El Betis confirmó su clasificación para los dieciseisavos de final de la Liga Europa como líder de su grupo a pesar de empatar a cero en el campo del Dudelange luxemburgués en un encuentro que resultó poco vistoso debido al mal estado del césped. Sin embargo, la victoria del Olympiacos sobre el Milan, el único adversario que podía descabalgar al Betis del primer puesto, permitió a los sevillanos encabezar la clasificación final del grupo F.
Al equipo de Quique Setién le costó imponer su fútbol de toque en una primera mitad en la sus jugadores acusaron la dureza de un campo muy duro, casi helado, y apenas si encontraron huecos en el tupido entramado defensivo del cuadro local, motivado por sumar al menos un punto en esta fase de grupos. Las primeras aproximaciones peligrosas corrieron a cargo de Francis, que entraba por el carril derecho de forma insistente y rozó el gol primero con un disparo que se marchó alto (m. 7) y luego con un centro que desvió un defensa hacia su portería (m. 33), obligando a salvar con el pie al portero Bonnefoi.