Día Mundial de la Salud: retos en el acceso y la disponibilidad en México

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El acceso efectivo a la salud es un derecho humano, pese a todos los esfuerzos por universalizar la cobertura y mejorar la calidad, todavía muchos mexicanos están excluidos de este derecho.

En México, 4 de cada 10 personas presenta carencia por acceso a los servicios de salud, de acuerdo con cifras de la Medición de Pobreza del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social).

Este nivel no sólo no se ha reducido en los años recientes, sino que se ha duplicado. Entre el 2018 y el 2022 se observó que cerca de 30 millones de mexicanos dejaron de tener acceso efectivo a bienes y servicios médicos.

Cada 7 de abril, se conmemora el Día Mundial de la Salud, para promover la salud e integrar esfuerzos para hacer frente a los desafíosen materia de salud pública.

En México, en un primer momento, la prioridad en materia de salud es extender la cobertura a la totalidad de la población.

Uno de los grandes obstáculos es la informalidad laboral, en la que se encuentran la mitad de los trabajadores: la mayoría de quienes están en estas modalidades no cuentan con afiliación al IMSS u otra institución de seguridad social.

Y aunque la Secretaría de Salud federal tiene la responsabilidad de atender a todas las personas sin afiliación o acceso a sector privado de salud, sus capacidades de operación superan la demanda de atención de los mexicanos.

Desigualdades en el acceso

Las desigualdades regionales y socioeconómicas también influyen en el acceso a la salud en México.

Las regiones urbanas suelen tener una mejor infraestructura de salud y más recursos disponibles en comparación con las zonas rurales. Además, las personas con mayores ingresos tienden a acceder a servicios médicos de mayor calidad en el sector privado, mientras que aquellos con menos recursos dependen en gran medida de la atención pública, que a menudo está sobrecargada y subfinanciada.

En las zonas urbanas de México se observa que hay hasta 15 veces más hospitales que en las rurales; los tiempos de espera y el indicador de médicos por paciente también son mejores en las grandes ciudades.

La población más pobre también es la que más desembolsa dinero propio en prevención y atención de la salud; el 4.6% de los hogares en pobreza extrema realizan gastos catastróficos en salud.
Mientras que para los hogares no pobres y no vulnerables, la cifra se reduce a 3.7 por ciento.

Recursos destinados a la salud

Otro de los grandes retos es avanzar en materia de salud pública con los recursos destinados para este rubro. En dos décadas, el gasto público en salud no ha logrado superar el rango de 3% del PIB de México.

Para tener una idea de si este nivel de recursos es alto o bajo: la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda a los países destinar al menos el equivalente al 6% del PIB al sector salud.

En países como Estados Unidos los recursos destinados a la salud se acercan al 16% del PIB total. En países europeos como Alemania y Francia se destina alrededor del 12% del PIB.

Aunque en los años recientes el presupuesto, en términos reales, para la salud ha crecido, los aumentos han sido insuficientes para las grandes necesidades del país.

Baja accesibilidad y calidad incierta

Los indicadores que evalúan la accesibilidad física de la salud pública reflejan carencias importantes en infraestructura, personal de la salud y distribución de unidades de todos los niveles en zonas marginadas.

La salud no sólo no es accesible para algunas personas porque no cuentan con servicios en sus comunidades, sino porque incluso cuando existen unidades encuentran obstáculos para costear sus necesidades médicas.

Otro desafío importante es la calidad de la atención médica. Aunque México cuenta con profesionales de la salud altamente capacitados, la falta de recursos, la burocracia y la sobrecarga en las instituciones de salud a menudo afectan la prestación de servicios y el acceso a medicamentos y tratamientos.

La prevalencia de enfermedades crónicas en la población mexicana muestra que existen retos enormes para reducir la obesidad, la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, que son algunas de las principales causas de muerte en el país.

El acceso a la salud en México sigue siendo un desafío complejo que requiere una respuesta integral, enfocada en universalizar este derecho y mejorar las capacidades del sistema de salud.

Si bien se han logrado avances significativos en los últimos años, aún queda mucho por hacer en términos de infraestructura, disponibilidad, igualdad, eficiencia y recursos humanos.

Acceder efectivamente a la salud no se trata sólo de tener afiliación a una institución o poder acudir a alguna unidad incluso sin tener afiliación; implica tener unidades de todos los niveles sin tener que viajar por tiempos excesivos, tener acceso a la información para prevenir la salud, acceder a servicios de calidad y generar condiciones dignas para quienes se ocupan en el sector salud.