Crónica de Xalapa recorrió la Atenas Veracruzana para hacer un bosquejo del primer intento de “un día sin mujeres”, como parte del Paro Nacional convocado por grupos feministas. Mucho entusiasmo ayer, pocas mujeres sumadas hoy.
Por Noé Zavaleta/Crónica
La máquina verde de la tortillería “El Dike” está fluyendo con enjundia, su motor se escucha en los tres locales siguientes. Cuatro mujeres en el interior del local. Tres amas de casa que rebasan las cuatro décadas y media y la única empleada, menor a 25, que tiene el expendio de tortillas. Risas nerviosas de las cuatro, cuando preguntó: ¿Porqué nadie se sumó al paro?. Me ven como bicho raro y terminan ignorándome, para continuar con su platica prioritaria, “¿donde hay cecina suave?”, y “¿cual tienda de la manzana tiene el mejor queso para rayar?”.
En la verdulería y en la pollería de Venustiano Carranza la vida transcurre con normalidad. Hombres fornidos cargando cajas de tomate y pesando aguacates y limones. Señoras con los tirantes del mandil bien amarrados al cuello y comentando los “desmanes” de la marcha de ayer en la Ciudad de México, pareciera que no se enteraron que en su ciudad, Xalapa también hubo concentración feminista. A las 9 de la mañana, el vendedor de periódicos aún no ha pasado por la colonia Zapata y Felipe Carrillo Puerto.
En la Pizzería La Paz, cuatro mujeres trabajan con enjundia al medio día de este lunes, jóvenes universitarios del sexo masculino son su clientela. Una surte zarzaparrilla, otra mete al horno pastas para pizzas, una despacha tres rebanadas con extra queso a un gordito que pide Tonicol ligth y otra más limpia las mesas. En la tradicional pizzeria de los Lagos no se han respetado los días feriados, “imposible pensar que se puedan sumar al paro 9M”, platica una empleada.
Una sola mujer en Facultad de Artes
En la calle Morelos, solo jóvenes masculinos con mochila al hombro circulan por los cafés y bares de la región. Adentro de la Facultad de Artes -con una densidad poblacional de mil personas- luce semivacia. No hay secretarías, ni maestras, ni alumnas. Noé Hernández, catedrático universitario admite orgulloso que la Universidad Veracruzana (UV) simpatiza completamente con el paro de mujeres.
“A ninguna maestra le descontarán el día, tampoco habrá sanción para personal administrativo, ni falta a las alumnas… la Uv está sumada al paro”, expone orgulloso.
Con catedráticas de danza, teatro y música, la Facultad de Artes intentó en la medida de lo posible tener un día normal sin mujeres, clases de teatro solo con hombres. Lecciones de música con aulas semivacias, razón por la que la mayor actividad en este inmueble universitario, es una obra de mantenimiento a la facultad.
Aparece la primera mujer, una arquitecta responsable de la obra, quien instruye a albañiles y obreros: “La arquitecta viene por parte de la constructora y ahí si es ajeno, y escapa a nuestras posibilidades de sumarla al paro”, se disculpa Hernández.
El resto de las Facultades: Arquitectura, Ingeniería, Contaduría, Biología y Contaduría de la zona universitaria tuvieron el mismo espejo: Clases a medias, impartidas por hombres, solo para hombres. Las universitarias, algunas en sus casas, otras de asueto en sus pueblos de origen.
Cerremos la ignominia
Enfrente a la cochera del Palacio de Gobierno, abuela, madre e hija atienden un expendió de dulces, refrescos y cigarros. Tres generaciones de mujeres reunidas en una postal de pobreza, no hay motivo para parar, pues no hay torrencial lluvia, ni es 24 o 31 de diciembre como para “cerrar el changarro”. La niña está en el puesto, pues su maestra se sumó al paro y no tuvo clases.
El Palacio de Gobierno está cerrado en sus dos puertas. La de Enríquez y la del Parque Juarez. Al no haber actividad pública el acceso al inmueble gubernamental no fue permitido a la prensa. Mujeres entran y salen de la sede del ejecutivo como en un día normal. Un guardia abre y cierra el acceso a palacio por la calle de Enríquez; algunas féminas que ayer marcharon, se ausentaron hoy, sin pedir consentimiento a su jefe. Desconocen si tendrán sanciones o si sus superiores se “harán de la vista gorda”, haciendo una especie de guiño civil a la causa.
Afuera del palacio, en la escalinata que da la cara al inmueble de Telmex, una mujer chiapaneca intenta, con poco éxito, vender pulseras artesanales. Al menos, solo por hoy, no recibe el hostigamiento de los inspectores de comercio del Ayuntamiento de Xalapa, para retirar su puesto.
En la sede del Poder Judicial del Estado, en los edificios A, B y C, se trabaja con normalidad. Los empleados del Sindicato Estatal de Trabajadores al Servicio del PJE fueron advertidos que al considerarse el lunes 9 de marzo como “día inhábil” o “feriado”, no había excusa, ni pretexto para ausentarse.
A las empleadas de confianza tampoco se les permitió sumarse al paro. Hubo molestia en varias áreas. Sobre todo en las mujeres que marcharon bajo la lluvia ayer. La excusa que dio -en redes sociales- la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Sofía Martínez Rivera fue que la “impartición de justicia” no permitía “interrupciones”, “ni retrasos”.
En Fiscalía General del Estado (FGE) y dependencias desconcentraras del aparato ejecutivo estatal -como Sefiplan, Contraloría y Sev- las actividades trataron de desarrollarse con normalidad. Algunas mujeres se ausentaron por la libre, se desconoce si serán acreedoras a sanciones.
En la sucursal de Bancomer del centro histórico de Xalapa lucia por completo colapsada. Un ejecutivo de cuenta de plano se mecía los cabellos, pues las diez ventanillas disponibles eran atendidas por apenas tres hombres y alrededor de unos 80 clientes esperaban ser atendidos. 
En los medios de comunicación El Diario de Xalapa -de Organización Editorial Mexicana-, Avc Noticias y Crónica de Xalapa se sumaron al paro nacional de mujeres.
En Crónica de Xalapa su portada de hoy fueron pura información alusiva a la equidad de género y a las marchas del 8 de marzo.
El portal Avc Noticias subió fotografías de su redacción desierta, pues el 70 por ciento de su plantilla está compuesta por mujeres.
El centro histórico tuvo un movimiento casi normal, empleados masculinos de la Arquidiócesis de Xalapa lavaron los “desperfectos” causados por las feministas radicales y anarquistas encapuchadas que ayer desquitaron su furia contra el estado grafiteando la catedral metropolitana y otra iglesia de la calle Zaragoza. Agustín Basilio de la Vega, el panista más persignado de la Atenas Veracruzano mostró su rechazo en redes sociales por el atentado a las casas del señor.
El Café Bola de Oro de la calle Enríquez está lleno en su totalidad, son casi las dos de la tarde, pero la atmósfera es distinta: Apenas dos clientes mujeres por cada ocho hombres. Esta escena se repite en el Cafe Andrade, Lindo y Chiquito. La clase media femenil sumada de lleno al paro y evitando el consumismo.
En la jugueria “Tropic” de Carrillo Puerto parece día de asueto, dos empleadas escuchan con enjundia cumbias de la maravilla musical de Mexico, Los Junior Klan, hay poca clientela y tal pareciera que solo trabajaron por compromiso.
En deportes Guicho, solo hay hombres trabajando, las dos mujeres que trabajan en la tienda deportiva, brillaron por su ausencia. 
En Plaza Américas, en Cinépolis no se pudieron dar el lujo de aprobar que sus mujeres se sumaran al paro, las empleadas trabajaron normal en Taquilla, Dulcería, Cinecafe y Mantenimiento. En la clientela, si se vio la merma de asistencia en el público femenino.
La tarde cae sobre la capital del estado, el paro 9M quedó en un guiño del activismo feminista, mañana martes, todo -parece indicar-, será como antes. El próximo 9M del 2021, quizás, solo quizás, corra con mejor suerte.