Desde Holanda, veracruzano René Morteo publica “Los horrores de Ámsterdam”; inspirado en Veracruz y su niñez

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René Morteo, originario del puerto de Veracruz, titulado de la Universidad Veracruzana en Ciencias de la Comunicación; se dice orgulloso de ser veracruzano, aunque su tierra natal es considerada un “pueblito” sin posibilidades, él menciona que a pesar de no ser una megalópolis, Veracruz tiene mucha riqueza cultural que otros lugares no tienen.

Dejó atrás su ciudad natal para estudiar una maestría en Europa, sin embargo, se dice orgulloso de haber tenido una educación pública, lejos de las escuelas privadas donde no se obtienen las experiencias que él adquirió gracias a las instituciones que le dieron los conocimientos necesarios y valiosos, como para ser aceptado en universidades de prestigio, como los es Oxford, donde tiene un diplomado de inglés académico y una maestría en nuevos medios por la universidad de Utrecht en los Países Bajos.

“Todo esto con preparación “netamente” veracruzana”, dice.

Al iniciar esta charla en exclusiva con Crónica de Xalapa, René Morteo nos comentó acerca de la inquietud que tuvo cuando estudió su maestría en nuevos medios, ya que compara el contexto hace 10 años donde informar era totalmente diferente al día de hoy, cuando puedes tomar tu teléfono móvil y realizar una transmisión sin necesitar del equipo que hace unos años era invaluable.

 

El nacimiento de “Los Horrores de Ámsterdam”, su primer trabajo como escritor

Tuvo que dejar la ciudad donde vivía al este de los países bajos, para vivir en Ámsterdam por el traslado de su esposo. Dejó su empleo atrás para instalarse en esta nueva ciudad, sin embargo los planes que tenía para su llegada se vieron frustrados por el inicio de la pandemia por coronavirus.

El confinamiento en Países Bajos fue muy estricto, a diferencia de México. Cuenta que para verano de aquel año, las restricciones cedieron levemente, aunque para septiembre el aislamiento se volvió muy difícil, por lo que terminó acostumbrándose a esta realidad.

En este contexto, nos revela que fue ese momento en que pensó estudiar la historia de la ciudad, ya que es fanático de esta y sobre todo de aquel lugar donde estaba prácticamente atrapado y sin nada más que hacer.

Un día al estar cerca Día de Muertos del 2020, encontró una publicación en Facebook sobre un libro titulado “Leyendas de Veracruz” que data de alrededor de 1970. Recordó que cuando tenía 12 años, para su cumpleaños, le prestaron este libro y admite que siempre ha sido fan del terror, por lo que ese volumen le encantó y quedó tan encantado de el, que lo devoró en poco tiempo.

Aquel libro desencadenó un gran entusiasmo y el interés para salir por las calles del Puerto de Veracruz y realizar, lo que sería, su primer trabajo como reportero. La ciudad jamás fue la misma después de aquella experiencia.

Mientras nos relata la investigación que hizo sobre este libro, para presentarlo en la escuela y tener la mejor exposición del grupo, sonriendo y con gran nostalgia dice:

“Ese día no pudo ser más perfecto para un niño veracruzano”

Después de tan grande logro, fueron a la casa de un amigo donde comieron pizza, pan de muerto y tomaron chocolate, además pudieron ver la premiere de la película “Hocus Pocus”.

“Ahora que publico un libro inspirado en aquella experiencia de mi niñez en Veracruz, 25 años después se estrena la segunda parte de Hocus Pocus”.

 

“Los Horrores de Ámsterdam”, es un libro de historia holandesa con corazón veracruzano.

Fue muy difícil hacer este libro porque en Ámsterdam son cristianos protestantes, lo cual significa que en aquel lugar no creen en los fantasmas, ellos no consideran real que haya una vida u otro plano después de la muerte. Para ellos no hay otro mundo espiritual que no sea Jesús y su reino.

A diferencia de México, España, Italia, Francia y otros países donde caminas y te encuentras una historia de fantasmas, en Ámsterdam y todos los Países Bajos no es así. Allí “no hay fantasmas”.

Pero para que surgiera aún más su interés por la historia en aquel país, su fuente fue un libro de folclore holandés, en el cual encontró varias joyas literarias sobre fantasmas del siglo XVI – XVII escritas en un estilo muy parecido al de sor Juana Inés de la Cruz, es decir, tipo sonetos.

“Fue una labor titánica, porque tenía que traducir esos sonetos escritos en holandés atigüísimo, nada parecido al holandés moderno. Y luego tuve la locura de que después de traducirlo tal cual, debía tener la misma métrica que en ese lenguaje antiguo”.

Su rutina se basaba en levantarse a las 6 de la mañana y acostarse a las 11 para traducir un poema al día. A pesar de tener ayuda de su esposo, que es holandés, tuvo que hacer un trabajo de investigación para conocer palabras que están en desuso, palabras que no tenían una traducción simple y poder captar la esencia y el verdadero significado de aquellos poemas.

Confiesa que encontró un pequeño libro llamado “Casas Encantadas de Ámsterdam” de una periodista local de la ciudad, que data de los 60s, sobre el libro base de su investigación, sin embargo estaba completamente basado en entrevistas.

“La verdad, tanto su estilo de escribir y entrevistar no era muy bueno, y mi trabajo está más completo”, ríe.

Él sintió muy anticuado este trabajo, así que pensó en contactar a la autora para colaborar con ella y actualizarlo. Cuando se dedicó a traducir el texto a español e inglés, fue que a la autora le dio coronavirus y falleció.

“Fue en este momento que dije <<Ah, muy bien. Pues lo hago yo>>. El mundo confabuló para que yo pudiera escribir este libro”.

Todo apuntó a ser una señal de que tenía que comenzar y escribir las historias para publicarlo.

 

“Mi libro no intenta convencerte de que los fantasmas existen”

Su trabajo tiene un enfoque muy diferente a los típicos libros de leyendas, donde te presentan la historia y tratan de convencerte de lo que ahí se dice. René tiene una propuesta diferente y más interesante con “Los Horrores de Ámsterdam”, que cuenta con dos volúmenes.

El enfoque de estos dos libros, creados por Morteo, es explicar por qué están ahí esos fantasmas, por qué existe una historia que no se deja morir y que quiere ser contada. Cada vez que se acercaba a esas historias, su interés se volcaba a qué pasó en esas casas, qué era lo que sucedía en ese momento histórico y qué provocó la aparición de un fantasma.

Explica que en la mayoría de las ocasiones no es que haya un espíritu, sino un miedo social que todavía nos acecha y provoca la aparición de estos entes.

La antropología del miedo es lo que presenta en su libro, esto quiere decir que se estudia al miedo desde el punto de vista social. El miedo a la muerte y al amor, son miedos universales pero, los demás son construcciones sociales. Desde esto, los fantasmas son miedos basados en la historia y contexto social en el que vivimos.

“En mí libro sí te voy a presentar y decir en qué consiste la leyenda pero, te voy a contar sobre la historia de la ciudad y cómo es que ese momento determinado dio origen a este fantasma”

 

El motivo por el cual no nacieron “Los Horrores de Ámsterdam” durante 25 años

No tenía interés por escribir, es el principal motivo para que estos volúmenes no vieran la luz antes, pero también el miedo. Miedo creativo, a pesar de que le gusta reportear y estuvo muy inmerso en lo que era la reseña de películas y crítica del arte, eso es para lo que René se considera bueno. Pero nunca se había sentido lo suficientemente bueno como para crear literatura, y tampoco considera que esté creándola: “Dios me libre”, agrega riendo.

Aunque parezcan absurdos estos motivos, Morteo desmenuza una causa más, que fue protagonista en el momento y camino a publicar su primer trabajo como escritor, independientemente del coronavirus.

“Fue ese reto personal de encontrar fantasmas en un país donde se supone que no te permiten creer en ellos. El hecho de que no creamos en ellos, no significa que no estén aquí.”

El título de este producto literario, en palabras de René Morteo, es acertado ya que “Los horrores de Ámsterdam” son un espejo de los problemas y miedos de este país donde el nivel de migración, por ejemplo, es impresionante, ya que un tercio de los ciudadanos son holandeses y la demás porción, son migrantes.

Todas estas problemáticas sociales construyen fantasmas, que tienen un motivo y un momento en la historia.

“Abordo otros fantasmas de la sociedad como la homofobia, la discriminación racial, la discriminación social, los problemas médicos que, son realmente historias de terror”

Un dato muy interesante que nos brindó René sobre el miedo médico en los Países Bajos, es que tienen la mentalidad de que el cuerpo humano necesita el mínimo de cuidado, hasta el momento en que estás a punto de morir, recibes la atención necesaria.

Es por ello, que el confinamiento por la pandemia de covid fue tan estricto y severo. No debías salir y punto.

 

Ilustrar un libro sobre una ciudad en confinamiento

Éysel Abisué Cortés Martínez “El Canijo Chaneque”, como aparece en Facebook, fue el encargado de ilustrar este maravilloso libro histórico de Ámsterdam. Antiguo compañero de trabajo y hermano, es como describe Morteo al autor de las ilustraciones que se pueden admirar en sus dos volúmenes.

Para crear las ilustraciones René enviaba fotos, dibujos y contaba un poco de la historia al Canijo Chaneque, y así pudiera crear una interpretación de aquello además que, el ilustrador, le preguntó al escritor por sus inspiraciones siendo algunas como Guillermo de Toro, Tim Burton; escritores como Ann Rice y Howard Phillips Lovecraft.

“Teniendo todo esto en mente, él hizo estas ilustraciones, y la verdad estoy muy contento y a veces hasta celoso, porque cuando la gente ve mí libro, lo único que ve son las ilustraciones”, dice sonriendo.

 

Cosas paranormales

 

Todos podemos asegurar haber tenido encuentros paranormales en algún momento de nuestra vida, pero ¿qué pasa cuando esos sucesos son indicaciones de que debes hacer algo? Pues a René, el destino y sobre todo, los fantasmas que estaba por descubrir, lo convencieron de que debía escribir este libro.

“Me sucedieron cosas paranormales, muchas cosas mientras escribía este libro, y lo mejor es que no me pasaron a mí solo, me pasaron en compañía”.

Hay una anécdota que René asegura, lo acompañara toda la vida, además es la señal que necesitaba para crear este material literario:

“Mientras estaba investigando un libro, descubrí que en la esquina de mí casa, o sea a tres casas de mi calle, había una casa que era famosa por tener un fantasma. Me metí a los archivos de la ciudad e investigando por qué desapareció esa casa y a quién le perteneció, porque siempre estaba buscando el contexto, fue que descubrí cosas muy interesantes. Por ejemplo uno de mis vecinos en la antigüedad fue el Zar Pedro el grande y otro fue el pintor Monet, que venía a pintar en el verano. Precisamente Monet, era amigo del vecino que vivía en aquella casa con fama de tener un ente ahí, y es que, ese señor posteriormente se convirtió en fantasma.

Resulta que al estar buscando esa casa y si había una fotografía del lugar, encontré una foto de esta calle de 1904, que es una imagen que da muchísimo miedo porque tiene unos niños que parecen como muertos, ya que es la fotografía victoriana y ese estilo es característico de aquella época; lo curioso e importante aquí es que en la fotografía tenía la fecha en un lado y del otro estaba escrito un nombre en manuscrita y ese nombre, era René. Lo más gracioso aparte de esto, es que está escrito exactamente de la misma forma en que yo escribo mi nombre. Estoy seguro de que ese fue un mensaje de que yo tenía que escribir y publicar este libro”.

Después de contarnos esa historia, nos confesó que estaba asustado e impresionado por todas las “casualidades” y señales que estaba encontrando en su camino. Pero posteriormente todo se acomodó y se dio cuenta de que estaba predestinado a vivir en aquella casa, encontrar esas historias y que él se enfocara en escribirlo en esta época de su vida.

“Espero que tus lectores no me malinterpreten, pero si mi libro no te quiere convencer de que los fantasmas existen, sí que hay historias de fantasmas a la vieja escuela y una de ellas sucedió en mi casa”.

Cuando mencionó esto, una atmosfera al más fiel estilo de suspenso, se apoderó de la charla y René comenzó a contarnos algo increíble y de terror total que le sucedió e hizo que afirmara su misión:

“Yo padezco de parálisis del sueño y me sucede tantas veces que ya no me asusta. A pesar de que ya sé cómo concentrarme y salir de ese trance, un día me sucedió lo siguiente. Era una mañana helada, nevó horrible y recuerdo que no eran ni siquiera las 7 de la mañana, y ya estaba despierto; al voltearme me quedé paralizado con los ojos abiertos y logré distinguir que en la esquina cerca de mí en un rincón de la habitación, había una mujer acuclillada, vestida de blanco, con la ropa muy sucia, vieja y cubierta de moscas. No le podía distinguir la cara porque tenía el cabello enredado.

Al momento de que hicimos contacto visual, ella se levantó, inmediatamente y… se fue. Pero cuando se iba, sentí como su vestido rozó los dedos de mi mano… por primera vez, desde que tengo conciencia de tener parálisis del sueño, me desesperé para poder recobrar conciencia de mi cuerpo. Logré recuperarme, le conté a mí esposo, y hasta el gato se asustó, porque di un grito tremendo. Estaba muy, muy asustado”.

Luego de esta tenebrosa experiencia, su motivación por seguir investigando fue mayor.

“Esto me motivó más”, afirma.

Una anécdota más sobre su proceso para escribir los libros es la siguiente:

“Después de la segunda guerra mundial, en la década de los 50s, hubo un escritor que propuso la iniciativa de crear una fundación que se dedicara a cuidar estas casa, las cuales tienen historias de fantasmas. La iniciativa fracasó pero, el gobierno se decidió a recopilar las historias que le llegaron y fue así como nació el Instituto de Folclor del reino de los Países Bajos. A pesar de que el objetivo original no se cumplió, tuvo un beneficio para la sociedad neerlandesa. Lo curioso es que cuando ese escritor publica en un periódico sobre el fracaso de su iniciativa, este plasma una frase muy bonita: “Los fantasmas en Holanda sí existen, sólo que son flores que crecen en secreto esperando que un habido investigador las encuentre”. Y la curiosidad aquí, es que mi casa se llama la calle de las flores”.

Por ello, en honor a ese escritor que describe a los fantasmas como flores, es que cada uno de los títulos de sus historias tiene un marco donde hay una flor que lo adorna: un pequeño tulipán.

“Cada historia de fantasmas, es una flor que yo voy encontrando”, menciona Morteo.

 

El propio autor nos recomienda leer este y todos los libros en físico. Se dice él mismo, un lector apasionado y disfruta llevar en su viaje y vida cotidiana, un libro físico para devorar.

“Estoy muy orgulloso de este libro, porque casi siempre que pensamos en Europa nos imaginamos a Londres, Madrid por el idioma que es español, Italia por la religión, Francia porque es elegante y el glamour, y dejamos muy atrás Ámsterdam. La verdad que espero que con mí libro, se decidan a visitar esta ciudad y que no sea nada más a venir a fumarse un porro. Espero que algún lector en Veracruz se anime y si puede, visite Ámsterdam con un poquito más de contexto”.

Nuestro entrevistado asegura que no deja la puerta cerrada para volver a escribir otro volumen inspirado por su experiencia en Veracruz, su tradición y leyendas, pero desde otro lugar.

 

Crónica de Xalapa es el primer medio de comunicación donde da a conocer su libro, convirtiendo a esta autora en la madrina de tan extraordinario trabajo.

Además nos dio la exclusiva de que la embajada de México lo contactó pues están interesados en el enfoque que René le está dando y de construir un puente cultural entre México y los Países Bajos con este libro, al que él define como un libro de historias holandesas con corazón mexicano y sobre todo, veracruzano.

 

Este proyecto fue un salvavidas para mantenerse cuerdo, por lo que invita al público a adquirir su libro y conocer a los fantasmas que habitan en esta peculiar ciudad y que tienen una razón y un fuerte motivo de existir, en una sociedad que no permite creer en ellos.

Al culminar esta charla, René Mortero agregó:

“Por favor sigamos soñando y sigamos teniendo pesadillas. Las pesadillas también inspiran buenas historias. Seguimos aquí los mexicanos y todos los creativos, como aquellos que me inspiraron a contar estas historias y a leerlas, que aunque a algunos les dé miedo, son válidas”.

 

Pueden adquirir la versión digital y física en Amazon. Sólo ingresa su nombre, René Morteo, y podrás disfrutar de estos dos volúmenes que están hechos por un veracruzano en Holanda, donde nos presenta una investigación maravillosa del porqué los fantasmas habitan aquella ciudad donde él encontró su misión y las señales que necesitaba para crear magia y terror.