un solo elemento, no sería fácil.
Confesó que es emocionante dejar sobre la mesa su trabajo y que la gente tome lo que le agrade y que, espera, la mayoría sea del agrado de todos los que lo conozcan.
Seguramente será para muchos de sus conocidos y amigos una sorpresa el conocer su nueva propuesta. Ella misma admite que durante mucho tiempo fue muy reservada con su música y, la mayoría, espera un material basado en son jarocho, lo cual no sucederá.
Migrar
Su infancia, experiencias y sensaciones son catalizador de ideas que la impulsó a crear este disco, porque “Migrar” no es sólo armonía y letras combinadas para deleite del público sino, una reflexión que la autora ha llevado a cabo a través de su vida y que este próximo 3 de noviembre compartirá oficialmente con el público en 9 composiciones que nos mostrarán rasgos de géneros como conga, huayno y son jarocho pero, con el resultado de su búsqueda personal por definir su andar en la vida.
Ser productora de su propio trabajo fue una de las partes más importantes, quizás por terquedad, pero ella quería trabajar en su disco, ser quien estuviera encargada de los arreglos, producción y que el público al escucharlo, sepa que es lo que ella quiere decir.
El disco saldrá a la venta en físico a finales de noviembre. Para esta primera presentación en Tierra Luna, el próximo jueves 3 de noviembre, estará sólo en formato digital, pero hará llegar el formato físico posteriormente, es decir, será una preventa del disco.
Será liberado por sencillos, uno por uno, y en todas las plataformas digitales a partir de diciembre; en 2023 podremos disfrutar del álbum completo en plataformas digitales. Sólo adquiriéndolo en físico o durante sus presentaciones, será posible escucharlo de pies a cabeza e invita a no perderse sus conciertos.
Agradece y reconoce el apoyo de su familia en cada paso que ha dado, porque es un punto de congruencia en su música y lo que busca en el mundo. Sus padres son personas que admira por el trabajo y en entusiasmo que siempre muestran en la vida, y hace que ella se inspiré aún más.
“En general para mí, “Migrar”, es una ofrenda de amor a la vida y a la gente con la que he compartido y las músicas que me han nutrido durante todos estos años”
Además de Tierra Luna, se presentará en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) de la Ciudad de México, el 4 de diciembre. En ambos conciertos la acompañará Juan-pi Martínez en los teclados, Aníbal García Saint-Charles en la multipercusión, Luis Velasco en el bajo, Xihunel Valdivia en el cello y músicos invitados que harán de esta presentación, un momento inigualable.
“Yo soy la que está al frente, mi voz quizás pero, hay muchas voces y músicas detrás sosteniendo este tipo de proyectos. Es digno y suficiente ser músico tradicional y, además, es necesario. Estoy agradecida porque haya gente que se esfuerza y da la vida por esto. Es una ofrenda a mí pueblo, Hueyapan” añade al terminar la charla.